Una oportunidad para ser creativo
Para los que disfrutamos cocinando, las fiestas navideñas son una oportunidad de oro para dar rienda suelta a nuestra creatividad y la excusa perfecta para diseñar unos platos atractivos y que sepan a gloria.
Las expectativas de los invitados suelen ser altas y no siempre tenemos el tiempo que nos gustaría. Pero no tiene por qué ser un problema ya que, si nos sabemos organizar, se puede preparar un menú festivo de una manera sencilla, sin tener que pasar más tiempo del necesario entre los fogones.
Cuando cocinamos, nuestra actitud se trasmite a la comida, como si se tratase de un condimento más, de manera que siempre será mejor un plato sencillo hecho con amor que una receta sofisticada pero vacía de sentimiento e intención.
Algunos de los manjares típicos de estas fechas vienen de una tradición que nos conecta con el pasado. Hay recetas simbólicas, como el roscón de Reyes, que nos recuerdan la importancia del periodo astrológico que estamos viviendo.
Sin embargo, salvo algunas excepciones, los ingredientes vegetales no han tenido mucho protagonismo en el recetario navideño, probablemente porque durante estas fiestas se aprovechaba para hincarle el diente a productos que eran escasos o de lujo para las clases humildes, como la carne o el marisco.
Pero las costumbres cambian y se impone una forma de alimentarse más sana y responsable. Ahora podemos vestir el clásico menú de Navidad con otros aromas y sabores.
Los platos tradicionales tienen a veces ingredientes que no entran en nuestro ideal de alimentación. Pero cada vez es más fácil hacerse con alimentos que ayudan a versionarestas recetas para hacerlas más nuestras, más éticas y saludables: un turrón sin huevo, endulzantes de bajo índice glucémico, proteína vegetal, etc.
Para crear el mejor ambiente
Lo importante –tanto si sigues la tradición con variantes como si prefieres algo nuevo– es ofrecer una mesa festiva que refleje un ambiente hogareño y alegre, y esto es fácil de conseguir con alimentos frescos, con mucho colorido y cuidando los detalles para que sean agradables a la vista.
Una comida o una cena navideña puede ser ligera y dejar a los comensales satisfechos. El truco está en hacerla variada, con suficiente fibra vegetal, y montar unos entrantesatractivos en los que haya diferentes alternativas para elegir.
Esta época del año es propicia para la reconciliación y el agradecimiento. Y el cocinero, con los alimentos que elige y la manera en que los cocina, puede contribuir a que afloren estos sentimientos. Para conseguirlo hay que elegir alimentos que tengan una condición energéticayang (cereales integrales, seitán, legumbres, algas, frutos secos) y formas de cocción que generen calor interno, como el horneado, el estofado o los salteados largos.
Los mejores ingredientes son los de temporada, y ahora los tenemos excelentes: endibias, escarola, remolacha, col, nabo, manzana, uva, chirimoya… Y las mejores especias ahora son la canela, el clavo o la nuez moscada. ¡Disfrutad!