Cuando llega este momento del año en que aumentan las temperaturas a menudo deseamos dar rienda suelta a nuestra vitalidad, pero el cuerpo no nos acompaña, nos sentimos cansados y apáticos.

Esta situación es común en los cambios estaciones, pero tiene solución: podemos favorecer la adaptación a través de una dieta ligera y depurativa y de plantas medicinales que ayuden a eliminar toxinas acumuladas.

El efecto será mayor y más rápido si se acompaña este detox físico de primavera de una limpieza mental, emocional y física.

Según la medicina china, la primavera supone un cambio en las tendencias energéticas del organismo. El hígado se alza como protagonista y resulta adecuado prestarle apoyo en su función depuradora.

En este vídeo descubrirás cuáles son las plantas medicinales más efectivas para cuidar el hígado:

Pero el objetivo del détox, y por eso también en parte hablamos de un détox integrativo, va más allá de lo físico, pues los resultados se reflejan también en el estado de ánimo

Aquí te presentamos 7 claves para que puedas hacer un detox de primavera realmente integrativo de forma fácil y eficaz:

1. DIETA DETOX con nutritivas recetas ayurvédicas

La milenaria medicina tradicional de la India da una gran importancia a los métodos de depuración para conservar o recuperar la salud.

Los kitchari son recetas depurativas que combinan judías mungo amarillas partidas, arroz basmati, ghee (mantequilla clarificada), especias como comino, cilantro, cúrcuma y jengibre. Se puede acompañar con coles y otras verduras.

Es un menú nutritivo y digestivo, que desintoxica el cuerpo y equilibra los doshas o energías que gobiernan el funcionamiento del organismo, según la medicina india.

Después de 3-7 días, puedes sentirte más ligero, con más energía y claridad mental e, incluso, con mejor sueño.

La práctica del yoga y la meditación, tal como se hace en las curas panchakarma, solo mejora los resultados.

2. limpiar el HÍGADO Y LOS RIÑONES

La medicina naturista europea recomienda el ayuno y ciertos alimentos beneficiosos para el hígado y los riñones, los principales órganos depuradores.

El ayuno puede realizarse cada noche si separamos la cena del desayuno unas 16 horas. Es lo que se conoce como ayuno intermitente.

Para empezar el día, puedes tomar un vaso de agua con unas gotas de limón y después un batido o un bol con frutas, hojas verdes, leche vegetal y semillas de lino y chía, por ejemplo.

En el almuerzo y la cena se pueden incluir alimentos beneficiosos para los órganos depurativos:

  • Alcachofas: Los principios activos de la alcachofa –como la cinarina, entre otros– ayudan al hígado a metabolizar las grasas y depurar toxinas. Puedes cocinarlas de muchas formas, por ejemplo, rellenándolas de trigo sarraceno tostado y cocido para crear un plato completo.
  • Fresas: Son ricas en compuestos que aumentan la formación de orina, lo que contribuye a reducir la tensión arterial y eliminar el ácido úrico. Conviene elegirlas ecológicas para evitar los restos de pesticidas.
  • Espárragos trigueros: Son ricos en fibra, clorofila, potasio y ácido asparagínico, una fórmula con efecto diurético, depurativo y antioxidante.
  • Diente de león: Las hojas de esta planta se pueden tomar en ensalada. Sus propiedades se deben principalmente a la taraxina, que estimula las funciones hepáticas y biliares. Además es muy diurética. Se puede tomar también la infusión de una cucharada de hojas por taza. 
  • Otros alimentos interesantes son los que estimulan la producción de glutatión, un agente que actúa como un desintoxicante en cada célula del cuerpo: coles, ajo, cebolla, puerros, nueces y rabanitos.
  • Reducir la sal y aumentar la ingesta de agua, caldos y batidos verdes son otras recomendaciones naturistas.

3. infusiones DEPURATIVAS (u otros remedios con plantas medicinales depurativas)

Los herbolarios cuentan con un arsenal de plantas que estimulan el funcionamiento de los órganos depurativos.

Tomarlas en infusión, tintura o extracto seco es una manera sencilla de ayudar a nuestro cuerpo a deshacerse de residuos tóxicos para recibir la primavera a pleno rendimiento.

