Diagnóstico eficaz
Un buen diagnóstico previo permite comprender el patrón postural de una persona en relación a la fuerza de gravedad y su organización en el espacio. Es el mapa que nos guía en el camino terapéutico. Por ejemplo, si se cierran los ojos y se le pide a alguien que estire de nuestro jersey o pantalón en cualquier dirección, se nota cómo el punto fijo desde el cual se genera esa tracción modifica la sensación corporal e incluso el propio esquema postural.
Este punto fijo de tracción puede considerarse como la restricción de movilidad de una estructura corporal, o de un sistema fisiológico, o bien de la deficiente motilidad de un órgano que no permite que los movimientos gocen de libertad.
En nuestra organización externa con el entorno, la posturología clínica nos ayuda a comprender la importancia de los sentidos; estos pueden generar patrones de desequilibrio que afectan a la posición del cráneo, la columna, la pelvis o las extremidades.
Se analiza la entrada de información a través de la visión, sistema vestibular, apoyos plantares, cicatrices, así como la relación de la articulación temporomandibular (ATM) y de la oclusión, ambas de gran importancia y relación con los problemas craneales y cervicales. Desde la osteopatía se analiza la organización interna en relación a la movilidad de los tejidos, órganos y diferentes sistemas fisiológicos. La combinación de esta visión externa e interna permite obtener un mapa donde se generan las restricciones y las relaciones entre ellas.
La medicina tradicional china nos permite considerar que la falta de movilidad y motilidad de los órganos puede provocar desequilibrios en la funcionalidad de los meridianos. Todo ello afecta a su vez a las emociones, las estructuras y tejidos asociados. Desde una visión más cercana a la psicología, determinados patrones posturales se asocian a diferentes tipologías de carácter. Todo ello nos ayuda a comprender nuestra corporeidad, a nosotros y a los demás, permitiéndonos un desarrollo personal más amplio.
Terapia manual
Aunque en este artículo hablamos principalmente del movimiento, vamos a poner un ejemplo de cómo entender la importancia de la terapia manual. Imaginemos que nos vestimos con un traje de buzo dos tallas más pequeñas que la nuestra, ¿podríamos movernos con facilidad?
Consciente o inconscientemente esto es lo que sucede en nuestro cuerpo debido a la acumulación de tensiones. La terapia manual, a través de la osteopatía y las técnicas que regulan la elasticidad de las fascias, las membranas y el tejido conjuntivo en general, ayudará a devolvernos "la talla" que nos permita movernos con mayor amplitud y tener así una postura más eficiente, de menor gasto energético.
Transmisión fluida del movimiento
La transmisión de un movimiento fluido se percibe por la coordinación libre de tensión de las diferentes unidades funcionales del cuerpo. Siente si los movimientos que realizas se transmiten tridimensionalmente en el espacio, desde el contacto de tus pies en el suelo hasta desplegarlos en su totalidad a través de las piernas, la pelvis, la columna vertebral, la cabeza y los brazos.
En el caso de las actividades de la vida diaria nos ayuda a comprender los mecanismos que utilizamos, como por ejemplo, si creamos compensaciones que pueden ser motivo de futuras tensiones. La posible retracción o expansión del movimiento se aprecia bien cuando se ha de ser preciso y eficiente, como en el caso de músicos y deportistas.
Durante años he tenido la oportunidad de practicar la guitarra clásica, una disciplina que me ha hecho entender y comprender que al ayudar a otros músicos tenía que valorar sus propias tensiones y las que generaban con su cuerpo al transmitir el movimiento al instrumento. Es interesante observar el caso de los pianistas. Después de una sesión de tratamiento y/o movimiento, se producen cambios en la coordinación entre columna, vista, extremidad y mano; e incluso antes de equilibrar los dos lados, la mano que inicialmente la persona sentía como la más débil, se convierte en la que mejor fluye en el movimiento.
Lo que siempre me ha llamado la atención y gracias a mi etapa como competidor en atletismo y profesor en diferentes disciplinas corporales, es la cantidad de lesiones que se producen en el ámbito deportivo y la falta de fluidez en muchas ocasiones del movimiento al correr.
El análisis del movimiento permite comprender que las tensiones y lesiones repetitivas o el hecho de que no se mejoren marcas, a menudo tiene más que ver con una coordinación deficiente de las unidades funcionales y el desequilibrio de los sistemas fisiológicos que le restan energía al cuerpo, que con los entrenamientos en los que además se suelen perpetuar las tensiones existentes.
En deportes como el golf, o el tenis sucede algo parecido a la música, ya que se transmite una acción a través de un instrumento determinado.
Pasar a la práctica
La filosofía del método de integración postural, como apuntábamos al principio, no es trabajar solo sobre ejercicios repetitivos, sino sobre principios universales de movimiento, donde la estabilidad, la base de sustentación, el movimiento en espiral, la proyección y la fluidez son conceptos importantes.
Se trata de un proceso de aprendizaje a través del sistema nervioso, en el que la atención en la cualidad del movimiento prima sobre la cantidad de veces que lo realicemos. El simple ajuste de un pequeño cambio de ángulo en el movimiento, una respiración profunda, la sensación de direccionalidad o sentir si despierta una determinada emoción, son ejemplos que podemos usar en la práctica para explorar la expresión de una forma más armónica.
En la práctica clínica, diferenciamos entre sesiones grupales donde se explora el propio movimiento en relación al entorno y sesiones individuales desarrolladas en tres fases: diagnóstico, terapia manual y coordinación a través del movimiento, con y sin ayuda del terapeuta.
En las imágenes del artículo, se utiliza el ejemplo de una acción cotidiana. Si observas a lo largo del día cuántas veces realizas estos movimientos, tendrás una idea aproximada de las ocasiones en que puedes estar realizándolos con un gasto energético probablemente superior al que podrías estar generando si cada parte del cuerpo se integrara con las demás. Te deseo una feliz práctica.