La miel de una planta medicinal no sustituye a la infusión elaborada con ella, pero puede convertirse en un aliado complementario.
Si no se calienta por encima de 55°C, conserva su textura y sabor genuinos, junto a algunas de las virtudes derivadas de la planta de la que proceda este néctar.
Presentamos a continuación algunas de las mieles más frecuentes que, además de un delicioso sabor, aportan multitud de beneficios al organismo.