Las manos, al igual que el rostro, hablan de nosotros. Dicen tanto de las personas que hasta podemos adivinar mucho sobre ellas con solo mirárselas. De hecho, necesitan mucho más cuidado que el rostro, porque están mucho más expuestas, y más en estos momentos en que nos las lavamos constantemente, aplicando alcohol en gel y antisépticos que las resecan y maltratan.

  • Por qué son tan sensibles. El dorso de la mano tiene una piel muy fina y, a diferencia de la palma, casi sin tejido adiposo. Esto hace que resulte muy sensible y envejezca antes.
  • ¿Qué podemos hacer? Podemos darles un cuidado extra con una rutina que incluya su exfoliación y limpieza, mantenerlas hidratadas, prevenir las manchas y protegerlas de las inclemencias del ambiente y las sustancias irritantes y corrosivas. También podemos hidratar las cutículas y fortalecer las uñas.

Rutina para cuidar las manos

El objetivo de llevar una rutina es impedir que se resequen, para que siempre estén hidratadas.

  • Limpieza a diario. Usa un jabón natural con aceites vegetales, mantecas hidratantes y glicerina. Puede también llevar aceites esenciales terapéuticos o antibacterianos.
  • Exfoliación semanal. Te ayudará a renovar las células muertas superficiales y los restos de suciedad o residuos de otros productos y permitirá que la crema hidratante penetre mejor en la piel. El exfoliante debe ser suave para las manos, hidratar y no ser agresivo.
  • Hidratarlas siempre. Hay que hidratar las manos cada día, aunque no parezcan secas, sobre todo después de lavarlas y aplicar gel alcohólico. Prevenir es mejor que curar, así que asegúrate de hidratarlas con una crema de manos antes de ir a dormir. Las cremas con pantenol o provitamina B5, por ejemplo, son una buena opción.
  • Mascarillas reparadoras. Si tenemos las manos maltratadas y agrietadas por el agua, alcoholes, jabones o el frío, debemos repararla en profundidad y cicatrizar las heridas. Para un tratamiento de choque, antes de acostarte, exfólialas con un scrub o exfoliante de azúcar y aceite de oliva, como el de la receta que te propongo en el recuadro. Luego aplica a modo de mascarilla una crema hidratante reparadora de caléndula, ponte unos guantes de algodón y duerme con ellos. Al día siguiente tendrás la piel sensiblemente mejor o ya reparada. Repite la mascarilla con guantes hasta que las notes sanas e hidratadas.
  • Un aceite para las uñas. Para hidratar uñas y cutículas, aplica sobre ellas una gota de aceite de jojoba, almendras, albaricoque, pepita de uva o coco y masajea hasta su total absorción. No apliques este tratamiento 48 horas antes de hacerte las uñas semipermanentes, porque los aceites evitan que se adhiera el esmalte. Trata de mantener las uñas arregladas y las cutículas cortas.

Tratamiento intensivo de uñas y cutículas

La frágil piel de las uñas también se resiente con los lavados y el alcohol en gel. Además de hidratarlas con aceite como te he propuesto, para mantener la salud de uñas y cutículas podemos seguir 3 pasos:

  • Reparación. Ablanda las cutículas duras y fortalece las uñas con algún aceite específico tres veces por semana antes de ir a dormir. Te propongo esta mezcla, que aumenta la irrigación sanguínea y repara: aceite vegetal de ricino (5 gramos), aceite de almendras dulces (2 gramos), aceite de oliva (2 gramos) y vitamina E, aceite esencial de lavanda y aceite esencial de limón (2 gotas de cada). Aplica una gota de la mezcla en cada uña y masajea.
  • Hidratación. Hidrata las cutículas y las uñas en profundidad con un bálsamo reparador y protector, por ejemplo de caléndula y manteca de cacao. Así evitarás que aparezcan pellejitos o se agrieten formando padrastros.
  • Protección. Puedes proteger las uñas de la aparición de infecciones por hongos y de ese fastidioso color amarillento utilizando un sérum para cutículas con aceites esenciales de propiedades antibacterianas.

Cómo hacer un exfoliante de azúcar casero

Este exfoliante repara mágicamente las manos. Mi nona Margarita me lo preparaba siempre, pues en invierno se me secaba y agrietaba mucho la piel. Necesitas:

Ingredientes:

  • 1 cucharada de azúcar
  • 2 cucharadas de aceite de oliva

Cómo aplicarlo:

  1. Frota tus manos hasta la muñeca. Tómate tu tiempo, para quitar las células muertas y reparar.
  2. Enjuágate con agua tibia y un poco de jabón, seca y aplica una crema hidratante. Notarás una suavidad inmediata y reparadora.