En el interior de tu vientre existe un centro vital esperando que lo despiertes. Es tu útero. Conseguir que esté completamente relajado es básico para que aumente tu placer sexual.
Una de las grandes conocedoras de los secretos del útero es Mónica Felipe, experta en Género y Salud por la Universidad de Granada y autora de Cuerpo de mujer (Ed. Ob Stare). En este artículo nos explica cómo aprender a localizar el útero en nuestro cuerpo y cómo relajarlo para aumentar el deseo sexual y mejorar nuestras relaciones íntimas:
Relajar el útero pàra maximizar tus relaciones íntimas
El primer paso es aprender a localizar el útero en nuestro cuerpo:
- De pie, con los ojos cerrados, respira tranquilamente. Observa tu respiración. Lleva toda tu atención al interior del cuerpo. Como si los sentidos se volvieran hacia dentro.
- Ahora, une las dos manos, juntando los dedos pulgares e índices. Crea un rombo con ambas manos.
- Coloca los pulgares en el ombligo y pega las manos al cuerpo. El lugar donde los dedos índices se tocan te muestra, aproximadamente, la altura a la que se sitúa el útero en el interior de tu vientre.
- Lleva la respiración hasta allí. Siente cómo se van generando sensaciones en la zona. Y ábrete a sentirlas.
Una manera muy eficaz de relajar la matriz es practicando la relajación del útero. Se trata de una técnica basada en el entrenamiento autógeno, un tipo de relajación profunda basada en las sensaciones físicas del peso y el calor. Esta relajación ha sido probada por miles de mujeres que han dejado de sentir dolores menstruales y comenzado a disfrutar de un mayor deseo y placer sexual.
Ten presente que se trata de una relajación que requiere que estés concentrada. Así que asegúrate de estar en un ambiente tranquilo, sin demasiados ruidos ni interferencias, y busca una iluminación moderada.
Cómo aumentar tu deseo sexual a través de la relajación
- Túmbate boca arriba completamente estirada con las piernas ligeramente separadas y los brazos con las palmas de las manos tocando el suelo. Si lo necesitas, puedes usar una almohada para apoyar la cabeza.
- Comienza por dar la orden a tu cuerpo de sentir calor en tu brazo derecho (si eres diestra) o en tu brazo izquierdo (si eres zurda).
- Después de experimentar la sensación de calor, pasa a experimentar peso. Primero en los brazos, después en las piernas y, por último, en el plexo solar.
- En la frente, daremos al cuerpo la orden de sentir un soplo de aire fresco.
- Comienza a relajar la mandíbula y la barbilla sintiendo peso y calor en ellas.
- Cuando estés relajada profundamente, ordena a tu cuerpo sentir calor en el útero.
- A medida que relajes el útero, comenzarás a experimentar diversas sensaciones: palpitaciones, placer, calor, energía sexual...
- Para finalizar la sesión, envía un profundo amor hacia él.
La experta en útero Mónica Felipe propone realizar esta práctica dos veces al día las dos primeras semanas, y a partir de entonces una sola vez. Al cabo de dos o tres meses, tu útero estará totalmente relajado, aunque comenzarás a percibir los cambios mucho antes. No solo notarás efectos físicos, como menstruaciones sin dolor u orgasmos en el cérvix, sino también otros beneficios, como más seguridad personal, un aumento de la creatividad y más autoestima.