Me encanta tener diferentes hidrolatos a mi alcance a lo largo de mi día, sobre todo cuando necesito refrescar mi piel o despejarme mentalmente. Después de un largo día de trabajo, la pulverización delicada de estas aguas aromáticas sobre mi piel me ayuda a relajarme.

Estas magníficas aguas sirven para mejorar el estado de ánimo y refrescar la piel. Son tan versátiles en su uso y tan sencillas de preparar, que sin duda para mí es uno de los productos estrella en el mundo de la cosmética natural.

“Los hidrolatos o aguas florales son

el resultado de la destilación al vapor

de aguas infusionadas de plantas”

Tónicos y refrescantes

Los hidrolatos o aguas florales son el resultado de la destilación al vapor de aguas infusionadas de plantas aromáticas o medicinales, ya sea de la planta entera, de las flores o bien de la raíz. No son infusiones ni maceraciones, tampoco son decocciones florales o herbales. Estas delicadas aguas son el subproducto de los aceites esenciales y, aunque a mucha menor potencia y concentración que estos, tienen los efectos beneficiosos de la planta o flor de donde se ha extraído.

Personalmente, son imprescindibles para completar los rituales de belleza diaria, ya que se pueden utilizar como tónicos para matificar la piel y limpiar a fondo los restos de maquillaje y suciedad. Pero también sirven para hidratar la piel a lo largo del día, en forma de pulverizador. Incluso se pueden utilizar como bases acuosas para preparados de mascarillas caseras y para remojar paños para calmar quemaduras o picaduras en la piel, entre otras cosas.

Aptos para todos

Los hidrolatos son muy suaves con las pieles sensibles y por ello se recomiendan también para niños y personas mayores, así como para personas con algún tipo de problema tópico como psoriasis, dermatitis, etc.

A diferencia de los aceites esenciales, las embarazadas y personas con tratamientos médicos pueden utilizarlos sin ningún problema.

Consérvalos frescos

Yo siempre recomiendo guardar los hidrolatos dentro de la nevera para mantenerlos más frescos. Los hidrolatos tienen una caducidad mucho menor que la de los aceites esenciales. Evitar el contacto directo con el sol o altas temperaturas hace que duren más. Por ello se recomiendan los recipientes de color ámbar u oscuro y de cristal para mantenerlos en mejor estado.

Hidrolatos vs Aceites esenciales

Es sumamente importante diferenciar perfectamente un aceite esencial de un hidrolato. Los aceites esenciales son concentraciones muy potentes de la esencia de la planta, flor o raíz y contienen partículas volátiles que penetran inmediatamente en el torrente sanguíneo.

La gran mayoría de los aceites esenciales no se pueden poner directamente sobre la piel, ya que causarían un efecto muy negativo sobre ella, a diferencia de los hidrolatos, que normalmente se pueden utilizar sobre la piel salvo que se hagan preparados que indiquen lo contrario.

El agua floral o hidrolato, en su estado puro, tiene una concentración muy baja de los principios activos de la planta, flor o raíz.

Cómo elegirlos

La elaboración de hidrolatos caseros requiere de conocimientos en cosmética natural, pero podemos realizar recetas con mezclas de diferentes hidrolatos ya elaborados, que podemos adquirir en herbolarios o tiendas especializadas en cosmética natural.

Como sabemos, cada planta, flor o raíz tiene sus cualidades y sus efectos determinados en nuestro cuerpo y también en nuestras emociones.

Para poder seleccionar los hidrolatos que más se adapten a nuestras necesidades, aquí os dejo una pequeña lista que os podrá servir para decantaros por alguno en particular, según lo que estáis buscando, así como una pequeña receta muy fresca para este verano.

Hidrolatos para pieles grasas: agua de rosa, agua de neroli o agua de tomillo.

Hidrolato para piel acneica: agua de lavanda, agua de manzanilla, agua de neroli o agua de tomillo

Hidrolato para pieles sensibles: agua de jazmín o agua de rosa

Recordad que se pueden utilizar como tónicos faciales en lugar de los tónicos sintéticos, como brumas naturales para la piel o bien para refrescar una habitación o igualmente para tratamientos terapéuticos como quemaduras o picores en la piel.

Pero también son ideales para mejorar el estado emocional o fisiológico, como es el sueño, y también son excelentes colonias naturales. Por ejemplo, el de jazmín.

El agua o hidrolato de lavanda es ideal, entre otras cosas, para ayudarnos a conciliar el sueño. Pulverizarlo en la almohada antes de dormir, además de perfumar naturalmente nuestra habitación, nos induce al sueño.

Aquí os dejo una receta de un hidrolato fresco e ideal para estos meses de verano, que además de refrescarnos nos ayuda a tener una mejor claridad y concentración.

Hidrolato Mojito

Receta para 270ml de hidrolato

Ingredientes

  • 90ml gel de aloe vera (Aloe barbadensis)
  • 90ml hidrolato de menta (Mentha piperita)
  • 90ml hidrolato de lima (Citrus latifolia)
  • 10 gotas de aceite esencial de menta (Mentha piperita)

Necesitaremos

  • 1 recipiente con pulverizador
  • 1 embudo
  • 1 etiqueta

Modo de preparación

  1. Colocar el recipiente con el embudo en el lugar de trabajo.
  2. Agregar el hidrolato de lima.
  3. Agregar el hidrolato de menta.
  4. Agregar el gel de aloe vera.
  5. Agregar las gotas del aceite esencial
  6. Cerrar el recipiente y agitar.
  7. Colocar en el refrigerador y utilizar las veces que sea necesario.

Se puede utilizar como tónico facial con un algodón para retirar el maquillaje, para pulverizar (cerrando los ojos) cuando queremos refrescar la piel o bien para pulverizar en algún espacio para mejorar nuestra concentración y rendimiento.

Espero que os haya gustado este post, ¡hasta el próximo! No os olvidéis de mimaros y cuidaros desde la raíz.