La primavera es el amanecer. Invita a salir al aire libre, no solo por el clima cálido sino también porque, tras el largo descanso del invierno, el cuerpo necesita estirarse y movilizar las articulaciones. Los chinos creen que el exceso de descanso perjudica a la energía a causa de su estancamiento. El chi ha de estar en movimiento, como la naturaleza: cambio de estación, de temperatura, de estado...

Según la medicina tradicional china, la primavera marca el inicio de una nueva etapa en la que el hígado y la vesícula biliar toman el mando. Cuidar estos órganos a través de la alimentación y unos hábitos saludables ayuda a afrontarla con vitalidad renovada.

La primavera según la medicina tradicional china

En medicina tradicional china la primavera se identifica con el hígado y su color no podía ser otro que el verde; su sabor es el ácido, la emoción vinculada, la ira, y su tejido, los tendones y las uñas.

También se corresponde con el elemento madera/árbol, pero no solo es el concepto de madera en sí, sino todo lo que eso simboliza: flexibilidad dentro de la rigidez, movilidad dentro de lo inmóvil, transformación de lo fluido en sólido. La tendencia de la madera (el árbol) es siempre ascendente y expansiva.

Ese crecimiento y cambio constante a menudo provocan el viento, el elemento del clima asociado con la primavera. El viento es fruto de esa agitación vivida, esa sinfonía vital en la que los instrumentos se unen para dibujar una composición armónica de colores y formas.

El mundo es cambio continuo, nada se detiene, y la función del hígado, el órgano de la primavera, es shu xie ("abrir el camino y mantenerlo libre al paso del chi"). Es como la guardia urbana: mantiene la fluidez del tráfico con autoridad y no le gusta que le causen problemas.

Cómo cuidar la salud en primavera según la medicina china

Según la medicina china, esto es lo que debe hacerse en primavera:

  • Dormir por la noche y despertarse de madrugada.
  • Hacer ejercicio físico de forma natural y cómoda sin excederse demasiado.
  • Salir de casa, tener contacto con la naturaleza, con la tierra y el cielo, sentir el movimiento del viento.
  • Estirar los tendones y los músculos, desperezarse tras el descanso y dar paso al movimiento.
  • Cuidar los alimentos y no sobrepasarse, sobre todo con las bebidas alcohólicas.
  • Elegir el sabor ácido y las verduras de hoja verde, que en su justa medida benefician al hígado.

5 propuestas depara ganar energía en primavea

  • Alimentar el yang. La primavera y el verano son el tiempo de nutrir y alimentar el yang. Como el yang se arraiga en el yin, los alimentos de primavera se aconseja que sean de naturaleza fresca y los de verano, de naturaleza fría, para que así se equilibre la energía. Hay que comer, por tanto, alimentos frescos y ligeros, como las verduras -a ser posible verdes, como espinaca, acelga, apio, pepino, lechuga romana, soja verde-, frutas como la manzana, el limón y la naranja, y bebidas como el té verde.
  • Taichi y chikung. Después de un sueño reparador, el despertar no puede ser demasiado brusco: ha de ser como un susurro de viento que invita a estirar los huesos y las articulaciones. Por eso, son muy beneficiosos el taichi y el chikung, con sus movimientos armoniosos y fluidos.
  • Estirarse. Hay muchas tablas de estiramiento, pero lo importante no es la tabla sino practicarla. Hacer estiramientos es, como el nombre indica, estirar músculos, tendones y ligamentos, movilizar las articulaciones a conciencia sin forzarlas ni sobrecargarlas. Es como engrasar una bicicleta guardada en el trastero: hay que hacerlo despacio, por partes y con movimientos suaves.
  • Vivir la naturaleza. Caminar por la montaña, pisar la tierra, abrazar los árboles, sentir la brisa --ensanchando la caja torácica- y contemplar el cielo y las nubes son ejercicios muy recomendables en primavera. Ir al campo, tener contacto con la naturaleza, alimentar los ojos de bosques y prados es, indirectamente, como llenar el hígado de su propio color: el verde.
  • Masajear el hígado. Al mover brazos y piernas, se moviliza el meridiano de hígado muy energéticamente. Un masaje fácil de realizar es friccionar los dos costados oblicuamente desde las axilas hacia el ombligo. Masajear esta zona estimula el hígado y mejora sus funciones básicas.

Los problemas de la primavera y su origen según la medicina china

La primavera debería ser una estación de esperanza y prosperidad, ya que es la base de todas las demás que vienen después.

Sin embargo, se está convirtiendo en una odisea a causa de la famosa fatiga primaveral y las alergias, principalmente al polen.

La astenia primaveral puede enfocarse como una prolongación del descanso e inmovilidad del invierno: la energía se estanca e incluso llega a hundirse por el frio y, al tener que cambiar de estado, se requiere un esfuerzo al que el cuerpo no llega a responder.

Imaginemos un brazo inmovilizado durante tres meses: al querer hacer un movimiento no tiene suficiente fuerza ni agilidad, ante lo cual se agota enseguida. En este caso, lo que deberíamos mirar es la estación anterior y ver si se ha mantenido el ritmo y el cuidado necesario para alimentarse bien y descansar equilibradamente.

Si se siguen unos hábitos saludables, el cuerpo responderá siguiendo el curso natural del tiempo.

La alergia es otro aspecto muy común del desequilibrio energético. Sucede en todas las estaciones, aunque en primavera se agudiza por la polinización de los árboles y las plantas, ya que el viento contribuye a que la gran misión de la vida se cumpla sin desvío ni detenimiento.

