El tamaño de la panificadora sí importa
El número de personas que vive en casa y el consumo de pan semanal marca el tamaño necesario, porque no se trata de aparatos para usar cada día, sino pocas veces a la semana (así se evita un mayor gasto energético y desgaste).
Podemos elaborar pan desde 500 g hasta 2 kilos y también hay que tener en cuenta que este tipo de panes duran unos 4-5 días en buenas condiciones. Como medida de referencia, se estima un consumo de unos 3 kilos de pan semanales para 2-3 personas.
Sin tóxicos, mejor
Aplicando la misma filosofía que en el resto de menaje de nuestra cocina, como cazuelas y sartenes, es importante priorizar materiales que lleven un antiadherente que no resulte tóxico. Los modelos low cost suelen usar Teflón (PTFE o politetrafluoroetileno) pero se ha comprobado que puede ser perjudicial para la salud y el medioambiente, sobre todo si está rallado.
Lo mejor es comprobar en la ficha técnica los materiales de fabricación y optar por panificadoras con molde de acero inoxidable o cerámica. Algunas marcas como Unold están especializadas en panificadoras sin teflón y ofrecen revestimientos libres de PTFE, PFOA, BPA y nanotecnología.
¿Programas extras?
Aunque, como su nombre indica, la principal función de estas máquinas sea hacer pan, muchas de ellas nos sorprenden con programas para pasta fresca, masa de pizza y empanada, mermeladas y hasta bizcochos. En algunos casos, se amasa en la panificadora y se acaba en el horno con el molde que se quiera.
¿Necesitamos todas estas funciones y las vamos a usar? Son preguntas que vale la pena hacerse antes de pagar un extra por ello.
Fermentados al poder
Además de las mencionadas funciones, la última generación de estos electrodomésticos permite fermentar con programas de hasta 60 horas en los que se puede elegir distintas temperaturas (entre 20ºC y 100ºC) y elaborar levadura madre o masa madre, yogur, tempeh, amasaque, natto... En este caso hablaríamos de panificadoras-fermentadoras.
También sin gluten
Todas las máquinas ofrecen una amplia variedad de programas para los panes clásicos con gluten (trigo, espelta, centeno), como básico, ultrarrápido, de molde, integral, integral rápido… pero solo algunos son específicos para panes sin gluten, que por su consistencia húmeda requieren de horneados más prolongados.
Sí que podemos elaborar panes sin gluten en panificadoras "normales", sobre todo si tienen programas individualizados para elegir fases y tiempos, pero si el gluten-free viene de serie es más fácil y eficaz. Los celiacos pueden disponer de su propia panificadora para evitar la contaminación cruzada.
Catálogo de accesorios
Hay accesorios o prestaciones comunes a muchas panificadoras pero otros extras y funciones exclusivas dependen del modelo y el precio:
- Molde de barras y baguettes: toda una originalidad porque los panes de panificadora siempre son cuadrados o rectangulares.
- Tabique central: para poder preparar dos panes o bizcochos pequeños.
- La fermentadora: pueden incluir hasta molde para hacer tempeh, termómetro y los cultivos necesarios.
- La función automática: por si ocurre un corte de luz. La máquina continúa el proceso cuando se restablece la energía eléctrica.
- Manual de instrucciones en castellano y libro de recetas. Alguna marca ofrece teclado en castellano.
- Premium: las máquinas de gama alta permiten seleccionar la velocidad de amasado y la temperatura de horneado y fermentación.
Teniendo en cuenta todos estos elementos, junto con nuestro presupuesto, espacio y necesidades, seguro que acertaremos en la elección de la panificadora ideal.