Como la propia palabra indica, "des-ayuno" es lo primero que comemos o bebemos después de un ayuno.
Durante la noche, mientras descansamos, nuestro cuerpo cumple varias funciones de reparación, oxigenación, sanación y eliminación de toxinas, muchas de las cuales las realiza el hígado. Y debemos respetar esas horas de ayuno, que deberían ser 10 o, idealmente, 12. Por ejemplo, si cenas a las 8 de la tarde, te conviene desayunar a las 8 de la mañana.
Y ¿qué es lo que deberías tomar teniendo en cuenta que tu cuerpo ha estado 12 horas sin recibir alimento ni bebida? No puede ser algo pesado ni debes olvidar que, antes que nada, tu cuerpo necesita rehidratarse.
Puede ser un vaso de agua de calidad a temperatura ambiente o templada, sola, con una tercera parte de agua de mar o con un poquito de zumo de aloe vera; puede ser agua de coco o puedes añadir limón, para romper el ayuno con agua con limón, o bien hierba de trigo; también puede ser una infusión, caldo de verduras o directamente un zumo verde o batido verde.
Intenta "masticar" bien la bebida y tomarla poco a poco para que tu estómago no se hinche de repente y luego los jugos gástricos no puedan hacer correctamente su función cuando empieces a comer. En ningún caso es recomendable tomar una bebida fría de buena mañana.
A continuación, ya puedes introducir algunos alimentos. Prioriza los alimentos vivos, energéticos y nutritivos. Lo ideal es que haya verduras de hoja verde, hortalizas o germinados; grasas saludables de semillas, frutos secos, aguacate o aceite de calidad; y cereales integrales.
Aquí tienes algunas ideas: