¿Qué es el bienestar? Hemos utilizado esta palabra casi siempre como sinónimo de salud en contraposición con el malestar que nos produce la enfermedad. Pero, ¿cuántos significados engloba para nosotros?

Es importante que aprendamos de nuestra propia cultura y de otras para conseguir mejorar el bienestar. Conocer nuestra herencia física y cultural, nuestros antepasados, establecer una relación armónica con el medio ambiente y que esa relación y las mejoras culturales se entrelacen para mejorar cada día.¿Cómo lograr bienestar según las principales tradiciones espirituales?

Bienestar: significado

La definición más importante se hace desde una valoración individual. Defino mi bienestar porque estoy satisfecho con mi vida y mi salud, porque mis sentimientos positivos sobre la vida predominan sobre los negativos; se trata de una gracia a la que aspiro desde mi ética y mis valores particulares.

El bienestar constituye el núcleo de la felicidad, lo que da sentido a la vida. Este sentido se puede percibir desde el lugar más cómodo hasta en la cárcel más amarga, todo depende de la persona.

Pero no todo el mundo entiende así el bienestar. De hecho, con esta palabra se ha definido sobre todo el nivel de vida y el progreso de un país. El término alude a la calidad de vida evaluada por ciertos indicadores económicos, como ingresos, empleo, vivienda, condiciones del entorno, clase social, sexo...

También se ha entendido el bienestar como una fórmula del vivir correcta, buen comportamiento social, plenas facultades mentales, buen estado de ánimo y de afectividad, satisfacción consigo mismo, con la familia y los amigos... Todo esto engloba la situación del bienestar.

Los 7 pilares del bienestar según la medicina tradicional

¿Qué determina el nivel de bienestar de una persona? Tan importante es que da lugar a actuaciones políticas dentro de un ministerio o una consejería de Bienestar Social. Pero, ¿dónde reside esa clase de bienestar, de salud o de gracia? ¿Depende de los demás, de los vecinos, de la política, de la divinidad caprichosa?

¿O depende más bien de nosotros, de recoger nuestra herencia, nuestro entorno, nuestra capacidad de aprendizaje y formarnos una meta, un sentido a nuestra vida, que englobe la realidad y la trascienda, que pase por una aceptación de lo que somos y nos marque un sentido y un propósito en la vida que elegimos, una relación positiva con los demás y autonomía y control sobre nuestro medio?

Convivir con la alegría y la tristeza, con la euforia y la depresión, con el orgullo y la vergüenza, con el cariño y la envidia, con el éxtasis y el estrés, con la satisfacción y la ansiedad ... toda esta amalgama de aspectos positivos y negativos mezclados en el presente, el pasado y el futuro forman parte de nuestro bienestar.

Todo ello se ha experimentado repetidas veces y en esa experiencia hemos desarrollado aptitudes físicas y éticas que mejoran nuestra condición de bienestar y las hemos aplicado a nuestra conducta intentando que se repitan.

Esto ha dado lugar a las distintas culturas y dentro de ellas a hábitos, costumbres o morales. Con todo, solo hay una forma de conseguirlo: saber que el bienestar reside en nuestras manos, en nuestra fuerza, en nuestra voz, en el bolígrafo que ahora manejo para transmitirte mi pensamiento, en mis palabras y en lo que ellas puedan despertar en tu mente.

La clave es que nosotros decidimos nuestro bienestar. Estos 7 pilares están muy relacionados con cómo lo logramos:

  1. Alimentación. Cuidar el equilibrio y la calidad y cantidad de los alimentos a fin de no sobrecargar el organismo.
  2. Ejercicio. El movimiento, tanto si es en forma de deporte como de yoga o taichi, previene numerosas dolencias.
  3. Paz mental. Requiere confianza y conocimiento de uno mismo, capacidad para aceptarse y relajarse.
  4. Vida espiritual. Entendida como la búsqueda personal de respuestas a las preguntas esenciales.
  5. Relaciones. Unos vínculos afectivos sólidos no sólo protegen a la persona sino que son un factor de longevidad.
  6. Trabajo. Puede ser tanto causa de estrés como de realización personal.
  7. Entorno. Incluye la pureza del medio ambiente pero también la calidad del lugar en que se vive.

