"Me fascinó todo lo que implicaba el vegeterianismo"

Victoria Lozada es una nutricionista de referencia y actualmente es de las más seguidas a través de las redes sociales. Defiende que comer bien y seguir la Dieta Mediterránea es esencial para mantener la buena salud y este es el mensaje que intenta transmitir a todos sus seguidores.

Victoria-Lozada

Victoria Lozada empezó a estudiar Nutrición y Dietética por descarte, con la intención de cambiarse a Medicina, y acabó convirtiéndose en su auténtica pasión. Hoy, desde Nutrition is the New Black, no solo acompaña de forma individual a quienes acuden a ella, sino que trata de llevar la educación nutricional a todos los rincones del mundo.

–Que tus redes sociales son un éxito es evidente, ¿dirías que se debe al "boom" de culto al cuerpo o al de la salud?
–¡Gracias! Creo que se debe justamente al boom por el cuidado de la salud que ha habido en los últimos años. Hemos entendido que nuestra salud importa, que hay demasiada información y que tenemos que buscar fuentes de calidad.

Sin embargo, también creo que hay mucho culto al cuerpo, y esa es una de las principales razones por la que los perfiles de Instagram de nutrición tienen éxito. Asimismo, esa relevancia también se debe, precisamente, a que estamos hartos de ese mismo motivo.

–¿Por qué decidiste estudiar Nutrición y Dietética?
–Realmente, primero quería estudiar medicina, pero no entré. Decidí hacer Nutrición para cambiarme después, pero me enamoré y no me cambié nunca. Me encantan todas las ciencias de la salud y, sinceramente, esta me parece una de las más importantes.

–En tu web se puede leer que cambiaste tus hábitos alimentarios en la época universitaria: pasaste de los precocinados a los productos frescos. ¿Cómo fue este proceso?
–Exacto, lo hice mientras estaba en la universidad y fue duro. No estaba acostumbrada a cocinar, ni a prepararme nada. Así que cuando empecé la carrera y me di cuenta de lo importante que era nutrirse (y además aprendí a cocinar medianamente decente), cambié mis hábitos poco a poco. Ahí entendí la diferencia entre rendir y sobrevivir.

Empecé a dormir mejor y a descansar de otra forma, me enfermaba menos y, sobre todo, no me cansaba subiendo unas escaleras.

–Hoy en día te defines como vegetariana, ¿fue una decisión o una evolución?
–Fue una decisión, pero también una evolución. Primero decidí probar la dieta durante un mes, porque un ex novio me hablaba de ella. Sentí curiosidad y, como nutricionista, me parecía interesante. Una vez había empezado, me informé, vi documentales y, la verdad, no me quedaron ganas de echarme para atrás. Me fascinó todo lo que implicaba el vegeterianismo a nivel medio ambiental, animal, por salud, etc.

–En casa o de visita a conocidos, probablemente es fácil poner en práctica esta filosofía de vida, pero ¿y a la hora de ir a un restaurante?
–En cuanto a ir a restaurantes, pero especialmente cuando salgo con personas que quizá no me conocen mucho (trabajo, reunión, etc.), puede que sea algo más pesado. Sin embargo, he aprendido muchas técnicas para pedir sin que se note ni siquiera que llevo una alimentación diferente. Es decir, para que no exista mucho tema de conversación al respecto cuando no quiero que así sea.

–¿Y cuáles son esas técnicas?
–Pues, dependiendo de mi ánimo, hago una cosa u otra. Por ejemplo, digo que soy intolerante a la lactosa y pido si me pueden traer otra opción. O pido entrantes o acompañamientos para hacer un plato principal. Otra opción es pedir que me quiten ciertos ingredientes cuando veo que no están incluidos en las salsas, y volver a decir que me sientan mal. Siempre pregunto todo con mucha amabilidad y paciencia.

–Seguro que tienes alguna anécdota que podrías explicar.
–Una vez pedí comida a domicilio para toda la familia y decidí que fuera completamente vegano. No dije nada a nadie. Mi padre se lo comió todo, y una vez terminaron les informé de que todo lo que habían probado era vegano. ¡No se lo podían creer! Algunos comentarios fueron: “Está buena, y todo”; “Pero, ¿de verdad no es carne?”; “¡Qué rico! Así si puedo ser vegano”.

–Una parte importante de personas asocian esta filosofía de vida a estar delgado, ¿qué les dirías?
–Que están completamente equivocados y que no son los motivos para adoptar este estilo vida. Pero, sobre todo, les diría que revisen un poco sus prioridades y formas de ver la vida, porque hay algo más allá de la báscula y el peso.

–¿En qué se basa tu dieta?
–Esto varía infinitamente. Un día hago 5 comidas, o hasta 6, sobre todo si me levanto más temprano. Pero hay otros días donde solo hago 3. Todo depende de mi rutina. Sin embargo, lo que siempre hay es: café, bebida de soja, garbanzos, pimiento, tomate, judías verdes, plátano, tofu, nueces y chocolate negro.

–De Venezuela a Madrid por estudios, ¿qué opinas de nuestra manera de comer?
–La verdad es que ya estaba acostumbrada porque mis abuelos son españoles, pero debo decir que me parece genial. La Dieta Mediterránea es increíble, los productos son de calidad y hay muchísima producción nacional. Aunque, también es cierto que actualmente España se ha alejado de la dieta mediterránea con todo el boom de los ultraprocesados, pero creo que poco a poco se está intentando rescatar.

–¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos de nuestra dieta?
–Del aceite de oliva y el pan con tomate soy ultra fan. Lo que menos, como dije antes, lo alejados que están como país de la dieta mediterránea, siendo esta la mejor del mundo.

–Asesoras nutricionalmente a nivel mundial, ¿cómo lo haces, si en la alimentación hay un componente cultural?
–La idea es conocer recetas de todo el mundo, adaptarnos a lo que los pacientes necesiten y, aunque las bases de alimentación sean las mismas, las preparaciones son muy distintas. Conocer todas las culturas es importante.

Si nos escriben desde un país que no conocemos bien, investigamos. Hemos tenido que adaptarnos a comidas hasta de Omán, pero genial, así conocemos más gastronomías. Además, saber la palabra anacardo en todas las lenguas hispano hablantes es interesante: merey, marañones, castaña de cajú, nuez de la india, etc.

Pasamos el minitest a... Victoria Lozada

  • Plato favorito: chana masala.
  • Plato socorrido (el que te salva la hora de la comida cuando no tienes tiempo de cocinar): garbanzos con pimientos.
  • 3 alimentos indispensables en tu dieta: chocolate negro, garbanzos y judías verdes.
  • Tu irresistible tentación: pizza.
  • Lo primero que tomas por la mañana: agua, luego café.
  • Lo último que tomas por la noche: agua.
  • Restaurante preferido:Wow, qué difícil. En Madrid, La Modernista.

¿Deseas dejar de recibir las noticias más destacadas de cuerpomente?