La fibromialgia es una enfermedad que provoca dolores musculoesqueléticos, fatiga y alteraciones del sueño y el estado de ánimo. Por ahora no existe un consenso científico sobre la causa de la fibromialgia. Se suele hablar de un "trastorno del procesamiento del dolor" o de "sindrome de hipersensibilidad central".

Muchos investigadores creen que una estimulación nerviosa repetida ha provocado cambios en el cerebro y en la médula espinal de las personas que padecen fibromialgia. Este cambio está relacionado con un aumento anormal de los niveles de ciertas sustancias químicas en el cerebro que transmiten señales de dolor.

Además, al parecer, los receptores de dolor del cerebro desarrollan una especie de memoria del dolor y se hacen más sensibles, lo que significa que pueden reaccionar de manera desproporcionada ante las señales de dolor y de no dolor.

Pero, ¿por qué se produce esta hipersensibilidad? Se alegan varias causas que pueden combinarse:

  • Genética. Debido a que la fibromialgia suele ser hereditaria, podría haber ciertas mutaciones genéticas que probablemente hagan más vulnerable a desarrollar este trastorno.
  • Infecciones. Algunas enfermedades infecciosas parecen desencadenar o agravar la fibromialgia.
  • Traumas físicos o emocionales. La fibromialgia puede desencadenarse por un trauma físico, como un accidente automovilístico. Un estrés psicológico prolongado también podría desencadenar la enfermedad.

Alteraciones fisiológicas frecuentes

Las personas que sufren fibromialgia no presentan una alteración fisiológica concreta que pueda utilizarse para hacer un diagnóstico diferencial, pero sí es frecuente que presenten ciertos desequilibrios:

  • Niveles bajos de serotonina, el neurotransmisor relacionao con las sensaciones de bienestar.
  • Aumento del nivel de histamina, un marcador de inflamación.
  • Sensibilidad aumentada a la insulina que provoca descensos de los niveles de glucosa en sangre (hipoglucemia).
  • Trastornos de la microbiota intestinal y molestias digestrivas.

Estas alteraciones pueden describirse como síntomas de la fibromialgia, más que como causas, o como las consecuencias de un problema original que todavía no se ha descubierto.

La experiencia clínica lleva a los médicos a asociar la fibromialgia con la acumulación o el predominio de experiencias o percepciones negativas a lo largo de la vida. Pero no todas las personas que sufren experiencias negativas acaban sufriendo fibromialgia. En muchas personas, el efecto de las experiencias negativas es contrarrestado por otros factores. Son personas resilientes.

El gen antiestrés está inactivo en la fibromialgia

Existe el llamado gen antiestrés, que no está igualmente activo en todas las personas. Según el doctor Michael Meany y sus colaboradores, se asocia la activación del gen antiestrés con la experiencia de seguridad y protección después del nacimiento.

Pero si no se experimenta la seguridad necesaria en la infancia, entonces el gen antiestrés no se activa. Este es el caso de las personas traumatizadas. Para que se produzca un trauma no hace falta una experiencia terrible, sino la percepción de una inseguridad.

El sistema nervioso se vuelve muy sensible

En la fibromialgia, el sistema nervioso permanece siempre en estado de alerta máxima. Se vuelve tan sensible que las señales y estímulos cotidianos se interpretan como un peligro y son molestos. Estos estímulos pueden proceder del propio cuerpo o del exterior.

Luego, la persona en cuestión dirige su atención al dolor y comienza a cuidarse. Pero eso hace que su susceptibilidad al dolor sea aún mayor. Todo esto no ocurre de la noche a la mañana, sino a lo largo de muchos años.

El gen antiestrés se puede inactivar por una pérdida o enfermedad de la pareja o del hijo, pérdida del trabajo o inseguridad material.

En la fibromialgia, no todos los dolores son iguales

El mismo dolor puede ser percibido de maneras diferentes. Se le puede prestar mucha atención o pasar casi desapercibido.

Muchos pacientes con fibromialgia sufren temores terribles cuando sienten los diversos dolores, ya que sospechan que pueden ser debido a enfermedades agudas y potencialmente mortales.

¿La fibromialgia es un síndrome de activación de los mastocitos?

Algunos casos de fibromialgia pueden identicarse con el síndrome de activación de mastocitos (MCAS), que tiene síntomas muy similares y se puede diagnosticar con relativa facilidad mediante análisis de sangre y orina.

Los mastocitos son células responsables de las reacciones alérgicas inmediatas. Provocan síntomas liberando sustancias llamadas "mediadores". Pueden dar lugar a trastornos gastrointestinales, cardiovasculares, dermatológicos, respiratorios y neurológicos.

Si el diagnóstico es positivo, el síndrome se puede tratar con antihistamínicos y otros fármacos que hacen desaparecer los síntomas rápidamente.

La fibromialgia como posible efecto secundario de la vacunación

Un estudio israelí halló que el síndrome de fatiga crónica y una fibromialgia temporal podrían aparecer como conseuencia de la vacunación con la hepatitis B con adyuvantes como el hidróxido de aluminio.

Esto convertiría a la fibromialgia en una de las enfermedades autoinmunes que pueden ser desencadenadas por los adyuvantes de las vacunas. No obstante, existen estudios contradictorios sobre la asociación entre determinadas vacunas y la fibromialgia o la autoinmunidad.

Referencias científicas: