Instalados en la cultura de la inmediatez, olvidamos que lo único que existe es este preciso instante. Conseguir vivir el presente con una atención plena alejará la frustración e incluso la ansiedad que puede provocar la incertidumbre del futuro. En el siguiente video, Sergi Torres da las claves para incluir el pasado y el futuro en el momento presente.
VIVE CONSCIENTEMENTE AQUÍ Y AHORA
Es muy curioso que después de muchos años de investigación como seres humanos, viviendo nuestra experiencia humana, aún no hayamos descubierto que el único instante en el que nuestra experiencia de vida sucede es este, el presente. Es muy curioso cómo hemos desarrollado una mentalidad o una perspectiva de nuestra propia vida o de nuestra propia existencia que tiene toda la atención puesta en nuestro pasado y en su proyección futura.
Es decir, que en todo lo que yo estoy experimentando ahora está básicamente puesta la atención en cómo yo he vivido hasta ahora mi experiencia humana. Eso, sin darme cuenta, impide que yo pueda experimentar mi instante presente de forma plena. Por lo tanto, es muy lógico que me sienta frustrado en la vida, me sienta vacío, me sienta no realizado. Y esa sensación de no estar realizado, de esperar que algo suceda en la vida, de que alguien aparezca que me llene, proviene de una no decisión mía de abrirme completamente a vivir la experiencia del presente.
Eso también implica que si voy a estar abierto a vivir el presente, tenga que dar la bienvenida a todo lo que sucede, y ahí nos encontramos con otro obstáculo. La mayoría de seres humanos hemos desarrollado una especie de crítica a la vida, de autojuicio, donde establecemos qué es lo que debe suceder y qué es lo que no debe suceder con la intención de llegar a ser felices. Es decir, que yo valoro lo que no debiera de suceder, porque eso me va a hacer infeliz, y valoro lo que sí debiera de suceder para que yo sea feliz, pero en ese mecanismo psicológico, en esa mentalidad, nunca estoy apreciando ni atendiendo mi experiencia presente, o lo que es lo mismo, el momento desde el que yo estoy generando mi pasado, el momento desde el que yo estoy generando mi proyección futura.
¿CÓMO EXISTE EL PASADO Y EL FUTURO?
Llegado a este punto uno podría pensar: “Ostras, entonces, el pasado no existe. El futuro no existe. No debo de tener recuerdos. No debo de tener planes”. Sin embargo, el presente no tiene nada que ver con la exclusión. El presente no excluye nada, lo incluye todo. ¿Qué significa? Que si tú estás recordando lo que hiciste ayer, si estás en el presente, serás consciente de que ese recuerdo no tiene nada que ver con el pasado, lo estás pensando ahora, lo estás recordando ahora, tiene que ver con el presente.
De la misma manera, imagínate que estás planificando irte a Islandia a pasar unas vacaciones dentro de tres meses. Ese plan, si tú lo vives a tiempo real, si tú lo vives mientras lo estás planificando, te permitirá vivir ese viaje ya plenamente antes de que se lleve a cabo. Es decir, esto implica también que cuando yo miro al pasado, yo estoy construyendo ahora ese pasado. Fíjate que a menudo, en función de cómo yo me siento, aparecen ciertos recuerdos que están vinculados a esas emociones. Por lo tanto, yo estoy recordando, estoy configurando, estoy creando todo un abanico de pensamientos que apoyan ese sentimiento, así que estoy creando mi pasado desde mi presente.
Lo mismo ocurre en el futuro. Yo estoy creando un futuro en función de cómo me siento ahora, creyendo que es basándome en cómo me siento antes, pero esa disociación mental en realidad la hacemos nosotros sin darnos cuenta.
CÓMO VIVIR EL PRESENTE EN ESTA SOCIEDAD DE LAS PRISAS
Tal y como vivimos, por ejemplo, hoy en día, en nuestra sociedad o en nuestra cultura parece que esta mentalidad presente no tiene cabida, porque vivimos planificando cosas, intentando conseguir metas todo el tiempo e intentando mejorar nuestro pasado, pero es muy simple si lo miramos desde la perspectiva del presente.
De nuevo fíjate que no tiene nada que ver con aprender a vivir el presente, si no de empezar a decidir pequeños momentos de presencia, pequeños momentos de presente: ¿cómo me siento yo ahora?, ¿qué estoy pensando ahora?, ¿dónde estoy ahora?, ¿qué sucede ahora? Y cuando empiezo a dejarme impregnar por eso, eso también incluye la cultura de las metas. ¿Cómo me siento yo cuando tengo una meta que cumplir ahí enfrente?, ¿esa meta está en el futuro realmente o yo ya la estoy sufriendo o disfrutando ahora?
Y ese espacio, a medida que yo me permito sentarme en mí mismo, sentarme en mi experiencia presente de vida, me doy cuenta de que la cultura actual de las prisas y la cultura del recordar, se va diluyendo, se va poniendo a su lugar y me permite expresarme y experimentarme a mí como ser humano sin depender de todo aquello y al mismo tiempo enriqueciéndome de todo eso. Es como que la presencia o la mentalidad presente me permite ser un ser social sin ser esclavo de la mentalidad social o de la mentalidad cultural. En el fondo, eso es lo que es la creatividad y la mentalidad genial: vivir en el presente.