La avena, remojada en leche vegetal, se ablanda y da a la leche una textura muy cremosa, lo que la hace ideal para elaborar unas reconfortantes gachas en cualquier época del año.
En esta receta, la hemos combinado con uno de los alimentos estrella de finales de verano: la uva, que ofrece un contrapunto perfecto de sabor y enriquece la receta con todos sus beneficios para la salud. De todas formas, en otras épocas del año, puedes recurrir a otras frutas de temporada y experimentar con otras combinaciones.
La avena, consumida de forma habitual, contribuye a proteger la salud cardiovascular gracias a sus antioxidantes y a su fibra. Tiene un efecto prebiótico, con lo que ayuda a mantener sana la microbiota, y además resulta muy saciante.
La uva tiene propiedades antioxidantes que ayudan a prevenir los trastornos cardiovasculares y el cáncer, pero también sustancias que, al actuar en conjunto, depuran y revitalizan el organismo.
El coco aporta un delicioso toque de sabor tropical.
Ingredientes para 4 personas
- 20 uvas
- 200 g de copos de avena
- 1litro de leche de almendras
- 5 cucharadas de concentrado de manzana
- 1 ramita de canela
- 1 cucharada de coco rallado
- 1 ramita de hierbabuena para decorar
Preparación (20 minutos + 8 minutos de cocción)
- Se pelan las uvas, se parten en rodajas y se les retiran las semillas.
- Se calienta la leche de almendras junto con el concentrado de manzana y la ramita de canela.
- Cuando empiece a hervir, se añade el coco rallado y los copos de avena en forma de lluvia, para repartirlos bien.
- Se deja cocer durante cinco minutos, removiendo suavemente con una cuchara de madera.
- Se retira del fuego, se añaden las uvas y se deja reposar tapado cinco minutos más para que los copos y la fruta se caramelicen con el calor residual y se integren bien los sabores.
- Se sirve en tazones grandes individuales y se decora con hierbabuena.
Una ración de esta receta te aporta: 317 calorías, 52 gramos de hidratos de carbono, 6 gramos de proteínas y 9 gramos de grasas.