Cómo fermentar verduras en casa (y sin riesgos)

Preparar nuestros fermentados caseros es muy fácil, pero hay que saber cómo hacerlo adecuadamente. Son deliciosos ¡y nutren tu microbiota!

Por Ana de Azcárate

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Lava y corta la verdura

Cualquier verdura es apta para ser fermentada. Una vez elegida, lávala sin pelar porque en la piel hay más bacterias útiles para la fermentación.

Después trocéala bien.

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Añade la sal

Llegados a este punto, tienes dos opciones:

  1. Prepara una salmuera con agua filtrada (y un 3 o 4% de sal). Servirá para sumergir en ella la verdura.
  2. Sala la verdura y amásala con las manos para romper la celulosa. Extrae de este modo todo el jugo posible. Con este método se logra un sabor más intenso y redondo.

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Condimenta al gusto

Añade ahora cualquier condimento o especia que desees.

Introduce la verdura con su jugo o la salmuera en el tarro.

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Prensa y sumerge bien

Con la mano de madera presiona bien las verduras hacia abajo. El agua debe rebasar a la verdura. Si falta, añade algo más de salmuera.

Pon encima un peso. Puede ser un vasito, plato o disco cerámico para mantener la verdura sumergida. Cubre con una tela y sujétala con un cordel.

Si usas un peso más pequeño que el diámetro del tarro, el fermento podrá ir soltando gas.

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Deja reposar

Tras un par de días a 17-24 °C empieza la actividad. Verás burbujas; la tela dejará pasar el gas. En 5-7 días estará listo. A continuación, refrigera durante unos 2 días antes de comer.

Si sale moho por encima y es poco, quítalo con cuidado y prensa todo de nuevo. Las levaduras esparcidas por la superficie son inocuas. Quítalas con una tela o cuchara de madera.

La aparición de espuma es normal e inocua, aunque se recomienda quitarla.

Puedes medir el pH con una tira. Con una acidez 4,0 o menor puedes consumirlo con tranquilidad. Ten en cuenta que la acidez inhibe las bacterias patógenas.

Utensilios para preparar fermentados caseros

Para la preparación de tus fermentados de verduras serán necesarios estos utensilios:

  • Bol grande de vidrio
  • Cuchillo o mandolina
  • Tabla de cortar
  • Mano de madera
  • Batidora (opcional)

Y para la fase de reposo:

  • Tarro de vidrio (mejor con tapa de plástico, tipo tarro Mason o Le Parfait)
  • Plato, bote u otro peso
  • Tela o paño para tapar

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