El paso más importante de cualquier rutina de cuidado facial es comenzar con una limpieza adecuada de la delicada piel del rostro utilizando un limpiador suave y natural.

Nuestra piel cumple una función protectora frente a infinitas agresiones externas. Es muy importante mantenerla sana, para que no se congestione, que no aparezcan puntos negros, dermatitis, picores, deshidratación, descamación, manchas, acné… y eso implica una rutina de limpieza. La piel conservará su elasticidad, brillo, hidratación y luminosidad.

¿Qué necesitas para limpiar tu piel?

Podemos elaborar en casa productos de uso diario para una limpieza suave, o para una limpieza más profunda de una o dos veces por semana, según el tipo de piel que tengamos, nuestros hábitos de maquillaje o nuestra exposición al polvo o la contaminación.

Entre los productos que podemos elaborar en casa tenemos:

  • Los desmaquillantes, que pueden ser lociones acuosas a base de hidrolatos de flores o plantas purificantes
  • Las lociones bifásicas, compuestas de agua florales y aceites vegetales; los linimentos y emulsiones de limpieza, algo más elaboradas; y los polvos y geles de limpieza, ligeramente exfoliantes para limpiar con más profundidad.
  • Los exfoliantes faciales, pueden utilizarse una o dos veces a la semana según tengamos piel mixta o grasa.

1. Limpiador seco de avena con lavanda

Ingredientes:

  • 4 cdas de harina de avena o avena coloidal
  • 2 cdas de arcilla blanca o verde
  • 2 cdas de flores de lavanda molidas

Elaboración:

  1. Mezcla todos los ingredientes en un frasco con tapa desinfectado y tapa para que se conserve varios meses hasta que lo acabes. No necesitas agregar conservantes, pues los ingredientes son secos y no se contaminarán con facilidad.
  2. Para utilizarlo, ponte una cucharada en la palma de la mano, agrega una cucharada de agua y frota para formar un pasta. Aplícala en la cara con masajes circulares, sin presionar. Puedes usarla como mascarilla dejándola actuar 5 minutos y enjuagando con agua templada o tibia.
  3. Luego seca con golpecitos suaves y aplica el tónico y la crema de día.

Propiedades y trucos

Este limpiador calma y exfolia suavemente. La arcilla ayuda a eliminar toxinas, da más suavidad y purifica. La lavanda brinda un perfume agradable además de purificar, calmar y exfoliar suavemente. Si tienes que moler la lavanda o cuentas con avena en copos y vas a molerla tú, usa un molinillo de café. Guarda en un lugar seco y oscuro.

2. Loción micelar de manzanilla

Ingredientes:

  • 90 g infusión o hidrolato de manzanilla
  • 3 g de glicerina líquida
  • 3 g de jabón líquido natural sin lauril sulfato de sodio (SLS)

Elaboración:

  1. Coloca todos los ingredientes en una botella uno a uno. Tapa y agita.
  2. Aplícala con una disco de algodón con suaves masajes circulares y desde el centro del rostro hacia el cabello, para quitar el maquillaje. Luego aclara con agua tibia.
  3. Consérvala lejos del calor y luz, y utilízala en el plazo de un mes.

Propiedades

Esta loción apenas hace espuma (porque no tiene SLS, un detergente espumante que puede ser irritante y nocivo para la piel), pero limpiará tu rostro de forma suave y natural. La manzanilla aporta sus propiedades descongestivas. La glicerina es un hidratante extraordinario.

3. Bifásico de caléndula y almendras

Ingredientes:

  • 3 cdas de infusión de caléndula
  • 3 cdas de aceite de almendras
  • 1 cápsula de vitamina E
  • 10 gotas de extracto de semilla de pomelo

Elaboración:

  1. Coloca la infusión, bien filtrada, en un frasco y agrega el extracto de pomelo: es conservante y hará que tu loción dure un mes.
  2. Añade el aceite de almendras y la vitamina E. Tapa y agita bien.
  3. Aplica esta loción con un disco de algodón. Puedes usarla como desmaquillante, también para los ojos.

Propiedades y trucos

Sirve para limpiar la piel por la mañana o desmaquillar por la noche. Si quieres, puedes agregarle algún aceite esencial (como lavanda para piel mixta o árbol de té para piel grasa), pero ya no la podrás usar para desmaquillar los ojos. Consérvala en la nevera o un lugar seco y oscuro.

Rutina de limpieza

  1. Primero enjuaga el limpiador que hayas elegido.
  2. Seca la piel con golpecitos suaves.
  3. Aplica una loción tonificante, como, por ejemplo, un hidrolato de lavanda o de rosas.
  4. Aplícate una crema hidratante y protectora de día.