La alergia implica una debilidad del chi de pulmón, que no genera suficiente wei chi, el chi vital que nos defiende de los cambios climáticos y sus fenómenos naturales. El wei chi necesita la ayuda del chi de bazo/estómago y del chi vital de riñón.

Volvemos a lo de antes: para el buen funcionamiento del cuerpo no se trata de hacer bien una parte del trabajo. Se necesita la colaboración entre todos los órganos vitales, pues cada órgano es independiente pero al mismo tiempo interactivo, tal y como se refleja en la naturaleza (con los cambios de estación, el sol y la luna, el día y la noche...).

Cuidar el chi del hígado en primavera

El hígado también almacena la sangre. Según la medicina china, ésta circula de día por todo el cuerpo y, cuando llega la noche, descansa en el hígado.

El factor climático está muy sutilmente ligado a la gente. La sabiduría popular se nutre de una inmensa memoria humana que, por muy extraño que parezca, comparte los conocimientos ancestrales sin distinciones de cultura o territorio.

Aquí hay un dicho que dice que "la primavera la sangre altera". Teniendo en cuenta la función del hígado, "la sangre altera" se puede entender, según la medicina china, como que en primavera el clima predominante es el viento, que afecta más al hígado, que tiene almacenada principalmente la sangre y la agita.

En medicina china, el hígado y su pareja energética, la vesícula biliar, son órganos relacionados con la capacidad de decisión y la honradez.

El buen funcionamiento del hígado tiene mucho que ver con su fluidez. Las causas que la impiden son principalmente emocionales: la ira y el disgusto bloquean el chi de hígado, aunque también los malos hábitos alimentarios -exceso de grasas y proteínas- y el abusar de bebidas alcohólicas.

En China se considera que el cuerpo debe cumplir con sus deberes sin necesidad de practicar una dieta depurativa, bastando una alimentación equilibrada.

Lo que sí se procura es combinar la dieta con algunas plantas medicinales para drenar y suavizar el hígado. Chai Hu (Bupleurun Chinensis), Zhi zi (Gardenia Jasminoide), Pu Gon Ying(Crí- santemum), Fang Feng (Lede- bouríella seseloides), Qing Pi (Perícarpium) y Chuan Xiong (Lingusticum chuanxiong) son algunas de ellas.

Entre nuestras plantas más cotidianas, se consideran buenas para el hígado la manzanilla, el té verde, el té de jazmín, el poleo menta y el boldo.

Gran parte de las dietas depurativas practicadas en Occidente tienen en común su sabor ácido, normalmente a base de zumo de limón. Es otro buen ejemplo de convergencia con la medicina china, ya que el ácido es el sabor del hígado, y cuidando el hígado se depura la sangre.

El hígado sufre los trastornos de calor y exceso causados por el bloqueo, y como su tendencia es a ascender -por su naturaleza de crecimiento hacia arriba puede originar problemas de cabeza, como mareos, vértigos, cefaleas, conjuntivitis, acúfenos, sordera o tendencias de ascenso descontrolado como la hipertensión arterial o la fiebre.

En medicina china, los picores se consideran la agitación del viento en forma física y, si se combinan con el calor o el fuego, se manifestarán con erupciones y rojez en la piel.

Otro de los síntomas característicos del hígado es el suspiro, causado por el bloqueo de chi, acompañado de sensación de opresión en el pecho e hinchazón de barriga. Es el síntoma típico de desorden en el mantenimiento de las vías de libre paso y suele ser por algún disgusto o enfado.

Una manera sencilla de desbloquear la congestión es ¡gritar! Ir a la montaña, a la playa o a algún descampado, poner el grito en el cielo o dar patadas y puñetazos a un saco de arena también son una buena forma de liberarse de disgustos y preocupaciones.

Una vida larga y próspera empieza en primavera

En el clásico libro de medicina china Huang Di Neijing (Libro del Emperador Amarillo), el emperador pregunta:

-He oído que los antepasados alcanzaban los cien años sin perder la movilidad. Hoy la gente a los cincuenta años ya tiene la movilidad deteriorada, ¿es porque el tiempo ha cambiado? ¿Hay fallos humanos?

Le contesta Qi Bo, su sabio consejero:
- Los antepasados conocían el tao ("la ley de la naturaleza"), que se basa en el yin y el yang, y buscaban la armonía con métodos para cuidarse física y mentalmente, se alimentaban con mesura, seguían unos hábitos cotidianos, no se excedían en los trabajos, y por eso podían mantener tanto su forma física como su estado espiritual y disfrutar de la vida hasta que llegaba el fin de sus días, viviendo hasta los cien años.

Por el contrario la gente de hoy bebe alcohol con frecuencia, se excede a menudo, llega a casa ebria, agota la energía por satisfacer sus deseos sexuales, le gusta derrochar, no sabe conservar la energía pura, no es capaz de salvaguardar y regular su necesidad espiritual, sólo quiere gozar la felicidad momentánea sin tener en cuenta el bienestar duradero, no tiene medida en el día a día, y por eso envejece a los cincuenta".

Así pues, hace más de dos mil años, en el lejano reino donde la gente vivía autosuficiente y longeva, los secretos se basaban en el respeto a la naturaleza y a unas normas muy básicas.

"La primavera son tres meses, nace lo nuevo y se va lo viejo. Se activa el chi de crecimiento en el universo, los seres vivos brotan con esplendor", comenta también el sabio.

"Si no se siguen las normas, se daña el hígado e inducen las enfermedades de verano, perjudicando las evoluciones del resto del año".

Libros sobre salud estacional y medicina china

  • La medicina china; Dr. Stephen Gascoigne. Ed. RBA-lntegral
  • La salud y las estaciones; Dr. Elson M. Haas. Ed. Edaf