Mitigar el dolor es uno de los grandes retos de la medicina. Es la causa más frecuente de visita médica.

La convencional ofrece potentes soluciones químicas, pero sus efectos secundarios pueden ser un problema en el tratamiento de las enfermedades crónicas. En tales casos varias terapias naturales, sin efectos indeseables, se han demostrado científicamente eficaces.

Buena prueba de ello es el éxito de los tratamientos complementarios entre los pacientes con dolor y que los hospitales españoles los están incorporando en sus protocolos.

Tipos de dolor

La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor define el dolor como "una experiencia sensitiva y emocional desagradable, asociada a una lesión de los tejidos real o potencial".

Existen varios tipos de dolores en función de su duración, origen, localización o pronóstico:

  • El dolor agudo es limitado en el tiempo y tiene escaso componente psicológico. Viene a ser como un grito de socorro del cuerpo. Ejemplos son los causados por una apendicitis, un cólico renal o una fractura ósea. Suele requerir un tratamiento urgente de tipo convencional.
  • El dolor psicógeno tiene su origen en las experiencias íntimas y sociales del individuo. Los medicamentos tienen una eficacia escasa. Es imprescindible la psicoterapia y son adecuados los masajes orientales.
  • El dolor crónico dura más de seis meses y se acompaña de un componente psicológico. A menudo aparece y desaparece cíclicamente, como en los casos de artrosis, neuralgias o síndrome de colon irritable. En algunos casos, como la cefalea o la lumbalgia, se califican como benignos porque no están asociados al curso de una enfermedad. Las terapias naturales, como la acupuntura, son muy útiles porque carecen de toxicidad.
  • El dolor complejo o difícil no responde a la estrategia de los fármacos analgésicos. En estos casos están especialmente recomendadas las terapias complementarias.
  • El dolor iatrogénico tiene su origen en el tratamiento médico. Es el causado por una operación o por el efecto secundario de un medicamento.

La experiencia muestra que en nueve de cada diez casos seguir varios tratamientos a la vez, siempre bajo supervisión médica, es más eficaz que confiar en sólo uno de ellos.

Medicamentos para aliviar el dolor

Da igual el tipo de dolor: tanto si es migraña, dolor neurológico o de espalda, los medicamentos comunes interfieren en la llegada de la señal del dolor a las células nerviosas en la médula espinal y el cerebro.

Pero antes de prescribir un tratamiento es necesario determinar la intensidad. Para ello en las unidades del dolor hospitalarias siguen el protocolo de los cuatro escalones de la Organización Mundial de la Salud:

  1. El primer escalón se corresponde con los dolores continuos de ligeros a moderados, que son la primera causa de consulta médica en España y también la primera que acerca a las terapias naturales. En este caso se recomiendan analgésicos suaves que se venden sin receta (aspirina, paracetamol...). Pero que la venta sea libre no quiere decir que sean inocuos: los tratamientos prolongados o en dosis altas pueden provocar hemorragias intestinales o perjudicar al riñón y al hígado.
  2. Para los dolores de medios a fuertes -segundo escalón de la OMS- se prescriben principios activos similares a los de la adormidera (Papaver somniferum) como la hidromorfona. Dos cápsulas de este medicamento pueden eliminar el dolor todo el día, siendo el riesgo de adicción muy bajo y el perjuicio sobre los órganos depurativos, aceptable.
  3. Los dolores más intensos -escalones tres y cuatro- se tratan con morfina y otros principios activos casi igual de potentes que a veces se hacen llegar mediante inyecciones o catéteres al punto exacto del origen del dolor.
    En los casos extremos se opera para cortar los nervios que transmiten la señal del dolor, aunque la técnica tenga efectos secundarios importantes. Por otra parte, desde agosto de 2006 se cuenta con una nueva y potentísima sustancia analgésica de origen natural, la ziconotida, que se obtiene del veneno de un caracol marino llamado cono de mago. Es hasta mil veces más efectiva que la morfina y no resulta adictiva ni demasiado tóxica. Su único problema es que la administración es algo complicada: debe implantarse una pequeña bomba en el paciente para que libere el medicamento directamente en el fluido que rodea la médula espinal.

Acupuntura para aliviar el dolor

Además de los medicamentos existen terapias naturales que complementan su acción o que incluso pueden hacerlos innecesarios. La acupuntura es una terapia completa para tratar en el nivel energético todo tipo de problemas.

Una de sus principales aplicaciones y la más demostrada científicamente es el tratamiento del dolor, especialmente de cabeza, espalda, rodillas y hombros, aunque puede tratarse cualquiera: el dolor de parto, el postquirúrgico, el causado por las artritis y la artrosis, la fibromialgia, los dolores menstruales...

