Respirar es vital. Sabido es que podemos vivir varias semanas sin alimentos sólidos, varios días sin beber, pero apenas unos minutos sin renovar el aire. Aunque respirar aire de calidad es fundamental para la salud, el aire de los ambientes interiores puede estar de dos a cinco veces más contaminado que el aire de la calle, según la Environmental Protection Agency (EPA), la agencia norteamericana que vela por la salud ambiental.

Aunque la ventilación natural es uno de los sistemas más eficaces para renovar el aire del interior del hogar –unos 15 minutos diarios son suficientes–, si recurrimos a las plantas dispondremos de un eficaz sistema de purificación natural.

¿Por qué es importante tener plantas en casa?

Los estudios indican que el aire del interior de los edificios puede contener sustancias nocivas que por inhalación pueden causar irritaciones, dolores de cabeza, malestar o problemas respiratorios, una problemática habitual derivada del síndrome del edificio enfermo.

El aire está compuesto principalmente de nitrógeno y de oxígeno, y en pequeñas proporciones lleva en suspensión infinidad de partículas y moléculas químicas diversas, tanto de origen natural como artificial, en mayor o menor concentración en función de si se vive en una zona rural, urbana o industrial.

Las plantas de interior actúan como eficaces purificadoras, principalmente de los denominados compuestos orgánicos volátiles (COVs), sustancias que contienen carbono en su composición y que tienen la característica de volatilizarse.

Estos compuestos llegan al interior del hogar a través de los muebles, tapicerías, tejidos, alfombras, pinturas, colas, barnices, productos de limpieza, productos de jardinería o productos de higiene personal. Algunos COVs causan irritación de las mucosas oculares y respiratorias, actúan como alérgenos, producen cefaleas, mareos o fatiga; otros pueden producir daños en el sistema nervioso central, ser bioacumulables, actuar como disruptores hormonales o ser cancerígenos.

Beneficios para la salud de tener plantas en casa

1. Las plantas purifican el aire en casa

Los estudios del científico de la NASA Bill Wolverton, ya en los años 80, mostraron la capacidad de las plantas de interior para limpiar el aire contaminado de productos químicos nocivos para la salud, y verificó que las plantas caseras eliminaban la mayor parte del aire tóxico interior en 24 horas.

Cada planta, además de absorber los compuestos químicos básicos del aire –nitrógeno, oxígeno, carbono–, tiene más o menos afinidad por alguno de los compuestos químicos que suelen permanecer suspendidos en el aire, como monóxido de carbono, formaldehídos, tricloroetilenos, xilenos, benceno, o amoniaco.

Los filodendros, azaleas y difembaquias filtran el formaldehído del aire (presente en los materiales de construcción, muebles contrachapados, pinturas sintéticas, colas y pegamentos, o el humo de cigarrillo).

Las margaritas y crisantemos absorben el exceso de benceno del aire interior (presente enhumo de cigarrillos, limpiadores, detergentes...). Las azaleas, el espatifilo o el rapis (Rhapis excelsa) son eficientes para eliminar el amoniaco.

La reducción de la concentración de compuestos volátiles es más intensa cuando las plantas disponen de luz natural, tal y como indican los resultados del estudio publicado en 2007 por el Departamento de Arquitectura e Ingeniería Sostenible de la Universidad de Hanyang en Seúl.

Los investigadores concluyeron que cuando las plantas fueron colocadas cerca de una ventana, en una área soleada, la reducción de la concentración de COVs fue mayor; y a mayor número de plantas, mayor fue la reducción de contaminantes del aire de interior.

Así pues, en la práctica se aconseja disponer de varias especies diferentes de plantas para aprovechar al máximo los beneficios de los vegetales como limpiadores del aire. Contar con una o dos plantas por cada 10 metros cuadrados de espacio interior, cerca de las ventanas, es una opción muy saludable.

2. Las plantas regulan la humedad y mitigan el ruido

Otro de los aspectos beneficiosos de las plantas es su capacidad para la regulación higrométrica, puesto que evaporan agua atendiendo a los niveles de humedad ya existentes en el aire.

Según un estudio realizado en la Universidad de Agricultura de Noruega, las plantas de interior pueden ayudar a reducir en un 30% la fatiga, toses, dolores de garganta y otras enfermedades relacionadas con el frío, e incrementan parcialmente los niveles de humedad en ambientes secos.

También pueden ayudar a disminuir el polvo hasta un 20%. En ambientes secos, con valores de humedad relativa ambiental inferior a un 45%, suelen generarse las desagradables descargas electrostáticas, algo muy frecuente en los llamados edificios inteligentes y en ambientes muy tecnificados (con predominio de equipos electrónicos, moquetas, suelos, muebles y materiales sintéticos).

