conviDurante años, se nos ha dicho lo perjudicial que puede ser la falta de sueño para nuestra salud física y mental. Dormir menos horas de las necesarias puede provocar un descenso en la eficacia del sistema inmunitario, afectar al estado de ánimo y al rendimiento de las actividades intelectuales. La falta de sueño también se asocia con mayor riesgo de sufrir obesidad, diabetes y trastornos cardiovasculares.

Pero, ¿es malo dormir demasiado? Si es así, ¿cuánto es demasiado? La mayoría de los adultos sanos necesitan dormir entre siete y nueve horas seguidas por noche.

Sin embargo, algunas personas, como los adolescentes, las personas con privación crónica del sueño y las que padecen enfermedades, pueden necesitar más de nueve, según la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño y la Sociedad de Investigación del Sueño.

Cuándo dormir más de 9 horas puede ser síntoma de un problema

Se puede decir que dormir más de 9 horas está por encima de la media y puede ser demasiado. Igual que la deficiencia, el exceso de horas en la cama está relacionado con ciertos riesgos para la salud, como mayor probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular, obesidad, depresión, diabetes, enfermedades cardíacas y demencia.

Según un estudio de la Clínica Mayo, tener mucho sueño durante el día podría ser un predictor del alzhéimer. La somnolencia excesiva durante el día en un grupo de adultos mayores sin demencia se asocia con una mayor acumulación de una proteína cerebral que es un biomarcador importante para la enfermedad de Alzheimer.

Pero actualmente no está claro si las personas que duermen 9 horas o más están sufriendo problemas subyacentes relacionados con las mencionadas enfermedades. Es decir, no se sabe si el exceso de sueño es la causa o la consecuencia de los trastornos. No obstante, la mayoría de los expertos consideran que el exceso de sueño puede ser un síntoma de que algo no va bien.

Si duermes 9 horas o más vale la pena que lo consultes con el médico, sobre todo si experimentas otros síntomas como cansancio, somnolencia a lo largo del día, desánimo, tristeza o tendencia a ganar peso.

Despertarse cansado y sentir somnolencia a lo largo del día puede tener relación con una variedad de afecciones y trastornos del sueño no diagnosticados que pueden provocar una mala calidad del sueño.

En cambio, si duermes mucho pero te sientes descansado, dispones de energía y realizas actividades físicas y mentales con normalidad, no tienes por qué preocuparte demasiado.

¿Qué es el sueño de mala calidad?

Un sueño de mala calidad puede ser consecuencia de que no se llega a las etapas más profundas del sueño, que restauran el cerebro y el cuerpo y te hacen sentir renovado y rejuvenecido al día siguiente. Despertarse varias veces durante la noche puede indicar que la persona solo está experimentando las etapas más ligeras del sueño la mayor parte de la noche, lo que resulta en un sueño de mala calidad.

Otros factores, como el estrés, el bajo estado de ánimo, el aburrimiento y un estilo de vida sedentario también pueden influir en la sensación de cansancio a pesar de haber dormido lo suficiente.

¿Qué se puede hacer para dormir mejor?

Una vez que se han descartado posibles problemas de salud, es posible realizar algunos ajustes en las rutinas diarias para mejorar la calidad del sueño:

  • Trata de acostarte y levantarte aproximadamente a las mismas horas todos los días, incluidos los fines de semana.
  • Por la mañana, después de despertarte y si no sales al exterior, ponte cerca de una ventana abierta para recibir la luz del día. Esto cortará la melatonina, la hormona del sueño.
  • Haz ejercicio físico, como andar a diario y al menos 180 minutos semanales de ejercio aeróbico con momentos de máxima intensidad.
  • Reduce la actividad a medida que se acerca la noche. Deja de mirar cualquier pantalla al menos una hora antes de dormir.
  • Una cena ligera con alimentos fácilmente digeribles previene que las molestias de una digestión pesada nos despierten.