Cada año la Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea un tema para conmemorar el Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de abril. Este año 2022 el lema elegido para el día Mundial de la Salud es «Nuestro planeta, nuestra salud» con la que se pretende urgir a las personas, las comunidades, los gobiernos y las organizaciones de todo el mundo a tomar medidas para proteger nuestro planeta y nuestra salud.

De esta manera, la campaña de la OMS pone este año 2022 el acento en los aspectos ambientales que amenazan la salud pública (como el cambio climático, el saneamiento inadecuado, la contaminación del agua...) para generar una respuesta efectiva con el apoyo de sociedad y gobiernos. ¿Sabías que el planeta se enfrenta a la sexta extinción masiva de especies? Según el último informe Planeta Vivo de la organización World Wild Fun/Adena (WWF) las poblaciones de especies de vertebrados han disminuido un 68% en solo 50 años. Este informe alerta de cómo cada minuto desaparece un área de bosque equivalente a 27 campos de fútbol y se ha perdido medio millón de especies de insectos están en peligro de extinción. El informe hace hincapié en un tema importante en línea com la OMS: la pérdida de biodiversidad afecta a nuestra supervivencia porque la biodiversidad es el pilar sobre el que se sostiene el progreso económico, bienestar y salud.

Día Mundial de la Salud 2022: una mirada al planeta

“La salud de los hombres y del planeta deben ir de la mano para garantizar nuestro bienestar y sostenibilidad”. Es la visión que Josep M. Antó, director de ISGlobal, aportó ya en la Cumbre del Cambio Climático, la COP 25, en el año 2019. Era una mirada inteligente sobre la necesidad de conciliar los límites planetarios para crear armonía entre la salud de la Tierra y de la raza humana.

Esta visión, más holística e integradora, podría aplicare en Medicina, Política, Economía y Sociedad para hacer frente al Cambio Climático. Una intervención rápida en el sentido de integrar salud y planeta en un nuevo concepto de “salud planetaria”, podría evitar eventos que nos conduzcan a un punto de no retorno cambiando súbitamente el curso de nuestra existencia.

¿Por qué caminar hacia una salud planetaria?

Tras los últimos informes de WWF, esta organización tiene un mensaje claro para la humanidad: ya estamos sintiendo las repercusiones del maltrato al planeta. Son ejemplo los desplazamientos y muertes provocadas por los fenómenos meteorológicos extremos, el aumento de la inseguridad alimentaria, el agotamiento de los suelos pero también el incremento de la expansión de enfermedades zoonóticas (como el COVID-19.

El profesor Andy Haines, miembro de la Alianza para la Salud Planetaria, es epidemiólogo, académico y profesor de la London School. Su investigación se basa en políticas con bajas emisiones de carbono.

En su opinión, estamos sufriendo por algunos de nuestros límites planetarios como el Cambio Climático, y eso está afectando a la salud humana. Y es que no debemos olvidar los riesgos para la salud humana de no cuidar el planeta:

  • Estamos perdiendo biodiversidad biológica, lo cual influye en la pérdida de ecosistemas que producen plantas medicinales.
  • El cambio climático influye en la disponibilidad de agua potable y las emisiones de CO2 que acidifican los océanos.

La desertificación impactará en la calidad y cantidad de agua que tendremos disponibles.

  • Aumentarán las enfermedades infecciosas, las trasmitidas por animales a humanos y por vectores como el Lyme, las relacionadas con el calor o los alérgenos.
  • También habrá migraciones forzadas, altercados civiles, impactos en la salud mental o empobrecimiento de las personas por la falta de alimentos y de trabajo.
  • Unos 1.000 millones de personas van a estar expuestas a un calor tan extremo que les resultará peligroso trabajar en los meses más cálidos.

¿Qué hacer para integrar el cuidado del planeta en la salud?

Lo adviertían ya los informes del panel de científicos del Cambio Climático (IPCC) de la ONU y Josep M. Antó pidió no desoír este punto: “Tenemos que incluir urgentemente la salud del planeta en la Agenda política y hacer que los sistemas sanitarios estén a la vanguardia del Cambio Climático ya que no lo están”, se lamentó. Abordar esto va suponer retos muy grandes:

  • Fomentar una dieta planetaria

Una dieta flexiteriana, con más verduras, frutas, nueces, granos y semillas reducirá los desperdicios a la mitad. A la vez, evitaría la muerte de entre 10 y 11 millones de personas, unos por falta de alimentos y otros por exceso.

Tanto el informe GEO 6 de la ONU y como el informe “Alimentación en el Antropoceno“ de EAT-Lancet nos piden pasar a la acción para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París. El objetivo es que una dieta planetaria alimente a una población mundial de 10.000 millones de personas para evitar muertes prematuras y otros problemas en torno al 2050.

No tener en cuenta los límites humanos y del planeta puede avocarnos a un aumento de las enfermedades y graves problemas. Médicos como los de atención primaria de la SEMfyc resultan imprescindibles para educar al paciente.

  • Reducir la emisión de CO2 en los hospitales

Nuestros sistemas sanitarios producen entre el 5-10% de CO2 del mundo. Los hospitales tienen que tener liderazgo siendo sostenibles y siendo buenos para la salud y el planeta. Y hay que hacer un gran esfuerzo en estrategias de mitigación y adaptación ante los efectos extremos como las olas de calor sobre todo en los próximos 50 y 100 años.

Por eso en ISGlobal, la Salud Planetaria forma parte de las investigaciones con otras instituciones como la Universidad Pompeu Fabra. “La Salud Planetaria debe ser un nuevo campo de investigación que puede aplicarse a todas las políticas cuando legislemos y cuando investiguemos”, propuso Antó.

  • Aplicar políticas valientes que reduzcan los efectos adversos

Es importante conocer si las políticas que aplicamos son las más adecuadas y si producen efectos adversos. “Lo que falta para pasar a la acción es mayor voluntad política y una nueva generación de políticos valientes”, espetó Cristina Narbona, ex Secretaria de Estado de Medioambiente hace 26 años.

La política ha concedido a las empresas más espacio del que les corresponde, según expuso Narbona: “El poder de las grandes multinacionales ha provocado un modelo económico letal para la salud del planeta y de las personas”.

La ex Secretaria de Estado de Medioambiente considera que actualmente se piensa en el PIB para crear más empleo y más crecimiento, pero no se piensa que los problemas ambientales se deben resolver antes adoptando el Principio de Precaución, como dicta la Agenda del G30 o los Límites Planetarios.

Por eso es conveniente trazar ya una hoja de ruta para cumplir con la descarbonización y otras medidas desde el 2030 en adelante. “Los ciudadanos deben presionar a los políticos con información veraz porque ¡tenemos las evidencias científicas de que hemos sobrepasado los límites planetarios”, concluyó.