Practicar yoga no solo reporta evidentes beneficios físicos: más flexibilidad, equilibrio, fuerza y capacidad respiratoria... También abre una ventana para descubrir todo nuestro potencial, nos proporciona herramientas para ser más libres, alineando lo que sentimos con lo que pensamos y hacemos.
Es un trabajo que se va labrando poco a poco, con cada una de las posturas de yoga, con cada pequeña toma de conciencia de cómo está nuestro cuerpo en cada momento, de cómo respiramos, de cómo afrontamos las dificultades y los retos que las posturas de yoga nos plantean... A medida que vamos ganando flexibilidad, fuerza y equilibrio vamos comprobando en nuestro propio cuerpo cómo nuestros límites se ensanchan, cómo nuestra mente se va abriendo y centrando.
Y es que cada postura de yoga tiene una serie de efectos que poco a poco, con la práctica regular, nos van transformando. "Cada asana o postura tiene un efecto sanador profundo, tanto a nivel físico como anímico y energético", explica Eva Roca, profesora de yoga que basa sus clases en lograr una correcta alineación del cuerpo y una experiencia energética saludable.
Un ejemplo son las flexiones hacia delante, que a nivel físico hidratan y oxigenan los discos intervertebrales. Estas posturas de yoga también ayudan a flexibilizar las cadenas musculares de la posterior del cuerpo y a eliminar grasa en el vientre y en las caderas. Incluso mejoran las funciones digestivas.
A su vez, estas posturas de yoga nos llevan a nivel anímico a mirar hacia dentro, favorecen la aceptación y ejercen un efecto calmante.
Posturas de yoga básicas: no por sencillas son menos poderosas
Es cierto que cuanto más se avance en la práctica del yoga más profunda será la experiencia, pero no hace falta llegar a un nivel avanzado para poder comprobar sus beneficios. Las posturas de yoga o asanas básicas esconden detrás de su sencillez una extraordinaria complejidad: son el fundamento para empezar a alinear bien el cuerpo, centrar la mente y aprender a acompañar el movimiento con la respiración.
Trabajando bien las asanas básicas podemos aprovecharnos de todos los beneficios del yoga, siempre y cuando practiquemos con regularidad, sin forzar nuestro cuerpo en las posturas y manteniendo en ellas una buena alineación, para evitar lesiones.
Tanto si nos apuntamos a yoga en algún centro como si nos animamos a practicar las posturas de yoga en casa, esos tres aspectos son fundamentales. Por muy bien que siente hacer yoga un día suelto, es la práctica regular lo que va transformando poco a poco nuestro cuerpo y lo que permite realmente integrar los beneficios.
Y para incorporar el yoga en nuestra rutina hay que aprender a practicarlo de forma segura. Si no nos sentimos cómodos en las posturas, si nos lesionamos, difícilmente conseguiremos mantener la práctica y sacarle todo el provecho.
"La práctica tiene que estar bien fundamentada, tiene que ser cómoda, saludable y segura para tu cuerpo, sobre todo para tus articulaciones y músculos", explica Eva Roca. Y es que solo de esta forma, asegura, conseguiremos que el yoga forme parte de nuestra vida.
10 posturas de yoga para principiantes
A continuación encontrarás una selección de diez posturas de yoga básicas con instrucciones y consejos de Eva Roca, para que puedas disfrutarlas y practicarlas con seguridad. Algunas de ellas empiezan con Tadasana, otra asana básica aparentemente sencilla, porque consiste simplemente en estar de pie, con el cuerpo bien alineado. Sin embargo, esta postura de yoga también tiene su técnica. Si no la conoces, consulta aquí este artículo de Or Haleluiya sobre cómo realizar Tadasana.
"No es necesario saber para qué sirve cada postura de yoga, aunque por su nombre y forma en muchos casos lo podrás intuir", nos dice Eva Roca. De todos modos, si te interesa, informarte sobre los beneficios de cada postura y descubrir todos los efectos que tiene a diferentes niveles puede resultar realmente motivador. Aquí incluiremos algunas pinceladas, para que puedas hacerte una idea de lo poderosas que pueden llegar a ser incluso estas posturas de yoga más fáciles.
Para acabar, recuerda que tan importante es la postura de yoga en sí misma como su preparación: la asana de la que partes, cómo entras en la postura, cómo vas corrigiendo poco los pequeños detalles para sentirte cómodo en ella... Todo ello forma parte de la práctica, te obliga a estar presente, a tomar conciencia en cada momento de tu respiración y de tu cuerpo, de tus límites y de cómo cambian.
¡Disfruta!