"Al restaurar espacios azules, sus beneficios llegan a más personas"

Mireia Gascón, especialista en salud ambiental, reivindica más espacios naturales con agua en la ciudad. Sus beneficios para la salud despiertan el interés de la ciencia.

Entrevista a Mireia Gascón: beneficios de los espacios azules en la ciudad

Mireia Gascon es bióloga especializada en toxicología y salud ambiental e investigadora del ISGlobal de Barcelona. Actualmente coordina investigaciones en BlueHealth.

BlueHealth es un proyecto europeo que está evaluando los beneficios y riesgos de la exposición a espacios azules y el impacto que ciertas intervenciones tienen sobre la salud y el bienestar de la población.

Con esos resultados, se podrán ofrecer directrices para que el diseño de las ciudades, y de los espacios naturales dentro de ellas, tengan por objetivo la salud.

Los beneficios de los espacios naturales con agua

Existen pocos estudios que evalúen la relación entre exposición a espacios azules y beneficios para la salud, pero lo que se sabe hasta ahora indica que a mayor exposición a la naturaleza con agua, mayores son los beneficios, en concreto para la salud mental y el bienestar. Hablamos de ello, y de cómo debería influir en el diseño de las ciudades, con Mireia Gascón.

—¿Por qué los espacios azules inciden en la salud? ¿Por el sonido, el color del agua...?
—No tenemos información detallada de esos aspectos concretos. Los mecanismos generales con los que los científicos trabajamos son que los espacios naturales promueven la actividad física, el apoyo social, reducen el estrés y favorecen procesos de restauración. Podríamos incluir aspectos como los ritmos sonoros del agua, los cantos de los pájaros, el efecto cromático, etc.

Además reducen las exposiciones a contaminantes del aire, al ruido...

Otro mecanismo con el que se está trabajando es la relación positiva que se podría establecer entre la microbiota (conjunto de microorganismos que vive en un entorno concreto) que existe en estos espacios y la microbiota humana, y que podría tener beneficios sobre todo en el sistema inmunitario.

—¿Qué indicaciones se debería dar a un arquitecto o paisajista urbano a la hora de restaurar un espacio azul?
—No hay una receta mágica, pero las intervenciones deberían hacerse teniendo en cuenta el contexto social del entorno y las necesidades de la ciudadanía. Por ejemplo, deberían preguntarse si una gran parte de los habitantes disfrutará del nuevo espacio o si su intervención limitará a ciertos colectivos: mujeres que no se sientan seguras en ese entorno, niños y niñas que no puedan disfrutarlo, etc.

—¿Algún ejemplo concreto?
—En un estudio que hemos publicado recientemente, evaluamos una intervención en el río Besòs (Barcelona), realizada cerca de un barrio humilde. Afectó a un lado del río, el más cercano al barrio, pero no se intervino en la otra orilla del río. En el lado intervenido hubo un incremento del uso del espacio por parte de mujeres, niños y población inmigrante, y en general realizaban actividades de intensidad física moderada, como caminar.

En cambio, en el lado no intervenido se mantuvieron actividades más intensas, como ir en bicicleta y correr, generalmente realizada por hombres de mediana edad. En conclusión, la intervención facilitó una mayor diversidad de usuarios en la zona, y aportó beneficios a diferentes sectores de la sociedad.

5 claves para diseñar espacios naturales

Las ciudades deben contar con un plan integral de renaturalización. Así deben ser los espacios naturales:

  • Pensados para todos. No pueden ser un lujo solo accesible en los barrios más ricos, sino estar distribuidos por todos los barrios del municipio. Solo así benefician a toda la ciudadanía.
  • Aumentar su conexión. Las zonas verdes y azules deben conectarse entre sí. De esta forma, se fomenta el uso de estos espacios no solo para pasear sino también para desplazarse.
  • Mejores y más ampliados. Se deben promocionar los ya existentes y mejorarlos (con plantas y árboles de la zona, mayor biodiversidad, etc.) También, habilitar otras zonas nuevas (solares desocupados, terrados, etc.).
  • Con distintos usos y para distintas edades. Deben estar integrados por diferentes zonas: relajación, actividades sociales, actividad física, jardinería comunitaria...
  • Para potenciar la salud mental y la física. A la hora de planificarlos, se debe pensar en las necesidades de diferentes franjas de edad: niños, jóvenes y mayores.

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