Miles de laboratorios farmacéuticos en todo el mundo se esfuerzan por crear nuevas moléculas para reducir los síntomas y mejorar la evolución de los pacientes con COVID-19. Sin embargo, varios estudios en curso muestran que una de las medicinas más eficaces puede encontrarse en un género de plantas, los crocus, que se utilizan con fines medicinales desde hace unos 3.500 años.
Uno de los textos más antiguos de medicina es el papiro Ebers, que se escribió en el antiguo Egipto, cerca del año 1500 antes de Cristo. Este tratado incluye un remedio a base de Colchicum autumnale, una planta que en español se conoce como cólquico o azafrán silvestre, para tratar la inflamación en las articulaciones. También aparece como tratamiento para la gota en De materia medica, de Dioscórides, escrito en el primer siglo después de Cristo, y en muchos libros posteriores.
Un medicamento contra la gota con propiedades antiinflamatorias
Desde el siglo XIX se sabe que las semillas de la planta contienen colchicina. Esta sustancia puede reducir un 44% las muertes por infección del coronavirus SARS-CoV-2, un 50% la necesidad de recurrir a la ventilación mécanica y un 25% las hospitalizaciones, según un estudio que se está realizando en varios países, entre ellos, España.
En la investigación, denominada ColCorona, participan 4.488 pacientes mayores de 40 años y algún factor de riesgo (hipertensión, obesidad o alguna enfermedad del corazón). En España hay otros ocho grupos (en Barcelona, Valencia, San Sebastián o Santander, por ejemplo) que estudian la eficacia de la colchicina. Estos grupos están experimentando muchas dificultades para conseguir voluntarios participantes y financiación.
La colchicina controla la tormenta de citoquinas
Los investigadores creen que la colchicina del azafrán silvestre posee una potente actividad antiinflamatoria que ayuda a controlar la tormenta de citoquinas que puede aparecer como complicación de la COVID-19 y que es la causa de la mayoría de los fallecimientos.
Según este estudio, los mejores efectos se consigue cuando se administra colchicina desde la aparición de los primeros síntomas. Uno de los científicos participantes en el estudio, el cardiólogo José Luis López-Sendón, del Hospital Universitario La Paz, en Madrid, ha explicado a El País que el precio del tratamiento (un comprimido diario) no supera los tres euros al mes.
Es, además, un medicamento disponible, que se toma por vía oral en casa y es muy seguro, con pocos efectos secundarias en las dosis indicadas. Actualmente se utiliza, además de para la gota, para tratar algunas infecciones del pericardio causadas por virus, la fiebre mediterránea familiar y otras enfermedades inflamatorias.
El director de la investigación es Jean-Claude Tardif, del Instituto de Cardiología de Montreal (Canadá), quien afirmó en un comunicado de prensa el día 20 de enero que "la colchicina es el primer medicamento oral del mundo cuyo uso podría tener un impacto significativo en la salud pública y, potencialmente, prevenir las complicaciones de la covid en millones de pacientes”.
No se puede consumir el azafrán silvestre, es tóxico
Para tratarse con colchicina es necesario que un médico la recete y controle su administración, sobre todo en el caso de que el paciente padezca alguna enfermedad renal. En España el medicamento se comercializa con las marcas Colchicine Houdé y Colchimax.
No se debe consumir bajo ningún concepto el azafrán silvestre. La comercialización de sus semillas está prohibida por el Ministerio de Sanidad de España desde el año 2004 debido a su toxicidad.
Por otra parte, no hay que confundir el azafrán silvestre con el azafrán que se utiliza como condimento en la cocina. El azafrán comestible es el Crocus sativus, que solo se encuentra cultivado, nunca en estado silvestre.
Referencias científicas: