Realizar un movimiento brusco mientras transportamos peso o pasar largas jornadas de pie o sentados en una mala posición son ejemplos claros de situaciones comunes que cargan la espalda por la zona lumbar, hasta que llega un día en que aparece el dolor de espalda, especialmente el dolor lumbar.
Podemos dar descanso a las lumbares y buscar alivios momentáneos, pero lo más eficaz es prevenir el dolor y contribuir a reducirlo aprendiendo a relacionarnos y a funcionar mejor con nuestro cuerpo.
Qué provoca el dolor lumbar y cómo evitarlo
Si en casa levantamos un tiesto o en el súper unas botellas de agua desde el suelo simplemente doblando la espalda, estaremos cargando las lumbares y sumando puntos para sufrir dolor lumbar. De hecho, si ese movimiento lo realizamos muchas veces aparecerá, efectivamente, el dolor, porque esta parte del cuerpo no debe cargar con todo el peso.
Sin embargo, si en lugar de eso, usamos las piernas, es decir, bajamos el centro de gravedad doblando las piernas y realizando la fuerza con ellas y el abdomen, la zona lumbar se libera del esfuerzo y del temido dolor lumbar.
Si pasamos horas sentados sin mantener una posición alineada con el suelo o cargando todo el tronco en las lumbares y sin movernos durante más de una hora, día tras día, aparecerá el dolor de espalda. Para que desaparezca tenemos dos posibilidades:
- Levantarnos y andar unos 10 metros cada media hora.
- Cambiar la posición sentada cada 10 minutos: podemos comenzar alineados, con los isquiones en la silla, la columna vertebral en línea, el abdomen haciendo una ligera fuerza hacia dentro y las orejas sobre los hombros. Y desde ahí vamos cambiando: una vez nos apoyamos más sobre un isquion, luego en el otro; cruzamos las piernas o las separamos; doblamos una pierna bajo el muslo y luego la otra… Usemos la imaginación.
En las posiciones de pie, una gran mayoría de los dolores lumbares aparecen debido a la hiperextensión de las rodillas. Si las rodillas están hiperextendidas hacia atrás, las bloqueamos, lo cual bloquea automáticamente la zona lumbar impidiendo que respire.
Todo esto bloquea el paso de la gravedad hacia el cielo y nos lleva al dolor de espalda. Simplemente destensando las rodillas, sin doblarlas, se desbloquea la relación con la tierra y se abren las lumbares dejando que respiren.
Otra parte de la solución radica en el tiempo de asueto, pues una de las mejores cosas que podemos hacer es pasear, pero ten en cuenta estos aspectos:
- Lo mejor es andar a ritmo ligero, con las manos libres.
- Haz los pasos un poco más largos de lo normal.
- No hagas paradas durante media hora.
- Dirige la mirada hacia delante y abre campo de visión de manera que no mires a un punto fijo, sino que veas el paisaje, incluyendo el suelo y el cielo. De este modo cuerpo y mente se abrirán hacia la tierra que nos acoge y el cielo que nos guarda.
Además podemos realizar algunos estiramientos que relajan la zona y fortalecen la musculatura. Más abajo encontrarás también algunas terapias y hábitos que te ayudarán a prevenir y aliviar el dolor lumbar.
Ejercicios para las lumbares que alivian el dolor