En un mundo que parece estar siempre corriendo hacia el mañana, olvidamos a menudo lo más importante: el presente. Mario Alonso Puig, autor de El camino del despertar y todo un experto en materia de felicidad, revela la clave para alcanzar un futuro pleno. No se trata de perseguir constantemente lo que está por venir, sino en aprender a vivir aquí y ahora.
Según explica el experto, abrazar el presente es la única forma de construir una vida realmente significativa y satisfactoria. Pero ¿por qué? ¿Qué mecanismos operan en nuestra mente cuando vivimos en el presente? ¿Y cómo podemos lograrlo cuando las preocupaciones por el futuro nos amenazan? En este artículo encontrarás las respuestas a algunas de estas preguntas.
La preocupación por el futuro
“Cuando una persona quiere tener un buen futuro, lo primero que tiene que buscar es tener un gran presente”. Esta frase, con la que Mario Alonso Puig comienza su explicación en una entrevista para la plataforma Aprendemos juntos, de BBVA, puede parecer, en principio, contradictoria.
Sin embargo, encierra una gran verdad. El experto explica que, cuando vivimos angustiados por el futuro, en un estado constante de ansiedad y estrés, experimentamos un deterioro en el funcionamiento del cerebro que nos lleva a desconectarnos del presente.
Una vez sucede esto, somos incapaces de percibir lo que sucede en nuestro presente, de actuar, de poner remedio a los problemas y de aprovechar las ventajas que se nos ofrecen. Tiempo después nos encontramos ante un futuro que no nos satisface, que nos disgusta. Y nos decimos a nosotros mismos, “claro, así era el futuro”.
Pero Puig afirma que “el futuro no es algo que uno se encuentre, es algo que uno crea”. Por eso, ante las preocupaciones por el futuro, lo mejor que podemos hacer es centrarnos en el presente. Para actuar en el ahora y convertirlo en el mañana que deseamos.
El poder del presente
Aunque este efecto, a simple vista evidente, sea razón más que suficiente para centrarnos en el presente, no es lo único que debe interesarnos del presente. Mario Alonso Puig afirma que cuando uno está en el aquí y en el ahora, es más fácil alcanzar la felicidad que si estamos distraídos, desconectados.
El presente, al fin y al cabo, no es algo básico ni algo banal. Es todo lo que existe, es el lugar en el que sucede todo. Y por eso, precisamente, debemos vivir de forma consciente, para disfrutar de lo que está pasando ante nuestros ojos, sin que se nos escape por estar demasiado centrados en el futuro, o en el pasado.
¿Cómo abrazar el presente?
Resulta fácil decirlo, pero no hacerlo. Desde el budismo hasta el mindfulness, son muchas las disciplinas y las prácticas, tanto espirituales como psicológicas, que buscan enseñarnos a vivir en el presente.
De todas ellas, hemos aprendido grandes lecciones. Técnicas, herramientas y hábitos que pueden ayudarnos a conectar con el presente. A continuación, te dejamos algunas de ellas, para que las pruebes y elijas las que mejor encajan contigo y con tu situación personal.
Respiración consciente
Dedica unos minutos cada día a enfocarte en tu respiración. Inhala profundamente por la nariz, mantén el aire unos segundos, y luego exhala lentamente.
Las técnicas de respiración conscientes calman el sistema nervioso y reducen el estrés, ayudando a centrar la mente en el presente. Nos saca de la rumiación sobre el pasado y de la ansiedad sobre el futuro.
Chequea tu cuerpo a lo largo del día
Durante el día, al acabar cualquier actividad, dedica uno o dos minutos a observar tus sensaciones físicas, tus emociones y todo lo que te rodea sin juzgar. La idea no es emitir juicios o castigarte a ti misma por lo que sientes, sino observarlo con curiosidad.
Estas pequeñas pausas ayudan a romper el “piloto automático” en el que solemos vivir, permitiéndote reorientar tu atención al aquí y al ahora. Esto fortalecerá tu conciencia plena en tu día a día.
Escribe un diario de gratitud
Todas las noches, antes de ir a dormir, escribe en un cuaderno o en tu teléfono tres cosas por las que estás agradecida. Da igual lo pequeñas o grandes que sean. Lo importante es que te centres en el sentimiento de gratitud.
La gratitud cambia tu enfoque hacia lo positivo, conectándote con lo satisfactorio de tu presente desde una mentalidad adecuada. Está demostrado que llevar un diario de gratitud aumenta el bienestar emocional y reduce la ansiedad cuando se convierte en un hábito.
Usa los cinco sentidos
Cuando te sientas estresada o angustiada, respira y céntrate en cada uno de tus sentidos. Enumera cinco cosas que ves, cuatro cosas que puedes tocar, tres cosas que puedes oír, dos cosas que puedes oler y una cosa que puedes saborear.
Este ejercicio te ayudará a conectar con el presente por medio de las experiencias sensoriales. Es una herramienta muy eficaz para alejarte de pensamiento angustiante o estresantes y volver a conectar con lo que está sucediendo a tu alrededor.
Acepta tus emociones
Para acabar, cuando sientas una emoción fuerte, en lugar de luchar contra ella, siéntela de forma completa. Observa cómo cambia, como fluye. No la juzgues, no discutas. Simplemente, acéptala.
Como decía Carl Jung, “lo que se resiste, persiste”. Intentar reprimir tus emociones solo las intensifica. Aceptarlas, por el contrario, te ayuda a procesarlas mejor y te devuelve al presente, que es el único lugar en el que puedes gestionarlas.