Durante los meses más calientes nos apetece tanto poder estar tan a gusto bajo el sol que no medimos los riesgos que conlleva la exposición a los rayos solares sin las medidas de fotoprotección adecuadas.

Tomar el sol indiscriminadamente en una sola ocasión puede dañar nuestra piel, quemarla o generar ampollas. Aunque no llegues a quemarte, el bronceado de cada verano, año tras año, provoca arrugas prematuras, manchas y en último caso y más grave, cáncer de piel. Te contamos cómo tomar el sol de forma saludable y evitar riesgos.

La "vitamina del sol": efectos beneficiosos

Pequeñas dosis de sol son necesarias para mantener una buena salud. Los rayos ultravioleta son necesarios para producir vitamina D en la piel, la vitamina del sol, necesaria para la mineralización de los huesos, ya que favorece la absorción del calcio y el fósforo en el intestino evitando su pérdida en el riñón.

Para recargar los depósitos de vitamina D, basta con que tomes sol entre 5 y 10 minutos dos o tres veces por semana. En nuestro país, este clima tan soleado y saludable es un regalo que se agradece, pero otros países no corren con esta suerte y las pocas horas de luz solar expone a su población a más casos de raquitismo infantil, osteoporosis y osteomalacia, cáncer de mamas y de colon.

El sol también mejora el aspecto de tu piel, estimula tus defensas, ayuda a bajar el colesterol, aumenta la circulación periférica de la sangre, lo que baja la presión arterial, aumenta el metabolismo y estimula la depuración de los tejidos.

La luz solar favorece el buen estado de ánimo y la calidad del sueño, ya que los rayos ultravioletas regulan la producción nocturna de melatonina, que se encarga, entre otras cosas, de regular los ciclos de sueño.

7 consejos para evitar las quemaduras solares

A pesar de tantos beneficios debes tomar sol de forma responsable. Los siguientes tips te pueden a ayudar a controlar la exposición y problemas originados por el sol:

  1. Viste con estilo a lo Audrey Hepburn: utiliza gafas de sol y pamelas o gorros de ala ancha para que tu cara y cuello estén protegidos del sol.
  2. Ponte un protector solar: vienen en diferentes formas dermocosméticas como crema, loción, spray, etc. Encontrares productos fotoprotectores específicos para pieles grasas o secas, con extractos botánicos o vitaminas. Elige uno con FTP, factor de protección solar, superior a 30. Ten en cuenta que el factor de protección determina el tiempo en que deberás volverá aplicar el protector. Si te duchas o te metes al agua, deberás volver a aplicarlo. Por supuesto, utiliza siempre protectores solares con certificación natural o ecológica, libres de filtros químicos que pueden ser disruptores endocrinos.
  3. Trata de no exponerte en las horas de mayor incidencia de rayos UVB, entre las 11 y las 17 h. Realiza otras actividades a la sombra en esta franja horaria.
  4. A los niños, aplícales por la mañana protector solar o protégelos con gorras y ropa de mangas largas de color claro para que refleje la luz. Además, los expertos recomiendan no llevar a la playa a los bebes menores de 6 meses.
  5. Ten siempre a mano, al igual que el protector solar, un calmante y reparador postsolar para aliviar la sensación de ardor o posibles quemaduras solares.
  6. Beber suficiente agua es sumamente importante en esta época del año, ya que las altas temperaturas pueden llevar a la deshidratación o insolaciones, sobre todo en niños. Asimismo, conviene comer frutas y verduras y comidas cocidas y ligeras.
  7. No olvides hidratar la piel en profundidad, utiliza siempre una crema hidratante y nutritiva rica en antioxidantes, aceites vegetales como la rosa mosqueta o el germen de trigo, que repongan los lípidos y mantecas vegetales para nutrir y evitar la "piel de cocodrilo”

Cómo hacer un aftersun casero para aliviar y calmar quemaduras solares

El ingrediente más popular de todos es el aloe vera, reconocido por sus beneficios para calmar y cicatrizar todo tipo de quemaduras. Además, los hidrolatos de menta y manzanilla se pueden pulverizar sobre las zonas enrojecidas para aliviar el ardor.

Ingredientes

  • 4 cucharadas de manteca de karité ecológica
  • 2 cucharada de gel de aloe vera ecológico
  • 10 gotas de aceite esencial de espliego (Lavandula latifolia)
  • 3 gotas de aceite esencial de siempreviva (Helichrysum italicum)

Elaboración:

  1. Pon la manteca de karité en un cuenco y aplástala con un tenedor hasta que adquiera la textura de una pomada. Si la manteca de karité es muy dura, dale un golpe de calor en el microondas o al baño maría.
  2. Bate con un batidora de varillas y agrega poco a poco el gel de aloe vera y los aceites esenciales. Bate hasta que tome la consistencia de una crema.
  3. Por último, envasa la crema en un pote de boca ancha y consérvala en la nevera o un sitio fresco y oscuro hasta su uso. Dura de 1 a 3 meses.