Quedan meses largos y oscuros hasta la primavera, razón suficiente para llevarlos con la mayor comodidad posible. Pero ya sea al elegir la ropa de invierno, al comprar alimentos, al ir al trabajo o en lo que se refiere al cuidado de la propia salud, muchas personas cometen errores que pueden perjudicar su salud y también el medio ambiente. Vamos a repasar los errores invernales más comunes y cómo evitarlos.

1. Equivocarse en la estrategia para prevenir los resfriados

El frío en invierno no es la causa real de los resfriados. Son los virus. Sin embargo, cuando las abuelas dicen que tenemos que abrigarnos bien tienen razón porque el frío ejerce presión sobre el sistema inmunitario y puede hacernos más vulnerables a las infecciones.

Por lo tanto es apropiado protegerse del frío con ropa y calefacción, pero si te pasas puedes conseguir el efecto contrario, porque para el cuerpo y para la inmunidad puede resultar demasiado estresante el cambio entre una temperatura interior muy caliente y el frío exterior.

Lo mejor es abrigarse lo justo y no calentar la casa por encima de los 20-21 ºC.

Por otra parte, para prevenir infecciones, algunas personas recurren a suplementos dietéticos como la vitamina C o los comprimidos de zinc, que posee propiedades antivíricas. El problema es que este rescurso se convierta en una excusa para no cuidar suficientemente la alimentación, que debe ser la fuente de todos los nutrientes que necesitamos, incluidos la vitamina C y el zinc. Este descuido de la dieta puede hacernos más vulnerables a los resfriados aunque tomemos suplementos.

Si realmente deseas prevenir un resfriado de manera efectiva, debes prestar atención a las siguientes cosas, además de la nutrición: es importante dormir lo suficiente, porque los estudios han demostrado que menos de seis horas de sueño reparador aumenta el riesgo de infección, y debes evitar el estrés crónico y el alcohol, ya que ambos reducen la eficacia del sistema inmunitario.

2. Comer como en verano

En la estación fría, la variedad de frutas y verduras regionales se reduce, pero no ocurre eso en los estantes del supermercado, donde sigues encontrando todo tipo de frutas y verduras, como fresas, tomates, calabacines, uvas...

Debes recordar que si no compras alimentos de temporada aceptas la dependencia de las importaciones y la contaminación climática provocada por un transporte muy largo. Por lo tanto, vale la pena expandir tus horizontes culinarios y probar nuevas recetas con las sabrosas verduras de invierno de tu región.

4. Usar sal en caso de nieve

Palear con la nieve es muy molesto y agotador, pero es necesario para evitar accidentes en la puerta de tu casa. A menudo se recurre a la sal para evitar resbalones, pero su uso sin límites daña a los animales y el medio ambiente. La sal desplaza a otros minerales como el calcio y el potasio y perjudica el desarrollo de las plantas. Por otra parte, causa inflamaciones en las patas de los animales.

Alternativas a la sal son la gravilla y compuestos similares a la sal, como el acetato de calcio-magnesio, que es más caro, pero también más inocuo.

Otro error con la nieve que cometen especialmente los niños es comérsela. Tan blanca parece muy pura, pero la nieve, al igual que la lluvia, puede absorber los contaminantes del aire. Al caer al suelo, además, se contamina con las partículas que emiten los tubos de escape de los coches, con los excrementos de los animales o la sal de la carretera.

5. Calentar la casa mal

La casa se está convirtiendo en un lugar de retiro en estos días de frío y, en muchos lugares, de nieve. La cama en una cueva cálida. Pero si quieres crear un clima agradable en la habitación con la ayuda de la calefacción, no cometas algunos errores que desperdician innecesariamente dinero y energía:

  • Desde el punto de vista del consumo de energía, es contraproducente apagar la calefacción durante mucho tiempo y luego volver a encenderla, basta con bajar el termostato del radiador y mantener una temperatura de confort.
  • Los partidarios del otro extremo, es decir, los que ponen la calefacción al máximo, también se equivocan, porque pagan un 6-8% de más en la factura por cada grado de temperatura.
  • Otro error es tapar los radiadores con muebles u otros objetos. Tampoco es buena idea poner encima la ropa húmeda para que se seque, porque reduce la efiacia de la calefacción y aumenta el riesgo de que se forme moho.

6. Ventilar incorrectamente

Por muy agradable que sea una habitación cálida, de vez en cuando tienes que ventilar para limpiar y oxigenar el aire interior. Además es esencial para evitar el crecimiento de moho. Sin embargo, muchos cometen el error de abrir la ventana muy pocas veces y muy brevemente en invierno. Lo ideal es ventilar de dos a cuatro veces al día durante cinco a diez minutos. Esto evita el moho y la habitación no se enfriará demasiado.Por cierto, en el momento de la ventilación sí que es muy recomendable apagar la calefacción.

7. Coger el coche para distancias cortas

En los días más fríos y oscuros, la tentación de subir al automóvil y conducir la corta distancia al trabajo es grande. Pero las distancias cortas, en particular, consumen mucho combustible y las piezas individuales de los vehículos se desgastan más rápido, y eso, lamentablemente, se aplica a todas las estaciones. Una de las mejores decisiones que puedes tomar es dejar el coche aparcado e ir andando o en bicicleta. Ahorrarás dinero, no contaminarás y te pondrás en mejor forma.