  • Cardo mariano: Tomarlo en infusión ayuda a regenerar los hepatocitos (células del hígado). También puedes tomar su principal principio activo, la silimarina, en suplementación.
  • Schisandra: Esta baya mejora el funcionamiento del hígado, sobre todo si se combina con cardo mariano.
  • Bardana: Estimula el vaciado de bilis de la vesícula biliar al intestino, ayuda a sudar si haces ejercicio y es diurética. Al facilitar la eliminación de toxinas a través de la orina y la piel, resulta muy depurativa.
  • Té rojo pu-ehr: El único té sin cafeína se considera desintoxicante porque estimula la expulsión de toxinas y activa el hígado y el bazo. Ayuda a reducir los niveles de colesterol, triglicéridos y ácido úrico.

4. LIMPIAR LOS PULMONES

Los tratamientos depurativos suelen centrarse en el sistema digestivo, pero pueden ampliarse a otros órganos, como los pulmones, que están expuestos a los alérgenos e impurezas presentes en el aire.

Puedes tomar las siguientes medidas:

  • Reduce tu exposición a todo tipo de productos que contienen fragancias artificiales, como cosméticos, productos de limpieza, detergentes, ambientadores, velas...
  • Mejora la ventilación de las habitaciones y, si es necesario, cuenta con aparatos depuradores del aire con filtros de alta eficiencia (HEPA).
  • Pasa más tiempo al aire libre, especialmente en bosques y cerca del mar. Aprovecha para realizar un ejercicio aeróbico (andar a paso ligero, correr, saltar, bailar...).
  • La respiración abdominal o diafragmática ejercita los pulmones y la musculatura respiratoria. Al inspirar, dirige el aire hacia el vientre durante cuatro segundos, retén el aire un par de segundos y espira lentamente durante ocho segundos. Puedes practicar sentado o tumbado con una mano por encima del ombligo para notar el movimiento del aire.

5. YOGA Y DRENAJE LINFÁTICO

El yoga es una práctica integral que actúa tanto a nivel físico, como emocional o espiritual.

Las asanas que implican una torsión (como Ardha Matsyendrasana o Jathara Parivartanasana) favorecen la depuración al estimular el hígado, la vesícula y los riñones.

Si no haces yoga, puedes realizarte un masaje en los costados, haciendo que tus manos los recorran desde las axilas al ombligo varias veces.

El masaje de drenaje linfáticofavorece la circulación de la linfa, que arrastra residuos celulares, células muertas, virus y bacterias para expulsarlos del cuerpo.

Lo ideal es recibir el masaje de un profesional cualificado, pero puedes hacerte una versión casera: aplica una presión muy leve con las manos y deslízalas lentamente desde cualquier parte de tu cuerpo en dirección al corazón: desde los hombros a las clavículas, por el cuello, los brazos, las piernas, etc.

6. DETOX MENTAL Y EMOCIONAL

No solo se sobrecarga nuestra parte física. Nuestra mente también se satura. El estrés constante nos inflama.

El cuerpo segrega adrenalina, noradrenalina y dopamina, los niveles de azúcar se elevan y se ralentizan algunas actividades metabólicas, incluidas las desintoxicantes.

Practicar alguna técnica psicofísica, como la meditación, la visualización, el yoga o el taichí re servirá para relajarte, para dedicarte un tiempo de conexión contigo mismo y cuidar tu propio mundo emocional.

Realizar un detox digital de vez en cuando permite recuperarse de la sobrecarga tecnológica.

Siempre conviene hacer un uso moderado del móvil y el ordenador, apagarlos por la noche (incluido el router) cuando tu cuerpo se esfuerza para recuperarse y, si es posible, disfrutar de fines de semana y vacaciones en el campo donde puedas olvidarte completamente de las pantallas y de las obligaciones laborales.

No solo descansará tu mente, sino que reducirás tu exposición a microondas y otras radiaciones electromagnéticas.

7. ADOPTAR Hábitos desintoxicantes

En realidad, cuidar la "limpieza" del organismo es un hábito que conviene mantener en el tiempo.

