Muchas personas dan por sentado que debemos tomar una ducha diaria. La tendencia del "no bathing" cuestiona este dogma con argumentos basados en la salud y la sostenibilidad.

Resulta obvio que la ducha diaria es un lujo de las sociedades con acceso a recursos y que la mayoría de la humanidad no se lo puede permitir. Los defensores del "no bathing" consideran que es un derroche de agua y que la piel tampoco se beneficia de tanta higiene.

No bathing: ahorrar energía

Los que se duchan menos o casi nada ahorran energía y agua. Eso es comprensible. Cada minuto de ducha representa unos 20 litros de agua que se van por el desagüe. En 10 minutos pueden ser nada menos que 200 litros; y 1.400 litros en una semana y 5.600 litros al mes. Son cifras que podrían hacernos reflexionar.

Además, una ducha consume casi cuatro kWh de energía. Con solo un kWh se puede lavar una carga de ropa o preparar 70 tazas de café. Por lo tanto, el "no bathing" podría tener un impacto considerable en el ahorro de recursos, energía y dinero.

No bathing: ¿es mejor para tu piel?

La ducha diaria va acompañada de la supusición de que es buena para la piel y para la salud. Pero, ¿alguien se ha preocupado por la microbiota de la piel? La dermis está habitada por diferentes especies de bacterias que deben vivir en equilibrio para prevenir infecciones y problemas de la piel. Esta microbiota tiene que recuperarse después del estrés que representa cada ducha.

Además, la ducha, no solo elimina restos de sudor y suciedad, sino que también arrastra parte de la grasa que forma parte de las capas superficiales de la piel, sobre todo si se utilizan geles con detergentes. Como consecuencia la piel pierde capacidad para retener la humedad y se reseca hasta el punto de que puede provocar una picazón desagradable y una sensación de tirantez. También se hace más vulnerable a las infecciones.

¿Cuántas duchas son suficientes?

¿Significa eso que debes lavarte lo menos posible a partir de ahora? No necesariamente. No ducharse en absoluto puede ser tan malo para la piel como una higiene excesiva. La suciedad física y las células muertas de la piel no deben acumularse, sino que deben eliminarse con un lavado regular.

La frecuencia con la que debes ducharte depende de la condición de tu piel y de tu estilo de vida. El no bathing propone que de una a tres duchas semanales suele ser suficiente para las siguientes personas:

  • Niños.
  • Personas con piel sensible.
  • Personas propensas a la piel seca y al eczema.
  • Personas que pasan la mayor parte de su tiempo en interiores y no hacen mucho ejercicio.

En cambio, lavarse con más frecuencia (5 a 7 duchas semanales, por ejemplo) tiene sentido para estas personas:

  • Niños pequeños desde la edad de gatear.
  • Personas que sudan profusamente debido a las condiciones climáticas y/o la actividad física.
  • Personas cuyo trabajo ensucia.

No bathing: consejos y sugerencias

Si deseas intentar el "no bathing", puedes tener en cuenta los siguientes consejos como guía:

  • Como regla general, si ves suciedad en tu piel o si has estado sudando profusamente, es una buena idea ducharse. De lo contrario, de una a tres duchas a la semana es completamente suficiente
  • En los días sin ducha, puedes lavarte la cara, las axilas y la zona genital, por ejemplo, con las manos o en el bidet.
  • Nunca te duches con agua demasiado caliente, ya que reseca más la piel que el agua tibia.
  • Dúchate durante el menor tiempo posible, no más de cinco minutos.
  • El gel de ducha o el jabón pueden ayudar a limpiar las axilas y los pies, pero no son esenciales para el resto del cuerpo.
  • Intenta evitar los ingredientes irritantes, como perfume, sulfatos, parabenos, ftalatos y polietilenglicoles (PEGs). Los geles con un certificado natural o ecológico están libres de estas sustancias.
  • Si te duchas más de 1 a 3 veces por semana, puede ser una buena idea aplicarte una crema hidratante natural después del lavado.