Entre 12 y 15 sesiones, aplicadas por una persona experta, pueden ayudar a vivir con una dosis mucho menor de dolor. Desde el año 1997, después de analizar 67 estudios rigurosos, el gobierno de Estados Unidos considera la acupuntura útil para tratar el dolor generalizado y los dolores musculares y esqueléticos.

Pese a ello, en los últimos años se ha producido una polémica sobre la eficacia de la acupuntura. Algunos científicos afirmaban que su efecto no era distinto del placebo y que de hecho no importaba si las agujas se insertaban en los puntos correctos o en cualquier otro lugar.

Sin embargo, en la Universidad de Southampton (Reino Unido) se han realizado pruebas que despejan todas las dudas: han sometido a pacientes a tratamientos falsos y verdaderos de acupuntura y han demostrado que sólo los auténticos son capaces de aliviar el dolor y de activar una región del cerebro específica, la ínsula, que interviene en la modulación de la percepción del dolor.

En China no existen tales reticencias, pues practican operaciones a corazón abierto usando la acupuntura como anestésico.

Otro estudio realizado en la Universidad de Maryland (Estados Unidos) confirmó que la acupuntura auténtica -23 sesiones en 26 semanas- era más eficaz que los consejos sobre cómo controlar el dolor de la artritis, aunque lo mejor es seguir las recomendaciones y hacerse acupuntura.

Ante las evidencias científicas, la acupuntura se utiliza en la unidad del dolor de un hospital español, el Virgen de las Nieves de Granada. El coordinador médico, Rafael Gálvez, ha anunciado que tratarán con la técnica china la lumbalgia crónica, los dolores de espalda y cervicales, así como las lesiones nerviosas. En otros hospitales españoles también se ha utilizado la acupuntura, pero nunca dentro de un protocolo reconocido oficialmente.

No obstante, la terapia china es una "técnica específica" reconocida por la Sociedad Española del Dolor.

La medicina tradicional china explica la acción de la acupuntura sobre los canales energéticos, pero para la ciencia occidental su mecanismo sigue siendo un misterio.

Una teoría afirma que la sensación producida por los agujas -los pinchazos generalmente no duelen pero pueden producir sensaciones de hormigueo o una molestia ligera- estimula el flujo de endorfinas, unas sustancias generadas por el propio cuerpo y similares a las hormonas que reducen el dolor-por eso se las llama opioides endógenos- y aumentan la sensación de bienestar.

Otra hipótesis sostiene que afecta el comportamiento del agua en las fibras de colágeno y con ello la transmisión de información entre células a través de señales químicas y eléctricas.

Sean cuales sean los mecanismos de acción, los acupuntores trabajan de un modo práctico y muy individualizado: observan a la persona e intentan corregir sus desequilibrios energéticos de yin y yang en los diferentes órganos, o llevan por ejemplo calor a donde creen que hace falta, eliminan humedad, etc. Con ello restauran cierto nivel de armonía y el malestar disminuye o desaparece.

Plantas eficaces para aliviar el dolor

La adormidera, la hermana de la amapola, tiene ahora mala fama por las guerras para controlar su comercio a finales del siglo XIX y las consecuencias de las adicciones al opio y la heroína.

Sin embargo, las cápsulas exudando opio aparecen en las cunas de nuestra civilización: Mesopotamia, Egipto y Creta, donde fue una planta venerada, y se vendían en las farmacias europeas hace un siglo.

Todavía hoy la adormidera, sea a través de sus principios activos o de copias y modificaciones sintéticas, proporciona las sustancias más eficaces y menos tóxicas contra el dolor intenso.

Su principal inconveniente es su poder adictivo, pero las consecuencias difieren en función del alcaloide utilizado, que puede ser legal (codeína y morfina) o ilegal (heroína).

La capsicina, el principio activo obtenido del pimiento picante, se aplica en forma de pomadas o ungüentos sobre las zonas dolorosas cuatro veces al día.

Es útil en el dolor crónico, como el causado por la artrosis o la neuralgia del trigémino. Puede provocar una sensación de ardor los primeros días de aplicación.

Las pomadas con árnica se utilizan en las contusiones, dislocaciones, esguinces y dolores reumáticos. Si se aplica inmediatamente después del golpe alivia el dolor y evita la aparición del moratón.

El lúpulo, el harpagofito, la matricaria, el regaliz, la ulmaria, el mate, la valeriana y la bardana son algunas plantas con efectos sedantes. Cada una tiene indicaciones específicas que se pueden hallar en las guías de plantas medicinales.

Un médico especializado en fitoterapia es el más apto para prescribir la planta o mezcla de plantas idónea.

Terapias eficaces para regular la respuesta al dolor

Algunas terapias tratan de modificar el umbral del dolor, es decir, el punto en que una molestia se transforma en una sensación insoportable.