Se pueden tomar más o menos medidas en función de nuestras sensaciones, sin caer en la exageración y confiando en el cuerpo, que es increíblemente sabio y seguramente dispone de recursos que ni siquiera conocemos para mantenerse saludable.

Estas son algunas ideas que puedes incorporar a tu rutina:

CEPILLADO EN SECO

El cepillado en seco corporal abre los poros de la piel, estimula la excreción de impurezas y activa la microcirculación sanguínea. La técnica consiste en ir repasando la piel desde los pies hacia arriba con un cepillo de cerdas naturales y redondeadas o un guante de crin.

DORMIR MÁS

La falta de sueño aumenta el estrés oxidativo, favorece los desequilibrios hormonales y metabólicos, y la deficiencia de glutatión (desintoxicante celular). Dormir evita todos estos riesgos.

EJERCICIO FÍSICO

No solo es beneficioso para los sistemas muscoloesquelético y cardiovascular, también lo es para el hígado.

El ejercicio aeróbico y sobre todo el de fuerza ayudan a prevenir la acumulación de grasa en el hígado. Intenta realizar actividad física al menos tres veces a la semana durante 45 minutos.

COSMÉTICOS NATURALES

Los productos de cosmética e higiene son una importante vía de entrada de tóxicos en el cuerpo. Pueden evitarse utilizando productos naturales, preferentemente con alguna certificación como Ecocert, Cosmébio o Cosmos.

HIDROTERAPIA

Tomar cinco minutos de ducha tibia seguidos de 30 segundos de agua fría sirve para activar tu metabolismo y tus sistemas nervioso y endocrino.

La sauna también ayuda a eliminar pequeñas cantidades de tóxicos.

Encuentra tu cuidado a medida

Por la Dra. Josepa Rigau, especialista en medicina integrativa.

Todo ser vivo consume y transforma sustancias generando otras sustancias intermedias y finales que son altamente tóxicas y que deben ser neutralizadas y expulsadas del organismo.

Además, en el organismo penetran las sustancias contaminantes del entorno, que también deben ser eliminadas.

La desintoxicación es un proceso natural que se puede apoyar, pero hace falta conocer nuestras características individuales, sobre todo cuando hay síntomas.

3 FASES DETOX y las diferencias personales

La eliminación de residuos pasa por tres fases: en la primera, los residuos llegan al hígado en formas liposolubles; en la segunda, algunos se transforman en hidrosolubles; y en la tercera se preparan para salir del cuerpo después de pasar por el riñón y el intestino.

Si no se pueden eliminar, se depositarán principalmente en el propio hígado, el tejido conectivo, en el sistema nervioso o en la grasa corporal.

Las personas se diferencian en la velocidad y eficacia con que realizan cada fase.

  • Las personas con una fase 1 rápida acumulan metabolitos oxidantes que les provocan cansancio, dolores generalizados inespecíficos, insomnio, niebla mental e inflamación.
  • Las personas con fase 2 lenta o ineficaz pueden sufrir de hígado graso, mala tolerancia al estrés, crisis de pánico, depresión, problemas endocrinos, etc.
  • Las personas con fase 2 rápida pueden enviar tóxicos al intestino que afectan a la microbiota y a la permeabilidad intestinal.
  • Dentro de la fase 2 se producen distintos procesos que también pueden ser rápidos o lentos y causar distintos problemas. Por ejemplo, un déficit en el proceso de sulfatación se asocia con riesgo de alzhéimer y párkinson; y las personas metiladoras lentas no toleran bien el ayuno.

¿Molestias durante la depuración? Individualiza tu plan detox

Hay tres razones por lo que la detoxificación puede dar problemas de salud:

  • Una saturación por exceso de tóxicos internos y ambientales.
  • Una genética que condicione la funcionalidad.
  • La deficiencia de vitaminas, minerales o aminoácidos necesarios en los procesos de desintoxicación.

Existe una amplia oferta de productos y tratamientos detox, pero no todo sirve para todos. Cada individuo presenta características propias y responde de manera diferente.

No es extraño que durante un tratamiento no personalizado aparezcan molestias. Para obtener buenos resultados debemos ponernos en manos de un profesional de la salud que individualice el tratamiento detox.