El centro de yoga MiBi abrió sus puertas el pasado septiembre en Sant Just Desvern, Barcelona. El local, en planta baja, emplea materiales naturales en todas las superficies: tierra y madera en las paredes y la carpintería, bamb�� y piedra en los suelos. Y es el primero construido en el área metropolitana de Barcelona con bloques de tapia Tapialblock, un producto innovador y sostenible para el medio ambiente.
El local es parte de la identidad de MiBi, un centro dedicado al cuidado de la salud a través de actividades como yoga, masajes, mindfulness, coaching y terapia sistémica.
La elección de los materiales, todos naturales, nació de un encuentro de valores entre los propietarios del centro de MiBi, Mercè Mercadé y Ragnar Stechel, y el equipo del proyecto: Elisabetta Carnevale, ecoarquitecta, David Pradas Ruiz, arquitecto técnico, y la cooperativa COECO.
MiBi: un centro de yoga construido con tierra
Mercé y Ragnar han hecho de la sostenibilidad y de la autenticidad una filosofía de vida, por lo que construir su local con materiales naturales ha sido la manera de hacer visibles y tangibles sus valores para todos los que vieran y conocieran el centro.
Por eso contactaron con Elisabetta, especialista en la utilización de tierra y en soluciones ecológicas, quien en 2017 había fundado el despacho Elisabetta Carnevale Arquitectura Sostenible en Barcelona (www.elisabettacarnevale.cat).
–¿Por qué utilizas la tierra en tus proyectos arquitectónicos?
–Además de responder a un deseo de naturalidad y calidez, construir con tierra ha sido una elección en pro de la sostenibilidad. La tierra es un material saludable y eficiente: transpira, posee inercia térmica (es cálida en invierna y fresca en verano) para disminuir el coste energético del edificio, regula la humedad y la temperatura interior, absorbe las ondas electromagnéticas y aísla acústicamente. Por otro lado, necesita de energía casi nula para ser utilizada –lo que reduce las emisiones de CO2–, no genera residuos ni tóxicos, está disponible a Km0, es duradera y completamente reciclable y reutilizable.
–La técnica empleada se llama tapia, ¿en qué consiste?
–La tapia es una técnica de construcción con tierra muy antigua, tradicional en Cataluña y muchas regiones del mundo. El resultado es un aspecto bruto y natural, macizo, y conecta con la cultura tradicional local. Realizar paredes de tapia en un edificio urbano ya existente es extremadamente complejo. Por eso optamos por los bloques de tapia prefabricada Tapialblock, producidos por "Fetdeterra". La tierra utilizada sigue siendo un recurso local: están producidos en Balaguer (Lérida). Su alta densidad favorece el aislamiento acústico, lo que permite que las actividades (yoga, psicoterapia y masajes) se desarrollen en atmósferas sonoras distintas y sin interferencia de las zonas más ruidosas.
–El espacio está libre de tóxicos, algo fundamental en un lugar en el que se practican terapias, ¿cómo se ha conseguido?
–La carpintería, de pino silvestre, se protegió con aceite de linaza. Es la alternativa natural, ecológica y económica a los barnices y pinturas sintéticos. El aceite de linaza crea una película que protege la madera del agua y de los insectos xilófagos, y la nutre evitando así que se raje. En las paredes usamos pintura de cal, una alternativa natural y ecológica a la pintura plástica con derivados del petróleo. Al estar libre de componentes orgánicos volátiles, deja el aire sano y apto para personas sensibles.
–También se ha recurrido al feng shui.
–Sí. Los propietarios del centro se reunieron con Sallie Tsui Sien, de la Feng Shui Foundation para crear una distribución armónica y consciente del espacio. El feng shui busca una relación fluida y beneficiosa entre las personas, los edificios, su entorno civilizado y natural, y el paso del tiempo. Sallie Tsui Sien definió el mapa de los ocho sectores del local, según los puntos cardinales. En cada uno de ellos el chi o fuerza vital tiene cualidades diferentes y esto influyó en la distribución del espacio.
–De alguna manera habéis conseguido aunar salud y consciencia.
–Sin duda la clave del éxito de este proyecto fue el encuentro con clientes conscientes de los beneficios de un local sano, ecológico y eficiente. Al contrario de muchos locales que nacen "sin alma", resultado de una selección de soluciones estándar y de catálogo, el centro de yoga MiBi ha sido diseñado a medida y conscientemente, enfocando cada decisión en las necesidades y en los valores de los propietarios y en la experiencia de los usuarios. El resultado es un local ecológico y acogedor, que refleja el espíritu de MiBi: un refugio de salud, bienestar y consciencia.
Centro de yoga MiBi. Calle de Hereter, 31. Sant Just Desvern (Barcelona)