Las temperaturas van a subir en España esta semana por la llegada de aire subtropical y los termómetros pueden llegara a marcar este fin de semana los 40 grados en muchos puntos del país. Este episodio de calor, que en principio resulta inusual para la época, son fenómenos cuya frecuencia está aumentando debido al cambio climático.
Puede ser que nos guste el calor o que, en realidad, no nos tomemos en serio nuestras propias palabras. En el fondo queremos convencernos de que siempre ha hecho calor en verano y de que el clima es un misterio... Si no es así, no se puede entender nuestra pasividad.
Por qué se producen más olas de calor
Quizá nos hace falta escuchar voces contundentes. Como la de Greta Thunberg. O como la del climatólogo Robert Vautard, que afirmó en el diario Le Monde que las olas de calor en Europa pueden llegar a los 50º C dentro de pocos años.
Mira cómo te sientes hoy con una temperatura que ronda los 30 grados y piensa como te sentirás cuando estés a medio camino de la ebullición.
Robert Vautard es investigador en el Laboratorio de Ciencias Ambientales del Instituto Pierre Simon-Laplace, especializado en eventos climáticos extremos. Explica que las olas de calor se repetirán. Es fácil predecirlo porque desde hace 30 años vienen siendo cada vez más intensas, más largas y más frecuentes. Nada hace pensar que la tendencia no vaya a continuar en las próximas décadas.
Según Vautard, cuando la temperatura media del planeta haya aumentado unos 2º C hacia 2050, los veranos van a ser mucho más calurosos. A mitad de este siglo XXI, en Barcelona, Madrid, Zaragoza, Bilbao, Valencia o Sevilla, los termómetros podrán alcanzar los 50º C, con picos más altos en determinados lugares. Además el verano comenzará antes y terminará más tarde, abarcará desde mayo a octubre.
Calor, crisis, futuro
Estas temperaturas, combinadas con la humedad del litoral, pueden producir una sensación insoportable. Muy probablemente España dejará de ser un destino atractivo para los turistas. Así, a la emergencia climática se le sumará la crisis económica y la sospecha de que el futuro se nos escapa de las manos.
Por otra parte, el incremento de temperatura irá acompañado de problemas de salud: deshidratación, hipertermia, trastornos cardiovasculares, enfermedades respiratorias, ansiedad...
Cómo combatir las olas de calor
1. La primera medida es beber más
Lo más importante cuando hace calor es beber mucho. Hasta tres litros, dependiendo de tu sed (siempre que no existan motivos de salud que lo desaconsejen).
El calmante ideal para la sed es el agua. Dado queel cuerpo también pierde minerales a través de la sudoraciónen los días calurosos, también es importante beber bebidas que contengan minerales, como zumos de frutas naturales diluidos con agua, infusiones, sopas o caldos, que pueden ser tibios.
Recuerda que es más sostenible beber agua del grifo. Puedes mejorar su calidad con diferentes tipos de filtros.
No cometas el error de beber bebidas muy frías, que estimulan la producción de calor porque el cuerpo tiene que mantener su temperatura interior y boicotean los sistemas de refrigeración del organismo.
2. Evita el alcohol y la cafeína cuando hace calor
Aunque sea agradable sentarse a tomar una cerveza o unos vinos en una terraza a la sombra, es mejor que evites las bebidas con alcohol, porque este elimina líquidos y minerales de tu cuerpo y, por lo tanto, intensifica el efecto de las altas temperaturas.
Evita el alcohol, especialmente durante el calor del mediodía, y no bebas demasiado por la noche. Evita también el café, el té negro o verde, ya que la cafeína es un estresor para el sistema circulatorio, que también sirve al cuerpo como sistema de refrigeración al acercar la sangre a la superficie para que se enfríe.
3. Come más ligero
La dieta también debe adaptarse a los días muy calurosos. Cuando hace calor, es mejor comer varias comidas pequeñas y ligeras durante el día. Por ejemplo, verduras salteadas, ensaladas o solo un poco de fruta entre ellas. Recuerda que al digerir los alimentos aumenta la temperatura corporal.
Se recomiendan especialmente las frutas y verduras ricas en agua. Por ejemplo: pepinos, tomates, calabacines, melocotones o sandías son ideales. No solo son ricos en agua, sino también están de temporada. Es mejor evitar platos difíciles de digerir.
4. Quédate en lugares frescos
Ajusta tu rutina diaria al calor, si es posible. Por ejemplo, levántate más temprano y trabaja cuando aún hace fresco. Permanece en habitaciones frescas para el almuerzo del mediodía y limita tus actividades al aire libre a las primeras horas de la mañana o a la noche.
