5 pasos para cuidar la piel y el pelo después del verano

En los meses estivales la piel suele resecarse y endurecerse. Una puesta a punto, mediante una buena exfoliación e hidratación, permite seguir disfrutando de una piel sana y bien hidratada.

Cuidar el pelo y la piel en verano
Unsplash

Los días empiezan a ser más cortos y las noches más frescas, pero nuestra piel quizá tiene aún el rastro del verano: un tono de bronceado poco homogéneo, peladuras y sequedades producidas por la sal, el cloro y el sol.

La piel es mucho más que el órgano más grande del cuerpo y su primera barrera defensora frente a las agresio-nes del entorno. Por ello sanearla tras el verano resulta crucial para la salud, con el maravilloso aliciente de lucir una piel radiante el resto del año.

1. Exfolia tu piel

Limpiar la piel a diario, preferiblemente por la noche para eliminar el maquillaje y la suciedad que se acumula en los poros, es tan imprescindible como la hidratación con un producto que nutra la piel sin dejar una sensación de pesadez.

  • La exfoliación, que elimina la primera capa de la piel, procura una limpieza profunda y es ideal para devolverle un aspecto más fresco tras el verano. Exfoliar la piel en casa es fácil. Puede hacerse varias veces al mes, aunque no conviene pasarse, y debe evitarse si se tiene la piel quemada o irritada; en ese caso, antes hay que hidratada bien y esperar a que desaparezca el problema.

2. Elimina células muertas en zonas delicadas

Con especial atención deben tratarse las partes más delicadas del cuerpo, como la cara, el cuello y el escote. Estas zonas, por lo general, sufren más, ya que junto con las manos están expuestas de manera casi constante al sol y su piel es muy fina.

  • Realiza en estas zonas una exfoliación húmeda, que es más suave. Los exfoliantes elaborados con copos de avena, por ejemplo, son calmantes, y eliminan esa primera capa de piel, compuesta sobre todo por células muertas. La forma ideal de aplicarlos es con los dedos, con un movimiento circular ascendente, sin tirar ni forzar la piel.
  • Con un cepillo de dientes limpio pueden arrastrarse suavemente las células muertas de los labios, una parte esencial de la cara a menudo olvidada. También se puede añadir unas gotas de limón o aplicar cuidadosamente el exfoliante de cara, siempre que no sea muy duro.
  • En el resto del cuerpo puede usarse un guante de crin húmedo para realizar una exfoliación sobre la piel limpia. En la ducha, por ejemplo. Si en verano se han desarrollado muchos puntos negros, una mascarilla limpiadora de arcilla sacará las impurezas suavemente, pero no debe dejarse secar por completo, ya que eso reseca la piel innecesariamente. Se humedecen la cara, el cuello y el escote, se aplica la mascarilla de arcilla y, antes de que se seque, se dibujan círculos con los dedos para arrastrar impurezas y células muertas; se aclara con agua fría para cerrar los poros.

3. Hidrata profundamente con una mascarilla

La hidratación en esta época del año debe ir más allá de la rutina:

  • Las mascarillas hidratantes pueden devolver a la piel su frescura natural. Se suelen dejar entre 10 y 20 minutos y otorgan una hidratación superior. La mejor forma de aplicarlas es, de nuevo, con movimientos circulares ascendentes y suaves, poniendo énfasis en el contorno de ojos y boca. El cuello y el escote también se benefician de estas mascarillas.
  • Para retirarlas conviene usar un algodón o toalla suave y luego aplicar la crema hidratante diaria. Para el resto del cuerpo basta con aplicar algún producto hidratante sobre la piel limpia después del baño y la exfoliación. Pero no se trata simplemente de untarse cremas. Parte de la sequedad de la piel puede deberse a una dieta poco saludable que deshidrata el cuerpo y repercute sobre todo en la piel.
  • Beber agua, comer fruta o verdura, optar por grasas saludables como el aceite de oliva o tomar suplementos de aceite de pescado o lino, ricos en ácidos grasos esenciales, dará brillo a la piel y la mantendrá hidratada.

4. Devuelve la vida a tus pies

  • Exfoliación. Un baño con una bebida de pan fermentado, de venta en herbolarios ayuda a eliminar células muertas y hongos; luego se pasa una toalla seca con firmeza por durezas y callos. Otra opción es la piedra pómez, pero l frota con suavidad: la idea es eliminar la piel muerta, no llegar hasta las terminaciones nerviosas.
  • Hidratación. Puede usarse un producto hidratante especial para pies o una crema gruesa de manos. Si están muy secos se puede dejar sin absorber completamente y envolverlos en una toalla unas horas para que penetre bien.
  • Constancia. Repite el proceso siempre que sea preciso. El resto del año sigue cuidando los pies, usa calzado cómodo y mantén una buena postura, pues todo influye en la salud y el aspecto de los pies.

5. Sanea tu cabello

El pelo también sufre en verano. Para sanearlo puede ser bueno empezar con un corte de pelo, aunque sea solo de las puntas. Además;

  • Deben eliminarse los residuos acumulados –productos de belleza, sal y arena–, algo parecido a la exfoliación de la piel. Puede usarse henna incolora, pero solo si no se tiene el pelo teñido, pues puede reaccionar con tintes químicos. Para el cabello graso, los productos capilares con aceite del árbol de té calman y pueden ayudar a regular la grasa.
  • Hidratar lo por las noches con aceite de coco, tanto si se trata de pelo graso como seco, le devuelve brillo; eso sí, por lama-ñana debe lavarse con un champú suave para no resecar el cuero cabelludo.

¿Deseas dejar de recibir las noticias más destacadas de cuerpomente?