"La dieta vegetal ecológica es preventiva del cáncer"

La doctora Marieta Fernández investiga los factores ambientales que aumentan el riesgo del cáncer de mama y nos ofrece consejos sencillos para reducirlo.

doctora marieta fernandez

Hacer una alimentación rica en frutas, verduras, hortalizas y legumbres (a ser posible ecológicas); mantenerse físicamente activo y reducir al máximo la presencia de tóxicos ambientales, presentes en alimentos o en algunos plásticos en casa y optar por cosméticos, jabones y ropas naturales podría reducir la incidencia del cáncer de mama, según nos comenta Marieta Fernández, catedrática de la Universidad de Granada e investigadora de la red CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada.

"La alimentación es un aspecto clave de la prevención del cáncer"

-Se dice que el cáncer de mama es multifactorial pero, ¿hasta qué punto la alimentación es un aspecto clave?
-La dieta es un aspecto clave en cuanto a índice de masa corporal. Las mujeres con un índice de masa corporal inadecuado tienen mayor riesgo de tener la enfermedad, especialmente cáncer de mama post-menopaúsico. Del pre-menopáusico tenemos menos información porque hasta hace relativamente poco tiempo se diagnosticaba principalmente el cáncer de mama a partir de los 50 años; es decir, que la mayoría de los cánceres se diagnosticaban en mujeres que ya no tenían la regla. Pero eso está cambiando. Una de las cosas que estamos viendo en los últimos años es que cada vez se diagnostican más casos en mujeres más jóvenes.

-¿Se sabe por qué?
-Los principales factores de riesgo conocidos para cáncer de mama son factores de riesgo reproductivos, es decir aquellos que están relacionados con los estrógenos que producen los ovarios. Cuantos más estrógenos, y más ciclos ovulatorios tiene la mujer, mayor riesgo.La sociedad ha cambiado y la mujer ha cambiado fisiológicamente con ella, y los factores que antes nos protegían, como eran tener la regla tarde, los hijos pronto y tener varios hijos o darles lactancia natural, por lo general, ahora ya no lo hacen tanto porque la mujer cada vez tiene los hijos más tarde por priorizar su formación y su vida profesional, y tiene menos hijos. Por otra parte, estamos viendo que las niñas tienen la regla cada vez más pronto.

-¿Y esto con qué se relaciona?
-Hay estudios que indican que la alimentación podría estar relacionada con el adelanto de la menarquia, pero todavía no hay investigación suficiente para poder afirmarlo de una manera concluyente. Se sabe, sin embargo, que con un índice de masa corporal inadecuado hay más probabilidad de tener la regla antes. Además, la dieta es el principal vehículo de ingerir sustancias que hemos producido de manera artificial y que después de ponerlas en el medio hemos sabido que algunas de ellas tienen la capacidad de comportarse como las hormonas endógenas. Estas sustancias sintéticas se conocen como xenoestrógenos, y actúan como disruptores endocrinos, imitando o bloqueando las hormonas endógenas, lo cual es una manera de añadir más niveles hormonales al organismo, además de las que ya producimos de manera natural. La obesidad no solo se relaciona con cáncer de mama. La obesidad, después del tabaco, es uno de los principales factores de riesgo para muchas localizaciones tumorales. La gente cree que solo es un problema estético, pero es un problema mayor. Además, a mayor grasa, mayor producción de hormonas a través de la transformación de andrógenos en estrógenos. Porque el tejido graso es un tejido fundamentalmente hormonal.

-¿Pero qué es lo que influye de manera más perniciosa en este tipo de cáncer?
-Cuando los expertos revisan la evidencia científica disponible destacan la obesidad, pero la obesidad como la conjunción de la falta de ejercicio físico y de no hacer una dieta adecuada.

-¿Qué otras cosas se pueden hacer para reducir la incidencia del cáncer de mama? A nivel de cosméticos, de ropa… porque estamos rodeados de partículas peligrosas…
-Hay que intentar reducir la exposición a contaminantes ambientales, sobre todo aquellos que se comportan como hormonas estrogénicas. De hecho 4 de cada 10 cánceres de mama están relacionados con estrógenos endógenos. Pero también habría que tener en cuenta los estrógenos exógenos que vienen de la alimentación, de la cosmética: geles, desodorantes, cremas, perfumes…elaborados con compuestos químicos de síntesis xenoestrogénicos. Lo recomendable sería utilizar jabones y cosméticos naturales, y con la ropa igual, cuanto más naturales sean los tejidos mejor: algodón, lana… evitando los poliésteres, que son plásticos. En casa hay que reducir al máximo todo lo que lleve plástico. Nosotros hemos hecho un estudio de intervención muy interesante donde hemos visto que mujeres con cáncer de mama que han mejorado su dieta, han seguido una pauta de ejercicio físico y reducido estos contaminantes también han aumentado su calidad de vida.

-¿Una dieta vegana ecológica es vital para evitar el cáncer?
-La elección del patrón de dieta es algo personal, pero lo que sí hay que hacer es mantener una dieta donde la verdura, las hortalizas y la fruta sean las protagonistas. Al menos la mitad de lo que ingerimos al día tiene que ser legumbres, frutas y verduras. Si uno quiere hacer una dieta vegana, perfecto. No hay muchos estudios científicos que hayan investigado el efecto en salud de mantener en el tiempo dietas veganas, pero sí hay una cohorte vegetariana francesa, el estudio NutriNet-Santé, que está ofreciendo resultados muy interesantes. En el estudio NutriNet-Santé que ha seguido a una población de 69.000 individuos adultos, se ha visto que aquellos que con una mayor frecuencia consumían alimentos ecológicos en su dieta vegana tienen mucha menos incidencia de cáncer y entre ellos, de cáncer de mama. No se hacen más estudios de este tipo porque necesitas una población que consuma esta dieta de manera regular y continuada durante un largo tiempo.

"Lo ideal sería que las administraciones favorecieran una sociedad saludable en la que la gente comiera bien, informando y educando y poniendo precios asequibles a lo que realmente es sano".

-¿Cómo investigadora qué le pediría a la administración para favorecer políticas preventivas eficaces?
-Lo ideal sería que las administraciones favorecieran una sociedad saludable en la que la gente comiera bien, informando y educando y poniendo precios asequibles a lo que realmente es sano. No bajarles el precio a los productores, sino a los intermediarios y no permitir que se venda comida basura a precios ridículos. Debería favorecerse el consumo de verduras y frutas ecológicas en los colegios. Cuando voy por Dinamarca, Alemania y Suecia veo en los laboratorios y en los colegios fruta disponible para la gente y me encantaría que aquí también ocurriera.

-¿Se podría erradicar el cáncer de mama con una buena prevención?
-Yo creo lamentablamente que erradicar no. El cáncer es una enfermedad que hoy en día es importantísima, por la cantidad de personas afectadas, pero que ha existido desde que el mundo es mundo. Lo que ocurre es que antes la esperanza de vida era mucho más corta. Fundamentalmente es un problema de edad, a mayor edad mayor probabilidad de que las cosas no funcionen y por eso vemos más. Lo que no es normal es tener cáncer a los 25. Me refiero a cáncer no hereditario. Los cánceres hereditarios no superan el 10%, lo que ocurre es que son muy mediáticos. Pero el 90% de los cánceres de mama no son hereditarios, son ambientales y por tanto a priori prevenibles. Se trata de evitar lo más posible los factores de riesgo que conocemos. Hay que intentar que las niñas no estén gorditas durante la infancia, que coman bien, que hagan ejercicio desde pequeñas, que no fumen en la adolescencia…

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