Preceptos budistas para ganar bienestar

La ciencia investiga los factores de bienestar y la salud y en base a ello realiza sus recomendaciones.

Antiguamente ese cuerpo de conocimientos se transmitía sobre todo a través de las religiones. En ese sentido es curioso comprobar cómo la Organización Mundial de la Salud concede cada vez más importancia a factores inmateriales como un pilar del bienestar.

Una buena relación con la comunidad o incluso los valores espirituales se considera que favorecen la longevidad.

Probablemente lo que el cristianismo resume con la expresión "ama al prójimo como a ti mismo" es uno de los mejores consejos a nivel médico y psicológico.

El budismo también ofrece algunos preceptos de validez universal:

  • Conocimiento correcto. Lleva a entender la igualdad entre los seres vivientes (lo que incluye a todos los animales), la doctrina del renacimiento, ley de causa y efecto (karma), la impermanencia...
  • Pensamiento correcto. Promueve aspiraciones sin motivos egoístas ni perjuicio al prójimo. Pensamientos de renuncia, de amor y no-violencia.
  • Lenguaje o habla correcta. Abstenerse de mentir, chismear, calumniar... Hablar con la verdad y palabras amables.
  • Acción o conducta correcta. Respetar los cinco preceptos: no matar ni dañar a ningún ser vivo, no ejercer violencia; no tomar lo que no nos pertenece; no mentir ni injuriar; no utilizar la sexualidad de forma incorrecta; no ingerir sustancias que hagan perder la conciencia.
  • Medio de vida correcto. Ejercer un trabajo que no sea nocivo o perjudicial para otros seres vivos.
  • Atención correcta. Al cuerpo, considerado como el mejor medio que tenemos para vivir en este momento; a las sensaciones y emociones, tanto las agradables como las dolorosas, valorando todas ellas; a las actividades de la mente, consideradas como cambiantes; a los fenómenos, observados como transitorios, sin naturaleza propia. Por lo visto, Buda sabía bastante de física cuántica ...
  • Concentración y meditación. Permiten serenar y reestructurar la mente, fortaleciendo la concentración y el desarrollo de la visión profunda.

El bienestar según los preceptos del yoga

Mucho antes el yoga ya proponía otra serie de preceptos igualmente válidos:

  • Yama. No violencia, no matar, no ofender ni mentir, no ambicionar ni atesorar, no abusar de la sexualidad.
  • Niyama. Limpieza de cuerpo y mente, cultivar una actitud de contento y satisfacción, austeridad, autoestudio y entrega.
  • Asanas. Ejercicio y posturas físicas; por medio de ellas se equilibran los impulsos nerviosos y las energías internas.
  • Pranayama. Control y regulación del prana o energía vital a través de ejercicios respiratorios.
  • Cuidado de la mente. Sobre todo mediante la práctica de la meditación.

Las 9 pautas del bienestar según la tradición zen

La tradición japonesa propone nueve normas muy eficaces para conseguir el bienestar:

  1. Clasificación. Consiste en separar las cosas que sirven de las que no, lo necesario de lo innecesario, lo suficiente de lo excesivo y proceder a eliminar lo segundo. Con ello se logra un mejor uso del espacio, eliminar lo sobrante u obsoleto, no perder el tiempo... Cuanto más se reduzca el espacio ocupado, más comodidad y facilidad para mantenerlo. Esto redunda en el bienestar.
  2. Organización. Es tener una ubicación o disposición de los elementos de tal manera que cualquiera los pueda utilizar en el momento que lo necesite. Contar estrictamente con lo necesario para trabajar.
  3. Limpieza. Eliminar polvo, desperdicios, mugre y manchas de todos los sitios en que se desenvuelven las actividades y mantener permanentemente las condiciones adecuadas de aseo e higiene (hogar y oficina). Se aconseja que cada uno mantenga limpio su puesto de trabajo.
  4. Práctica personal. El bienestar personal es el resultado de la aplicación de los anteriores conceptos.
  5. Disciplina. Es orden y control personal y se logra a través de un entrenamiento de las facultades mentales. Se refiere al hecho de mantener un hábito o costumbre.
  6. Constancia. Es tener la voluntad de hacer las cosas bien y permanecer en ello sin cambiar de actitud. Así logramos el cumplimiento de las metas propuestas. La constancia vence lo que la dicha no alcanza.
  7. Compromiso. Es una obligación contraída, es una palabra dada o empeñada con una idea, con alguna tarea, con alguien o algo.
  8. Coordinación. Es unir esfuerzos para lograr un objetivo determinado.
  9. Estandarización. Es establecer normas, reglamentos y procedimientos que señalan cómo hacer ciertas cosas para mantener un ambiente adecuado de trabajo.

