El dolor de espalda, especialmente las contracturas dolorosas, pueden ser tratadas por un acupuntor con una técnica denominada “punción seca”. Esta técnica empezó a abrirse camino allá por los años sesenta, cuando la Dra. Janet G.Travell, médico personal del presidente John F. Kennedy empezó a centrar su atención en el dolor muscular.

Esta traumatóloga buscó sentido y una solución a las molestias musculares que sus pacientes sufrían de manera crónica. Aunque inicialmente sus esfuerzos se encaminaron a dar a conocer sus avances a los médicos, su trabajo fue adoptado mayoritariamente por los terapeutas manuales.

También se pueden prevenir y tratar estas contracturas mediante estiramientos que relajan los músculos.

El siguiente ejercicio es eficaz para eliminar la tensión en las lumbares y los glúteos:

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1. Estira el músculo piramidal

Aun siendo muy pequeño, al estar cerca del nervio ciático, este músculo provoca un dolor agudo y fijo. Este dolor se reproduce sobre todo al estar sentado, en especial en sofás, al conducir y en menor medida en silla rígidas. Se conoce como síndrome del taxista o piriforme.

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2. Estira los glúteos en sus diferentes porciones

  • Túmbate boca arriba.
  • Flexiona una pierna y llévala por encima de la otra, que debe mantenerse estirada.
  • Con el brazo contrario empuja la pierna flexionada hacia el suelo.

Durante el estiramiento puedes probar con diferentes ángulos para sentir qué parte del glúteo lo necesita más.

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3. Estira y relaja toda la musculatura de la espalda

De rodillas, sentado sobre los talones, lleva las manos hacia delante lo más lejos posible, como buscando algo con los dedos. Aguanta unos segundos la tensión y suéltala.

Este estiramiento no es específico del músculo cuadrado lumbar pero constituye una buena ayuda.

Si te ha gustado esta serie, puedes probar también este otro estiramiento de espalda para flexibilizar la musculatura de toda la columna a la vez que estiras los músculos aductores de las piernas.

Una lumbalgia puede hablar de un estado débil del cuerpo, de que se ha hecho más ejercicio del que se puede soportar o de que se está siendo demasiado sedentario. El miedo, como emoción, también se puede manifestar con dolor lumbar.