Las duchas tibias tirando a frescas proporcionan sensación de frescor, también son más sostenibles que las cálidas. Si tienes mucho calor pero no tienes posibilidad de tomar una ducha, puedes hacer correr agua fría sobre tus muñecas o aplicar una compresa fría y húmeda en la frente o la nuca.
Los aerosoles de agua también tienen un efecto refrescante, pero también producen una gran cantidad de desechos. Una botella de spray recargable es una idea más ecológica.
5. Protégete del calor
Si no puedes permanecer en una habitación fresca durante las horas de más calor, al menos permanece a la sombra y evita la luz solar directa. Vístete con ropa de algodón o lino liviana, no apretada y de colores claros.
Asegúrate de tener la protección UV adecuada. No te olvides de las gafas de sol y del protector solar para todas las áreas descubiertas de la piel y un sombrero de ala ancha para proteger la cara y el cuello.
6. Mantén fresco tu hogar
Nada es más incómodo en verano que un piso o una casa calientes, porque entonces no se puede dormir bien por las noches. Por lo tanto, una recomendación fundamental es mantener las persianas y las ventanas cerradas de día y oscurecer las habitaciones con cortinas o contraventanas.
Puedes dejar un resquicio abierto para permitir cierta ventilación, pero procurando que no entren los rayos de sol. Por la noche, abre de para en par. Además procura:
- Apaga todos los aparatos eléctricos (y no los dejes en stand-by).
- Trate de evitar la iluminación artificial. Cualquier cosa que use electricidad calentará la habitación.
- Prescinde de dispositivos eléctricos, o al menos úsalos con moderación, esto no solo ayuda contra el calor, también es bueno para el medio ambiente y tu cartera.
- Crea áreas libres, porque estas también ayudan a enfriar. Por ejemplo, quita las alfombras y elimina los artículos innecesarios (guárdalos en el altillo o el sótano).
- No uses el aire acondicionado ni el ventilador, si es posible. No confíes en el aire acondicionado, pues un sistema insostenible energéticamente para adaptar la temperatura de los espacios interiores. Los aires acondicionados en verano disparan el consumo eléctrico en todo el país y hacen más difícil la transición completa a las energías renovables y limpias. Además el aire acondicionado crea una diferencia demasiado grande entre las temperaturas interiores y exteriores que puede afectar a la inmunidad.
7. Evita el movimiento
Trata de evitar el esfuerzo físico, esto es importante sobre todo durante las horas más calurosas del mediodía. Si quieres hacer deporte, lo mejor es hacerlo solo por la mañana o, si es necesario, por la noche cuando el ambiente esté un poco más fresco.
Si no puedes tener esto en cuenta y debes trabajar físicamente durante el calor, aún tienes que beber más, lo ideal es de medio litro a un litro.
8. Mantenerse en forma contra el calor
Las personas que están en buena forma física son más resistentes al calor y pueden adaptarse más fácilmente a fuertes fluctuaciones de temperatura y olas de calor.
Por lo tanto, presta atención a una dieta saludable y equilibrada, preferiblemente ecológica, regional y de temporada. Muévete mucho (en las horas menos calurosas), deja de fumar y bebe poco alcohol.
9. Presta atención a las demás personas
Las personas mayores, los niños y los enfermos son grupos de personas especialmente vulnerables y, a menudo, no pueden ayudarse a sí mismos.
Los bebés y los niños pequeños nunca deben exponerse a la luz solar directa. Las personas mayores tienen menos sensación de sed y se olvidan de beber lo suficiente. Si parecen confundidos, a menudo es una señal de advertencia de que sufren deshidratación.
Nunca dejes niños pequeños o personas con problemas de salud en un automóvil estacionado al sol, ni siquiera para un recado rápido. Esto también se aplica a animales como los perros.
Reduce tus emisiones
A estas alturas ya te estarás preguntando qué se puede hacer para evitar este panorama. Según Vautard, la medida básica es reducir significativamente nuestras emisiones de gases que favorecen el calentamiento de la atmósfera, especialmente CO2, producido al quemar combustibles fósiles. Nada va a impedir que las temperaturas suban los próximos años, el objetivo es conseguir que cambie la tendencia para que a finales de siglo podamos contarlo.
Piénsalo cada vez que pises el acelerador o que te subas a un avión. O cuando consumas un producto innecesario cuya producción ha representado la emisión de kilos de CO2 a la atmósfera. O cuando elijas un producto no sostenible existiendo alternativas.