Un dolor intenso y punzante al mover el brazo puede alertar de la presencia de calcificaciones, una acumulación de cristales de calcio que puede ocurrir en diferentes zonas del cuerpo.

En el caso de los hombros, las calcificaciones se acumulan en los músculos, los tendones y las bursas (unas pequeñas bolsas llenas de líquido que reducen el roce entre las partes móviles de la articulación del hombro).

¿Qué son las calcificaciones en el hombro?

El calcio es un mineral esencial para muchas funciones de nuestro cuerpo como la formación y el fortalecimiento de los huesos y los dientes, la contracción muscular, la coagulación sanguínea, la regulación de la función nerviosa y del ritmo cardiaco, entre otros.

Se acumula principalmente en los huesos y los dientes, pero cuando hay un exceso de calcio, este pasa al torrente circulatorio y lo eliminamos a través de la orina. En algunos casos, la capacidad de excreción está sobrepasada o hay demasiado calcio en el torrente sanguíneo y es cuando puede acumularse en diferentes zonas del cuerpo, como los hombros, y formar las calcificaciones.

Por otro lado, las calcificaciones pueden también ser parte del proceso normal de curación de una lesión muscular u ósea.

Se cree que hay algunos factores que pueden favorecer la formación calcificaciones en el hombro, como:

  • Haber sufrido una lesión o un traumatismo en el hombro.
  • Realizar movimientos muy repetitivos con el hombro (como levantar pesas o jugar al tenis), que pueden causar microlesiones.
  • Los factores genéticos pueden hacer que algunas personas estén más predispuestas a las calcificaciones.
  • Enfermedades metabólicas como la diabetes y la insuficiencia renal pueden aumentar el riesgo de formación de calcificaciones.

Las calcificaciones en el hombro afectan tanto a hombres como a mujeres y el riesgo de sufrirlas aumenta con la edad, pues los tejidos pierden su capacidad para eliminar el calcio.

Síntomas de las calcificaciones en el hombro

El dolor en el hombro es el principal síntoma de este tipo de calcificaciones y, en algunas personas puede ser muy intenso y empeorar al realizar algunos movimientos, como subir el brazo por encima de la cabeza. También puede haber:

  • Problemas para mover el brazo afectado.
  • Inflamación en el hombro, que puede hacer que esté caliente y sensible al tacto.
  • Crujidos al mover el hombro.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que los síntomas varían en función de el sitio en el que estén las calcificaciones, su tamaño y su gravedad, y que en muchas personas no dan ningún síntoma y solo se descubren casualmente en las revisiones o una radiografía rutinaria.

¿Cómo se curan las calcificaciones en el hombro?

A veces, las calcificaciones desaparecen por si solas con el paso del tiempo. Sin embargo, en otras pueden ser persistentes y, si provocan dolor e interfieren en la vida diaria, puede ser necesario tratarlas con fisioterapia, infiltraciones o cirugía.

Hay soluciones naturales que también pueden ayudar, como:

  • Aplicar hielo para reducir la inflamación y el dolor. No lo pongas directamente sobre la piel, envuélvelo en una tela y aplícalo durante unos 20 minutos.
  • Los masajes, realizados por un profesional, pueden aliviar la tensión muscular y reducir el dolor.
  • Frotar aceites naturales con propiedades antiinflamatorias y analgésicas, como el aceite de árnica o el de menta.
  • La cúrcuma es un potente antiinflamatorio natural. La puedes utilizar como condimento para tus comidas o tomarla en suplementos.
  • Realizar estiramientos suaves puede ayudar a reducir la rigidez. Conviene consultar al médico o fisioterapia para que te indique qué ejercicios no te perjudican.