Si no dispones de un espacio personal en casa donde relajarte y desconectar, es posible que te cueste encontrar el momento de hacerlo. Las interrupciones, la falta de privacidad y las distracciones juegan en tu contra, pero también el hecho de no contar con un refugio en el que te sientas a gusto y en el que, nada más entrar, tu cuerpo y tu mente sepan que ha llegado el momento de bajar el ritmo.

Cómo crear un espacio personal para relajarse

Aunque vivas en una casa pequeña, encuentra por tanto un rincón y hazlo tuyo. Practica la rutina diaria de permitirte ese momento de alejar las demandas y las prisas, de encontrarte a ti mismo, de relajar el cuerpo y la mente, y disfrutar del momento presente.

Verás cómo te sientes mejor física y emocionalmente, cómo ganas en salud. Practicar el ser, y alejar el hacer, es pura medicina.

Elige un espacio en el que puedas estar tranquilo y disponer de un momento del día en el que no te molesten. Y recuerda que el ambiente es un buen modulador del sistema nervioso; de ahí que sea tan importante crear y cuidar la atmósfera de ese rincón personal.

A la hora de crear o preparar ese espacio, es importante por ello que cuides estos aspectos:

  • Que no falte verdor. Sería ideal que pudiera tener una ventana desde la que ver vegetación. Si no es así, puedes decorar con plantas de interior y también algún cuadro de paisaje. Tienes muchas maneras de introducir la naturaleza dentro de casa y aprovechar su efecto relajante y terapéutico.
  • Incluye algún elemento o punto de atención. Dispón algún elemento que ayude a centrar la atención, que no solo dé ambiente al lugar, sino que te ayude a "anclar" el cerebro. Pueden ser una vela, un cojín de meditación, un mandala que ayude a equilibrar tus emociones... cualquier elemento que indique que ese es tu lugar especial.
  • Flexibilidad. Tu rincón puede estar en tu habitación o en el salón; lo eficaz es que, para relajarte, elijas los horarios en los que la casa esté más en calma.
  • Sencillez. Para crear un ambiente relajante y encontrar el equilibrio, la sencillez es una opción eficaz. Elige solo los elementos que realmente precises según si vas a practicar meditación, hacer manualidades, escuchar música, escribir tu diario, disfrutar de la lectura o simplemente tomarte un té.
  • Calidez. A la hora de decorar tu rincón, decántate por las tonalidades cálidas, pues ayudan al cerebro a calmarse. Azules, violetas, verdes, dorados y amarillos suaves darán un ambiente más sosegado. Combínalos en los cojines, la alfombra o en otros elementos de decoración.
  • Silencio del exterior. Aparte de evitar las interrupciones de los de casa o el teléfono, asegúrate de que no te interrumpa el ruido del exterior. De día, las estancias más alejadas de la calle ayudan a conseguir un mejor recogimiento sonoro. Si tu momento de recogimiento es a primera hora de la mañana o por la noche, será más fácil que la actividad en la calle sea menor.
  • Aromas para relajar la mente. Los olores resultan moduladores del cerebro. Los aromas, las emociones y los recuerdos se guardan una estrecha relación. Por ello resulta efectivo recurrir al sistema olfativo para ayudar a relajar el sistema nervioso. Los aceites esenciales, mejor si son ecológicos, te ayudan a alcanzar la calma: de laurel, de lavanda... Aquí tienes algunas recomendaciones de aceites esenciales contra el estrés.
  • Aprovecha para cultivar tu creatividad. Disponer de un rincón personal es ideal para dar rienda suelta a tu parte más creativa: puedes pintar mandalas, decorar piedras o tejer, entre otras muchas manualidades... Pon atención plena a esa actividad que hayas elegido y descubrirás que resulta un bálsamo de calma para el cerebro. Y es que las manualidades ya se consideran el nuevo yoga, por su efecto de reducir la ansiedad y el estrés. Son una forma de practicar la meditación consciente, de anclar la mente en el momento presente, y aliviar así el estrés.
  • Ponte música. Elige la música que sientas que te ayuda a transformar tus estados de más agitación y guiarte hacia la calma: música clásica, sonidos de la naturaleza, mantras, música para meditar o baladas suaves... cada uno que encuentre la suya. La música es pura medicina para el sistema nervioso y para el corazón, permite conectar el cuerpo con la mente y transportarnos a un nuevo estado en pocos minutos. ¡Ten a mano tu play-list personal!