Aunque un bebé o un niño pequeño tenga mucha cera visible en los oídos, los médicos advierten contra la limpieza de los canales auditivos con bastoncillos de algodón o la inserción de otros objetos en el oído.

Esta advertencia tiene mucho sentido. Para los padres resulta muy difícil juzgar hasta dónde están penetrando con el bastoncillo. Además, el niño puede moverse bruscamente y el algodón puede quedar atascado por accidente en el canal auditivo.

¿Por qué es malo utilizar bastoncillos para los oídos?

Las lesiones causadas por los bastoncillos de oídos son más frecuentes de lo que se cree. Muchos niños acaban en urgencias debido a ello. Un estudio publicado en el Journal of Pediatrics encontró que durante 21 años (1990-2010) en los Estados Unidos, más de 263.000 niños tuvieron que ser tratados en urgencias por lesiones en los oídos causadas por bastoncillos de algodón.

Eso equivale a unas 12.500 lesiones al año o unas 34 lesiones al día. La mayoría de estos ocurrieron al usar bastoncillos de algodón para limpiar los oídos (73%). Otras lesiones sucedieron al jugar con bastoncillos de algodón o cuando los niños se cayeron mientras tenían un hisopo en la oreja.

La mayoría de las lesiones tuvieron lugar cuando los propios niños usaron los bastoncillos de algodón para limpiarse (77%), seguidos por el uso del bastoncillo por parte de un padre o un hermano. Casi la mitad de las lesiones las sufrieron niños menores de tres años.

Las consecuencias más comunes incluyeron una sensación de cuerpo extraño en el oído (30%), perforación del tímpano (25%) y lesiones en los tejidos blandos (23%).

¿Para qué sirven los bastoncillos de algodón?

La posibilidad de que ocurra un accidente no es el único problema del bastoncillo. En realidad, no es lo mejor para limpiar un oído. Al usarlo, existe el riesgo de que en lugar de sacar la cera se la empuje más profundamente en el canal auditivo.

La cera puede formar un tapón duro frente al tímpano, lo que puede causar problemas de audición. El oído medio además estará mal ventilado y se pueden desarrollar infecciones.

Los bastoncillos de algodón también pueden dañar los delicados vellos del canal auditivo que se utilizan para eliminar el cerumen. En el peor de los casos, el tímpano, que es fino como el papel, puede lesionarse. El daño al oído interno puede provocar mareos, problemas de equilibrio y pérdida auditiva irreversible.

¿Son seguros los bastoncillos de algodón de seguridad para bebés?

En principio, sí. Pero igualmente sólo son adecuados para la zona exterior del oído. El engrosamiento de seguridad del algodón asegura que el palillo no entre en el canal auditivo a menos que se aplique mucha fuerza. Pero para limpiar la aurícula externa, se puede utilizar una gasa o una toallita.

Cómo limpiar el oído con una gasa o una toallita

Lavar suavemente el oído externo y la parte más visible del pabellón auricular con agua tibia es suficiente.

Para hacer esto, puedes usar la punta de una toalla de mano o una gasa. El jabón no es necesario. El agua no debe entrar en el oído.

Por otra parte, durante el cuidado diario del bebé, presta especial atención a la piel detrás de las orejas. La suciedad, la saliva o los residuos de leche a veces se acumulan en los pliegues entre la oreja y el cuero cabelludo. Seca cuidadosa y completamente esta zona después del lavado. Demasiada humedad irrita la delicada piel, volviéndola roja o escamosa.

Retira la cera del oído del bebé con un pañuelo de papel

No es necesario quitar el cerumen del oído, pues realiza funciones muy importantes: mantiene los conductos auditivos limpios y el oído sano. La masa ligeramente pegajosa se une partículas pequeñas como polvo y piel muerta. Con la ayuda de los pelos finos del canal auditivo, asegura que la suciedad sea transportada fuera del oído.

También ayuda a garantizar que el tímpano siempre permanezca uniformemente húmedo.

Junto con los pelos del canal auditivo externo, evita que insectos y partículas de suciedad lleguen al interior del oído y ataquen el tímpano.

Además, el cerumen forma una capa protectora natural contra bacterias y hongos invasores.

¿Es cierto que el oído se limpia solo?

Sí. El canal auditivo que conduce al tímpano y al oído medio se limpia solo. Las excepciones son las personas con canales auditivos particularmente tortuosos, los nadadores o, a veces, los ancianos.

Cualquier persona que se sienta incómoda con la cera en el canal auditivo debe consultar a un médico para una limpieza profesional.