La bichectomía lleva años realizándose pero últimamente se ha popularizado porque algunas personas públicas han reconocido haberse sometido a esta operación. Es una intervención quirúrgica que consiste en extirpar los acúmulos grasos que hay en la zona de las mejillas. Esto se hace con la intención de estilizar el rostro y que así parezca más anguloso.

Además, se cree que su popularización tiene que ver con la tendencia de utilizar filtros en las redes sociales que precisamente consiguen este efecto. ¿Realmente se necesitan cirugías como la bichectomía? ¿Es una cirugía libre de riesgos?

Bichectomía: complicaciones posibles

La bichectomía consiste en retirar el cuerpo adiposo de la mejilla. Se suele hacer con anestesia local, realizando una incisión por dentro de la boca para acceder al cuerpo adiposo de la mejilla y extraerlo. La herida se cierra con sutura y se coloca un vendaje de compresión elástica durante al menos de 3 días.

Aunque se considera una operación segura, no deja de tener algunos riesgos, como ocurre con todas las cirugías. Según una revisión de casos publicados en International Journal of Morphology solo el el 8,45 % (de 220 pacientes analizados) presentaron complicaciones menores. Sin embargo, dice el documento, los efectos sobre el envejecimiento facial y los efectos a largo plazo no ha sido analizado y, por lo tanto, el efecto inofensivo del procedimiento para esas características no está claro.

Las complicaciones tras la bichectomía pueden ser varias:

  • Hematoma
  • Infección
  • Trismus
  • Edema prolongado
  • Lesión del nervio facial
  • Lesión del conducto parotídeo
  • Irregularidades y asimetrías del contorno facial.

Hay que tener en cuenta también que la Bichectomía implica pasar el trasoperatorio y que durante este periodo (que puede perdurar hasta un mes) se pueden percibir también molestos síntomas:

  • La zona operada puede inflamarse los primeros días,
  • El paciente debe dormir un poco incorporado los primeros días y evitar las comidas calientes
  • Hay que estar varios días sin masticar alimentos demasiado duros, sin ejercicio físico y tomar la medicación pautada por su cirujano.

Bichectomía: cuándo no conviene

Todos tenemos grasa de Bichat en nuestras caras pero a veces no es recomendable extirparla. Para poder realizar esta operación de forma totalmente segura el paciente debe ser una persona joven o de mediana edad, con la cara más o menos redonda y sin signos de descolgamiento en el tercio inferior facial.

Recordemos que la cirugía plástica es de gran ayuda para tratar quemaduras, congelaciones, implantes de miembros... Sin embargo, tal como dice explica el Dr. Pablo Saz, la alabanza de la parte bonita de la cirugía, de sus logros espectaculares en algunos casos, hace que los pacientes opten en la actualidad por la cirugía para modificar su imagen incluso cuando no es necesario.

"Se publicita la cirugía estética con la propaganda de las modelos que representan solo los éxitos, mientras se oculta la gran cantidad de efectos secundarios y de pacientes que los sufren", explica el Dr. Pablo Saz.

Si estás pensando en hacerte esta Bichectomía, busca siempre un cirujano que te garantice un trabajo bien hecho y de calidad. Recuerda que la mayor parte de la labor del cirujano plástico tiene como objetivo corregir fallos de cirugías anteriores. En algunas ocasiones, tras la bichectomía, hay que realizar una intervención denominada "lipofilling" o relleno graso que consiste en coger grasa de otras partes del cuerpo e injertarla en la zona de las bolas de Bichat.

Consideraciones antes de hacerte una bichectomía

Antes de someternos a una operación conviene valorar muy seriamente si esta intervención es realmente necesaria. Recuerda que el uso de las redes sociales y la popularización de los filtros que nos permiten alcanzar una belleza poco realista, puede abocarnos a buscar a través de la cirugía una imagen corporal que, en realidad, no es para nada natural.

Según la psicóloga Raquel Tomé –vocal de Vocal de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid– se ha observado que las chicas que retocan y editan más sus selfies tienen más problemas con su imagen corporal y reflejan una deficiente aceptación de sí mismas (International Journal of Eating Disorders, 2020).

Por su parte, Jasmine Fardouly, Psicóloga investigadora independiente de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia, ha observado que se ha relacionado el uso de Instagram con las preocupaciones sobre la imagen corporal. Así pues, antes de someterte a una intervención de estética, valora si realmente necesitas mejorar tu imagen o si son las redes sociales las que te están empujando a ello.