Si te violan.
Yo sí te creo, hermana.
Si no te defiendes para evitar que te mataran.
Yo sí te creo, hermana.
Si sigues con tu vida.
Yo sí te creo, hermana.
Si ibas borracha o fuiste simpática.
Yo sí te creo, hermana.
Si no dijiste sí.
Yo sí te creo, hermana.
Si otros no te creen.
Yo sí te creo, hermana.
Porque somos manada.
Que aúlla ante lo injusto.
Que es madriguera.
Y hombro.
Somos manada.
Más de la mitad.
Echándose a la calle contra la justicia patriarcal.
No estás sola.
Nos tienes a nosotras.
Si te violan a ti.
Nos violan a todas.
Yo sí te creo, hermana.
Y creo en un lugar mejor.
En un futuro mejor.
Creo en construir y en luchar.
Para que ninguna mujer sea juzgada por ser violada.
Para que nuestras hijas, primas, hermanas, madres, abuelas, nietas, tías, desconocidas, lejanas o cercanas.
No se sientan culpables.
Por ser agredidas.
Yo sí te creo, hermana.
Y nos hacemos fuertes creyéndote a la vez.
Y nos volvemos invencibles.
Como una manada que protege a una cría.
Para que cruce el río.
Y pueda llegar a la orilla.
Sana y salva.