"Podemos transformar nuestra manera de ser rediseñando nuestra caligrafía"

El doctor Joaquim Valls propone un método grafotransformador, una herramienta para mejorar la inteligencia emocional a través de la caligrafía.

Joaquim Valls

El doctor Joaquim Valls preside el Instituto de Programación Neurocaligráfica. En su libro Manual mente (Editorial Libros Cúpula), este neuropsicólogo plantea que el ser humano puede entrenar su inteligencia emocional y que, en contra de lo que pueda parecer, aprender a educar el inconsciente es una tarea es una tarea fácil y amena si lo hacemos a través de la caligrafía.

–En su libro dice que “rediseñar la letra de las personas podía modificar su personalidad y facilitarles crear un carácter ideal”…

–Efectivamente. En el libro Manual mente (cuyo título juega con la polisemia, ya que es un “manual” de instrucciones para reducar el cerebro escribiendo a “mano”) expongo los resultados de la investigación que llevé a cabo el curso 2011-2012 para mi posterior tesis doctoral, en la que mostré científicamente que la Programación Neuro-Caligráfica mejora significativamente 9 aspectos de nuestra personalidad.

Un buen autoconcepto y una autoestima adecuada, optimismo moderado, buena gestión emocional, perseverancia, extraversión, empatía, proactividad, paciencia y gratitud. Estos aspectos de la manera de ser son comunes en la mayoría de personas de vida plena.

–Así, ¿podemos cambiar el cerebro a través de la escritura caligráfica?

–La Programación Neuro-Caligráfica es un entrenamiento que se basa en tres herramientas: la autosugestión, las redacciones de psicología positiva y la grafotransformación. Si bien es cierto, que el rediseño de la escritura caligráfica, es su elemento diferencial, y, si se me permite, más espectacular.

Y, en efecto, podemos transformar nuestra manera de ser mediante el rediseño de la caligrafía. Fue William James, el padre de la psicología moderna, quien se percató de que nuestro cerebro se podía transformar de fuera hacia adentro. Me explico, del mismo modo que la letra refleja nuestra personalidad, podemos, a través del cambio de nuestra letra, imitando la que caracteriza a las personas de vida plena, mejorar nuestro carácter.

–¿Cuántos tiempo necesita el cerebro para anclar los cambios?

– Unos 15 minutos al día durante por lo menos 5 meses, aunque en Manual mente propongo un entramiento de 9 períodos de 28 días (uno por cada una de las características que expuse antes) para conseguir una transformación completa y a cualquier edad. Sin embargo, una alumna de 73 años requirió 4 meses adicionales para alcanzar el objetivo fijado. Pero un adolescente a los 5 o 6 meses ya suele haberlos conseguido.

–También nos cuenta que podemos educar al inconsciente: ¿cómo?

– En mis libros no hablo del inconsciente psicoanalítico, sino del Inconsciente Cognitivo, que es algo mucho más prosaico. Mientras que cuando acabamos de sacarnos el carné de conducir, tenemos que emplear la corteza cerebral para pensar antes de reducir a segunda, frenar un poco, apretar el embrague y poner la marcha adecuada, al cabo de un tiempo de práctica solo usamos los ganglios basales, que nos permiten conducir sin pensar, es decir, inconscientemente.

En el Inconsciente Cognitivo se ubican nuestras rutinas adquiridas por repetición. Parafraseando a Stephen Covey si queremos adquirir “los hábitos de la gente altamente efectiva”, basta entrenarlos reiteradamente hasta que se conviertan en parte integral de nosotros.

–A través de la caligrafía, ¿podemos entrever si alguien está pasando una etapa más deprimente o si está viviendo una etapa más feliz?

Algunas características en su letra que lo indiquen… La angustia, la ansiedad, el cansancio psíquico, el desánimo o los bajones emocionales alteran nuestra postura corporal, de forma que inconscientemente echamos los hombros hacia adelante, y eso provoca que cuando escribimos a mano en un folio sin pautar, los renglones desciendan.

En el caso extremo de la depresión, la última sílaba de algunos renglones decae. Por el contrario, una persona que se siente feliz escribe hacia arriba sin darse cuenta.

–¿Qué ejercicio propone para ir en el camino de una vida más plena?

– En el coaching neuro-caligráfico que he ideado, en primer lugar, reescribimos el relato que identificamos como nuestra manera de ser mediante la autosugestión, con lo que reeducamos el hipocampo de nuestro cerebro, que, como es conocido, es donde radica nuestra memoria episódica. Y es que, aunque pensamos que tenemos memoria, en realidad somos memoria.

En segundo lugar, transformamos, a través de las redacciones de psicología positiva, nuestra atención inconsciente (aquella que evolutivamente nos condiciona a ver sobre todo el peligro y lo negativo, y que tanto puede amargarnos la vida), por una atención más objetiva.

Y, por último, al rediseñar la letra reeducamos los ganglios basales de los que he hablado antes, y que suelo calificar como la lámpara maravillosa que nos concederá, si la “frotamos”, el carácter anhelado.

–Díganos algún consejo práctico para que los niños y niñas puedan beneficiarse en positivo de la caligrafía…

–En Manual mente llevo a cabo un “análisis grafológico” de la caligrafía que actualmente se enseña en las escuelas. Concluyo que no es la más adecuada para el siglo XXI. Pondré un ejemplo, los renglones son horizontales, lo que educa la obediencia y el respeto al orden establecido. Sin embargo, hoy en día estamos convencidos que lo que nuestra sociedad necesita son personas creativas, con sentido crítico, con ganas e iniciativa. Ello requiere escribir de forma ligeramente ascendente. A los niños y niñas zurdos, les sugiero también que cuando escriban a mano se acostumbren a adelantar el pie derecho.

–En la era del ordenador, ¿cómo afecta al cerebro el no escribir de forma habitual a mano?

–Como han mostrado los neurocientíficos (lo cuento en mi anterior libro, Genial mente), el no escribir a mano afecta a la memoria, y, por lo tanto, a la inteligencia y a la creatividad. Todos hemos vivido la experiencia de aprendernos un vocabulario de una lengua extranjera, escribiendo varias veces cada palabra.

Y algunos estudiantes confiesan que hacerse chuletas manuscritas para un examen les ayuda a prepararlo. Además, escribir a mano es terapéutico cuando estamos afligidos, y es un excelente ejercicio de gestión emocional.

Del mismo modo que quienes llevamos una vida sedentaria, nos obligamos a ir al gimnasio, practicar running, o, al menos, andar a pie un rato cada día, en Manual mente propongo entrenar nuestra “mente”, con ejercicios caligráficos de tan solo 15 minutos al día. No supone una inversión de tiempo excesiva para alcanzar una vida plena.

El doctor Joaquim Valls es autor de "Manual mente" (Editorial Libros Cúpula). Con este libro, el lector puede introducirse en el ámbito de la programación neurocaligráfica, una herramienta especialmente recomendable para coaches, profefosres y padres.

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