Las propiedades beneficiosas de la aloe o sáliba son bien conocidas. Muchas personas tienen un aloe en casa y también es habitual verlo en jardines, taludes y parterres. Esta planta, originaria del África austral, se cultiva en muchos lugares de clima subtropical, como México, el Caribe y las islas atlánticas, ya que soporta mal las heladas.
La especie más popular es el aloe vera, con el que se elaboran variados productos de cosmética, salud, higiene o alimentación. Sin embargo, no es la única variedad existente. Existen otros tipos de aloe que también ofrecen propiedades beneficiosas para cuidar la piel.
Para qué se usa el aloe
Con fines medicinales se usan dos componentes. Por una parte, el acíbar, un jugo que se obtiene por incisión de la corteza de las hojas, que se somete a condensación y secado, y que contiene aloína y sustancias que varían de una especie a otra.
Y, por otra parte, la parénquima, un gel viscoso del interior de la hoja, transparente o amarillento, formado en un 99% por agua y rico en mucílagos y polisacáridos de gran poder regenerador. El acíbar suele usarse por vía interna y la parénquima, por vía tópica.
Es una buena idea cultivar aloe. Precisa pocos cuidados y se puede cosechar y aplicar de inmediato. Como precaución, el acíbar no debe ingerirse en el embarazo, la lactancia ni en caso de insuficiencia cardíaca, renal o hemorroides, y tampoco darse a menores de 12 años. La aloína puede irritar la piel sensible o alérgica y la mucosa gástrica.
4 tipos de aloe o sálibas beneficiosas para la piel
Toma nota de los diferentes tipos de aloe que pueden ayudarte a preservar la buena salud de tu piel.