¿Cuántas veces, durante un día normal, te has sentido abatido, cansado, confundido o desmotivado? A veces, la cotidianidad del día a día nos provoca un sinfín de emociones difíciles de gestionar. A veces incluso nos acabamos dejando arrastrar por el mal humor, el pesimismo o la negatividad.
La meditación puede ser un ejercicio sano y de gran ayuda para poner coto a esas desagradables sensaciones. No esperes a que sea de noche para meditar y encontrarte mejor ni lo dejes para el día siguiente. Cualquier momento del día es bueno para meditar.
Pensemos en las máquinas. Todas suelen tener un botón de reinicio o de reset. Cuando nos falla el ordenador, se interrumpe la conexión de internet o no funciona el móvil, lo primero que hacemos es apagar y volver a encender. Esta meditación es el mejor reinicio para nuestra mente y nuestras emociones.
Meditación guiada en 10 minutos
No te dejes llevar por los pensamientos negativos ni por el mal humor. Tu estado de ánimo solo depende de ti y una manera óptima de entrenarlo día tras día es con la ayuda de la meditación.
Beneficios de una meditación de 10 minutos
Quizás podría parecerte que, para disfrutar de los beneficios de la meditación, tienes que estar meditando durante mucho rato. Realmente, es más importante la constancia que el tiempo que dediques a meditar.
Con esto quiero decir que no sirve de nada meditar dos horas una vez al mes y que, en cambio, sí que resulta verdaderamente positivo meditar cinco o diez minutos a diario. Por lo tanto, esta práctica que te presento hoy es perfecta para ir adquiriendo el hábito de la meditación y empezar a sentir sus beneficios:
- Meditar diez minutos al día.
- Mejorará tu concentración y tu memoria.
- Sentirás que mejora tu estado de ánimo.
- Te entregarás a tus ocupaciones diarias con mucho más entusiasmo.
- Te ayudará a reducir los síntomas de la ansiedad.
- Incrementará tu energía.
- Te ayudará a prevenir enfermedades o incluso la pérdida de memoria.
Cómo hacer esta meditación de 10 minutos
Haz esta meditación en cualquier momento del día en que te sientas agobiado y sobrepasado por los acontecimientos.
- Enciérrate en tu despacho, en una sala de la oficina, en tu habitación o en el baño. Da igual. Lo que necesitamos es un lugar tranquilo. Nada más. Solamente serán diez minutos. Así que hace falta que sea un lugar lo más idóneo posible. Aprovecha para largar el control y practicar la aceptación.
- Estés donde estés, procura tener la espalda erguida. Si puedes, antes de meditar, quítate los zapatos y pásate un poco de agua por los pies. Medita descalzo.
- Haz la meditación con auriculares. Sentirás el sonido más envolvente y podrás aislarte mejor del ruido exterior.
- No te sientas culpable si necesitas parar y mirarte las cosas desde otra perspectiva. Estás en tu derecho y no hay nada negativo en ello.
- Antes de hacer la meditación, piensa qué palabra te gustaría que describiera tu estado de ánimo al terminarla: ¿calma?, ¿amor?, ¿paciencia? Gracias a este ejercicio vamos a ir a buscar esa palabra en tu interior y haremos que aflore.
- Empezaremos practicando un ejercicio de respiración que nos ayudará a equilibrar el sistema nervioso. Es la respiración cuatro-cuatro, gracias a la cual igualamos el tiempo de inhalación y el tiempo de exhalación. De esta manera, conseguimos coherencia cardíaca.
- La ansiedad, la tristeza o la ira pueden hacer que nos sintamos cansados y sobrepasados por los acontecimientos. Este tipo de emociones afectan a la frecuencia cardíaca. Gracias a los ejercicios de respiración podemos reequilibrar y recobrar la coherencia cardíaca, ese estado en que los latidos de nuestro corazón son armoniosos y regulares.
- Todo lo que pensamos y sentimos afecta directamente a nuestro cuerpo y a nuestro sistema nervioso. Si los latidos del corazón están descompensados, todo el cuerpo vivirá en desequilibrio. Por eso es tan importante fijar la atención en la respiración y en el corazón, porque así conseguiremos equilibrar el sistema nervioso y nuestro estado mental y emocional.
- Una vez finalizado el ejercicio de respiración, haremos una suave relajación corporal que nos ayudará a aligerar los pesos innecesarios que pueda estar sosteniendo nuestro cuerpo. Te invito a que te abras y sueltes todas las tensiones. No tengas miedo y permítete relajarte.
- A continuación, verás que insisto en la visualización del color blanco. El color blanco es el más adecuado para cuando nos sentimos agobiados o sobrepasados por las circunstancias. Se relaciona con el chacra de la coronilla, con la conexión con lo divino. Sea como fuera, deja que esa visualización vaya limando las incomodidades que sentías antes de meditar.
- Al terminar, si te apetece, puedes hacer sin problema dos veces seguidas esta meditación. La tienes a tu disposición siempre que la necesites.
- Permítete meditar y, sin prisas, ve volviendo a tu centro sintiendo cómo se va equilibrando tu mente.