Es importante que aprendamos de nuestra propia cultura y de otras para conseguir mejorar el bienestar. Conocer nuestra herencia física y cultural, nuestros antepasados, establecer una relación armónica con el medio ambiente y que esa relación y las mejoras culturales se entrelacen para mejorar cada día.

Hay que superar barreras. Es importante no dar cabida a aquellos que solo quieren imponer sus ideas sin respetar las otras, esto ha traído como consecuencia uno de los fenómenos que mayor malestar produce aún hoy día: la guerra.

El concepto de bienestar: una realidad múltiple

Algunos pensarán que el bienestar solo lo tiene una persona feliz, joven, saludable, con buena educación, bien remunerada, extrovertida, optimista, libre de preocupaciones, religiosa, casada, con alta autoestima, elevada moral de trabajo, aspiraciones modestas, perteneciente a cualquier sexo y con inteligencia de amplio alcance... Pero podríamos conjugar un bienestar con todo lo contrario y veríamos que también se da.

La máxima aspiración de bienestar depende de nuestra toma de conciencia ante el mundo; con ella podemos elegir lo que queremos entre posibilidades infinitas.

Tenemos esa libertad cuando nuestras necesidades vitales están cubiertas. Pero cuando las necesidades vitales no lo están e incluso corre peligro la vida, en las peores condiciones nos queda ese reducto de libertad porque todo es relativo.

Así lo entienden psiquiatras como Víctor Frankl, quien en un campo de concentración nos dice que hay que buscarle sentido a la vida, sobre todo para sobrevivir en circunstancias difíciles, y en ese sentido reside la clave del bienestar.

Según el pensamiento griego todos tenemos un impulso natural hacia el bien, hacia la belleza, hacia el bienestar. Cuando Rousseau escribe el libro Emilio propone educarse en esa tendencia.

Con esta capacidad captamos el significado de la autocuración y entendemos cómo en el proceso de la enfermedad el cuerpo realiza todo su esfuerzo con una finalidad principal: recuperar el equilibrio.

La fuerza curativa de la naturaleza se activa para recuperar el bienestar en el más profundo de los malestares.

La medicina naturista también propone unas claves de bienestar y salud basadas fundamentalmente en la alimentación vegetariana y ajustada a las necesidades individuales, eligiendo las frutas y verduras del terreno y de temporada, en el ejercicio y en el reposo adecuado a cada circunstancia.

En el contacto con el medio ambiente y la tierra, andando descalzos de vez en cuando. En saber respirar el aire, que es gratis, aunque a veces puede esté contaminado; gozar del sol y la luz, algo fundamental para nuestra vitalidad. En el contacto con el agua limpia para la higiene personal la hidratación.

Y en una mentalidad positiva, tanto para uno mismo como en relaciones con los demás.

Un mecanismo para trabajar este bienestar es el entrenamiento para resolver conflictos y situaciones de enfrentamiento sin causar daño al contrario sino convenciendo, de manera que los dos puedan salir vencedores en cierto aspecto.

Existe un estado de bienestar definido como tener asistencia médica gratis y paga por jubilación, entre otros logros del mundo moderno. Podría considerarse la versión actual de una idea grandiosa: la ayuda mutua.

Existe una verdad tangible: el mundo es como es y nada lo puede cambiar, pero sobre eso hay otra verdad y es que todo es cambiante y que de toda esa realidad del mundo yo solo elijo aquello que puedo captar con mis sentidos y mi cerebro, es decir yo elijo mi realidad y mis experiencias, y en esa elección reside mi libertad y mi responsabilidad, porque no solo tengo el poder de vivir la realidad sino también de transformarla.

Libros para responsabilizarse del propio bienestar

  • El hombre en busca de sentido; Víctor Frankl. Ed. Herder
  • Ayurveda; Robert Svoboda. Ed. Kairós
  • Las fuentes de la eterna juventud; Andrew Weil. Ed. Temas de Hoy