Cada persona tiene un umbral del dolor distinto. Si se aprieta el brazo de una con determinada fuerza puede que sienta un dolor agudo mientras que la misma presión a otra persona sólo le representa una molestia.

La estimulación eléctrica transcutánea (TENS) actúa mediante unas corrientes eléctricas débiles sobre los nervios que están por debajo de la piel en la zona dolorida. Los impulsos eléctricos se sienten como un ligero cosquilleo que llama la atención del cerebro y éste de alguna manera se acostumbra a aceptar las sensaciones que proceden de aquel lugar del cuerpo. Cuando la sesión de TENS termina el paciente no siente tanto dolor.

Tras diez años de investigaciones se puede afirmar que el éxito de la terapia se sitúa entre el 12% y el 92% al cabo de un año de tratamiento. Se utiliza principalmente contra los dolores de espalda y articulares (artrosis).

La terapia neural (TN), muy practicada por médicos naturistas en los países germanos, en Sudamérica y cada día más en nuestro país, tiene un efecto similar al de una anestesia local.

Consiste en inyectar lidocaína o procaína -anestésicos locales- en el punto donde se genera el desequilibrio que lleva al dolor. La diferencia con otras terapias basadas en antiálgicos o anestésicos es que no sólo combate el dolor, sino que permite que descansen las células afectadas por procesos patológicos, favoreciendo así la recuperación de la salud.

La TN está indicada en los dolores crónicos, desde los de cabeza hasta la neuralgia del trigémino, pasando por problemas de columna vertebral, articulaciones y reumáticos.

¿Cómo controlar la mente para no sentir dolor?

La clave para regular la resistencia al dolor se halla en el sistema nervioso central. Por eso puede tratarse también a través de la mente.

El dolor se incrementa a la par que la ansiedad. Por tanto los métodos que la disminuyen también reducen el dolor.

Por otra parte, no hay que olvidar que un dolor físico puede ser el reflejo de un conflicto psíquico.

Los masajistas se encuentran frecuentemente con que una manipulación que normalmente es indolora causa una molestia que viene acompañada de una emoción y un recuerdo.

Sucede así porque las emociones negativas que no se han querido o podido afrontar parecen refugiarse de alguna manera en el subconsciente y a su vez en la musculatura, los tendones o los tejidos corporales.

Los recuerdos pueden ser físicamente dolorosos y en estos casos el tratamiento exige que los saquemos a la luz, sea mediante el masaje o la psicoterapia.

Los aparatos de biofeedback-o de bioautorregulación- permiten visualizar o escuchar a través de monitores o señales de audio la marcha de procesos corporales involuntarios, como los ritmos respiratorio y cardiaco, la presión arterial, las ondas cerebrales o la contracción muscular.

Gracias a estas herramientas el paciente puede influir en cierta medida sobre estos procesos, lo que le sirve para relajarse y para sentir que tiene el control de su propio cuerpo,

Las sesiones de biofeedback (de seis a doce y de 30 a 40 minutos de duración, dos veces por semana) resultan especialmente útiles contra el dolor en la articulación temporomandibular, el hombro o la espalda, la migraña y la fibromialgia.

Relajación y autosugestión son técnicas de autocontrol del dolor que pueden combinarse y aprenderse en unas pocas sesiones. El objetivo es que el paciente comprenda que no es una víctima pasiva, que puede hacer mucho para reducir su sufrimiento: conocerlo, perderle el miedo y dominarlo.

Curiosamente, son personas sanas las que más practican y han desarrollado las técnicas de autocontrol del dolor. Por ejemplo, las mujeres embarazadas que buscan un parto sin dolor o, en otro orden de cosas, los practicantes de artes marciales orientales. Pero las mismas técnicas que utilizan estas personas son un tesoro para los enfermos con dolor crónico.

La hipnosis se basa en el mismo fenómeno que la autosugestión, pero en este caso el paciente es guiado por un experto. Los resultados son espectaculares, a veces increíbles, pero no tienen nada que ver con lo que estamos acostumbrados a ver en la televisión.

La hipnosis contra el dolor es una terapia muy seria, sobre todo si forma parte de un tratamiento psicológico más amplio y la relación con entre terapeuta y paciente se basa en la confianza.

Las razones de que la hipnosis no se haya convertido en un tratamiento habitual del dolor son que no existen muchos médicos con la formación adecuada y que exige del paciente un esfuerzo importante para aprender y repetir las técnicas.

Según Joseph Barber, experto en la aplicación de la hipnosis analgésica, las principales indicaciones son el dolor causado por el cáncer, el producido por sus intervenciones médicas (extracción de dientes, intervenciones quirúrgicas o pruebas diagnósticas invasivas, etc.), la migraña o el intenso dolor ocasionado por las quemaduras graves.

La musicoterapia provoca también una respuesta del cerebro pero lo hace a través del subconsciente y de la percepción artística.

La música rompe las rigideces emocionales de los pacientes, cuyas tensiones contribuyen a que el dolor resulte más difícil de soportar o pueden ser a veces hasta su propia causa.

La ventaja frente la psicoterapia, que también puede ser útil contra el dolor, es que no intenta abrirse camino hacia el subconsciente a través de las palabras.

Los musicoterapeutas aseguran que un tratamiento de tres meses puede reducir a la mitad la dosis de analgésicos.

Tratamientos y consejos para aliviar el dolor

Aceptar el dolor y no luchar constantemente contra él eleva el umbral de resistencia y favorece la toma de decisiones positivas en el tratamiento.

Llevar un diario donde se anote el comportamiento del dolor, las impresiones que provoca y los efectos de los tratamientos ayuda a asimilarlo como una experiencia vital y a tratarlo eficazmente.

Mantenerse activos físicamente a pesar del dolor es muy importante, a menos que el médico recomiende lo contrario -en cualquier caso hay que consultarle antes de empezar un programa de actividad.

Taichi, chikung y yoga, que potencian la conciencia corporal y la relajación, pueden provocar un cambio radical en la forma de encarar el dolor.

El ejercicio aumenta la resistencia psíquica y física, en parte porque provoca la liberación de endorfinas, analgésicos del propio cuerpo.

Se recomienda caminar rápido o hacer natación o ciclismo de dos a tres veces por semana, entre 30 y 45 minutos. Es imprescindible realizar estiramientos antes y después de la sesión.

Las terapias corporales resultan útiles porque corrigen desajustes tanto físicos como emocionales y energéticos. Masaje occidental u oriental (shiatsu, tuina, tailandés, ayurvédico, tibetano...), ultrasonidos osteopatía, quiropráctica o terapia cráneo-sacral son tratamientos que pueden resultar de ayuda.

El peso corporal en algunos casos está relacionado con la tolerancia al dolor, sobre todo en las mujeres. Un estudio ha revelado que las mujeres que rebasan su peso ideal por encima del 30 por ciento experimentan dolor con más rapidez e intensidad.

Una dieta antiinflamatoria con la proporción justa de proteínas, sobre todo de origen vegetal, y presencia de alimentos ricos en ácidos grasos esenciales omega-3 (nueces, semillas de lino, soja) es recomendable en todos los casos y especialmente en la artritis.

Tratamiento integral para aliviar el dolor

"Casi no me creo que el sufrimiento haya terminado por fin. A veces el dolor me provocaba espasmos en todo el cuerpo, como si estuviera sometida a electroshocks". Es el testimonio de Carmen, una mujer de 46 años que sufrió durante doce años dolor neurológico crónico y que ahora se ve ante una nueva vida casi libre de sufrimiento.

En España, una de cada diez personas sufre un dolor crónico y pasan entre una y dos décadas hasta que descubre un tratamiento adecuado, si es que consigue encontrarlo.

El dolor es una señal de alarma. Indica que algo no funciona bien en el organismo. Igual que cuando vemos humo lo importante es averiguar dónde está el fuego, para eliminar el dolor es necesario descubrir sus causas y tratarlas.

Pero por desgracia no todos los trastornos pueden curarse. Entonces es necesario tratar específicamente el dolor. Los dolores intensos y que no desaparecen pueden cambiar la vida y el comportamiento de quienes los sufren.

Estas personas tienen un miedo constante, se aíslan y están en riesgo de sufrir depresión. Pero precisamente el mayor error que pueden cometer es dejar de buscar las maneras de aliviar sus molestias.

Carmen no sólo encontró un paliativo, sino que eliminó por completo su dolor gracias a un tratamiento que combinaba analgésicos, acupuntura, biofeedback y entrenamiento de la percepción del dolor.

Si Carmen consiguió vencer su dolor no fue porque alguien le proporcionara la solución. Fue porque ella se hizo cargo de su situación y se preocupó de buscar tratamientos y ayudas profesionales adecuadas.

El dolor exige un tratamiento individualizado que combine varios abordajes, y la única manera de encontrar el que va a ser eficaz es la prueba.

Por otra parte, es fundamental que se enfoque el reto de manera positiva, no como una búsqueda desesperada. Conviene aprender todo lo posible sobre el dolor que uno está sufriendo, así como sobre las opciones terapéuticas existentes.

Este artículo sólo es una introducción al tema, una incitación a saber más.

Libros sobre terapias naturales para aliviar el dolor

  • Vencer el dolor por la vía natural; Leon Chaitow. Ed Oniro
  • Tratamientos naturales para aliviar el dolor; Richard Thomas. Ed. Vergara
  • Tratamiento del dolor mediante hipnosis y sugestión; Joseph Barber. Ed. Desclée De Brouwer