Las plantas ayudan a reducir la carga electrostática ambiental, al absorber las cargas eléctricas y aportar humedad al ambiente. Del mismo modo que la vegetación abundante –árboles, arbustos– se utiliza como barrera para mitigar el impacto sonoro del tráfico en las áreas urbanas, en los espacios interiores también podemos usar las plantas por las ventajas que ofrecen como atenuadoras del ruido.

Una investigación realizada por la Universidad South Bank de Londres concluyó que especies como el espatifilo, el filodendro, la drácena y el ficus benjamina son las que actúan con mayor eficacia como mitigadoras de las ondas sonoras.

3. Las plantas ayudan a mejorar nuestra salud mental

La reducción de sustancias nocivas en el ambiente no solo tiene consecuencias positivas para la salud, sino que incide en el bienestar psicológico de las personas. Estudios realizados en lugares de trabajo y en escuelas muestran cómo las plantas de interior aumentan la creatividad y la facilidad en el desempeño de las tareas e incluso favorecen las relaciones y el buen humor.

Así lo corrobora un estudio de la Universidad Bunkyo Gakuin de Japón: en las escuelas en que hay plantas en las aulas los alumnos muestran un nivel mayor de atención y de concentración, con resultados académicos más favorables. Investigadores del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Tecnología en Sydney (Australia) han publicado los resultados de un estudio que muestra cómo las plantas de interior mejoran los ambientes de trabajo, aumentando hasta en un 12% la productividad y reduciendo el absentismo laboral.

Algunos centros hospitalarios y de salud también están empezando a tomar nota de estos efectos de las plantas. El Dr. Howard Frumkin, científico de la Universidad de Emory, Atlanta (Estados Unidos), cree que la presencia de plantas en ambientes interiores puede prevenir y tratar enfermedades. Según este investigador, "a pesar de que se sabe que la exposición y el contacto más directo con la naturaleza pueden ser restauradores, por desgracia eso apenas se refleja en el área de la salud. La evidencia sólida quizá todavía no está disponible, pero esta podría ser la base de los 'jardines de la salud' tradicionales en los hospitalesy de la terapia de horticultura que ahora se está utilizando en hospitales para niños y en geriátricos".

En esta misma línea de investigación, la Universidad de Twente (Holanda) publicó en enero del 2008 los resultados de un estudio que analiza la influencia de las plantas en la reducción del estrés en el entorno del centro de salud. La metodología utilizada consistió en mostrar a los pacientes habitaciones del centro de salud con plantas y habitaciones con algún motivo urbano pintado en la pared; seguidamente se procedió a medir la tensión percibida y el atractivo percibido del espacio (habitación del hospital).

La conclusión del estudio confirma las propiedades de las plantas en la reducción del estrés y la tensión. Las plantas ayudan a sanar el cuerpo y la mente, tal como se plasma en un titular de un estudio publicado en Japón que concluyó que "ver árboles alarga la vida".

4. Las plantas llevan la naturaleza al hogar

Después de los maravillosos beneficios que nos aportan las plantas, no podemos dejar de destacar el más obvio, su belleza.

Rodearse de ambientes agradables, que nos aporten armonía y serenidad, es un punto vital para mantener el equilibrio del cuerpo y de la mente, aparte de ser un regalo para la vista.

Aunque no se disponga de mucho espacio, es fácil introducir la vegetación en casa: un rincón soleado de la sala y del comedor, el alféizar de la cocina o el dimicional de problemas en el seno del hogar.

Algunas opciones más respetuosas y no menos eficaces son:

  • Para hongos como oídios o mildiu, rociar la planta con una dilución de agua al 5% de suero de leche o yogur.
  • Para pulgones, la dilución de jabón potásico (10 gramos en un litro de agua) o el extracto de ajo (3 dientes triturados por litro de agua) dan excelentes resultados.

Plantas que pueden no ser adecuadas para poner en casa

Ciertas especies contienen sustancias que pueden actuar a modo de alérgenos para determinadas personas, desencadenando reacciones como irritaciones de las mucosas respiratorias, oculares o eccemas, así como reacciones de hipersensibilidad a las fragancias vegetales.

Una de las más comunes en interior, como es el ficus benjamina, puede ocasionar problemas como rinitis alérgica, asma o urticarias a las personas alérgicas a su savia lechosa. La savia de la difembaquia es tóxica pero ni mucho menos como se afirma por Internet.

Las plantas en flor pueden ser problemáticas para las personas alérgicas a ciertos pólenes