A menudo dejamos de utilizar las cremas de protección solar antes de que se haya terminado el contenido y al año siguiente nos las encontramos y nos preguntamos si todavía podremos utilizarlas.

Por supuesto, no tirarlas y aprovecharlas es lo más sostenible, pero existe el riesgo de que la protección UV ya no esté suficientemente garantizada. Según los expertos, esto depende de si ha almacenado correctamente.

Se conservan durante meses

Si empiezas a utilizar un products protector solar en abril puedes usarlo hasta octubre sin darle muchas vueltas. Pero si se trata de un bote del año pasado que ha hibernado y espera una segunda oportunidad, ten en cuenta las siguientes informaciones que se encuentran en la etiqueta:

¿Se puede usar un protector solar caducado?

El fabricante garantiza la eficacia de la crema solar hasta la fecha de caducidad especificada. Si se alcanza esta fecha, la protección UV no desaparece inmediatamente. Sin embargo, puede haber disminuido.

Esto se debe al oxígeno que penetra en el producto y puede modificar la actividad de los ingredientes. Además, un compuesto posiblemente cancerígeno denominado benzofenona se puede formar en las cremas solares que contienen el controvertido filtro solar octocrileno, si se almacena durante mucho tiempo. El octicreleno, además, es un filtro químico que se comporta como un disruptor endocrino.

Por lo tanto, para estar segura, aplica generosamente el antiguo protector solar. Es mejor tener una capa doble de crema del año pasado que una fina capa del protector solar de este año. Por supuesto, lo más seguro es una capa densa del nuevo protector solar.

Hay fabricantes que recomiendan revisar el protector solar del año anterior antes de usarlo y responderse a unas preguntas:

  • ¿Tiene un olor acre, rancio o inusual?
  • ¿Ha cambiado la consistencia o el color?

Si alguna respuesta a estas preguntas es afirmativa, no debes utilizarlo.

La piel absorbe las sustancias

Tanto el octocrileno como la benzofenona son sustancias controvertdas. Ambas son alergénicas y se comportan de manera similiar a las hormonas.

Según los estudios científicos, la piel puede absorber hasta el 70 por ciento de la benzofenona contenida en los protectores solares.

El principio de precaución nos dice que son preferibles los productos de protección solar que recurren a los filtros minerales físicos. Y entre estos productos son preferibles los que pueden mostrar una certificación natural o ecológica.

La crema solar mineral ecológica es mejor para el medio ambiente y la salud. Aquí están prohibidos el octocrileno y otros filtros químicos UV.

Almacena y reutiliza el protector solar correctamente

En realidad, el protector solar te podría durar varios años si lo almacenaras correctamente. Para ello debes tener en cuenta los siguientes consejos:

  • No expongas el protector solar al calor: mantenlo siempre bien alejado de la luz solar y no lo dejes en lugares cálidos (como por ejemplo, en el automóvil, ni cerca de calefacciones o estufas durante el invierno).
  • Sacar el protector solar correctamente: limpia bien la abertura del tubo después de usar el protector solar, elimina cualquier resto de arena u otras sustancias. De lo contrario, cabe la posibilidad de que entren gérmenes en el producto.
  • En el lugar correcto: el protector solar se mantiene bien en una bodega o un sótano frío, pero la nevera es aún mejor (aunque es comprensible que no queramos tener un espacio ocupado en el frigorífico durante meses).

Por otra parte, recuerda que no es buena idea meterse en el agua con la protección solar porque perjudica a los ecosistemas marinos, y da igual si es una protección química o física. Lo mejor es darse el chapuzón, secarse y luego ponerse la crema ecológica.