Un movimiento tan sencillo como caminar causa un intercambio rápido de información celular y su renovación, algo que no solo implica al cuerpo sino también a nuestra mente. Lo notamos sobre todo cuando ya estamos en reposo, porque los dos pilares del cuerpo, la respiración y la circulación, hacen su trabajo de manera óptima y nos sentimos mejor mentalmente.

Aumenta tu energía con los ejercicios adecuados

¿Y cómo podemos activar cuerpo y mente de forma sana? La respuesta está en estos ejercicios que podemos hacer en casa y en cómo realizarlos. El primer paso para obtener más efectividad es empezar poco a poco, centrando la atención para poder distinguir los tres puntos que participan en todo movimiento: las partes del cuerpo que lo potencian, las que se mueven bajo la influencia de estas y los puntos de apoyo que usamos para movernos.

Este inicio consciente permite que el cerebro asimile el ejercicio y luego lo pueda repetir sin pensar cuando aumentemos la velocidad, ayudándonos a evitar lesiones.

Busca el lugar perfecto para hacer los ejercicios

Antes de iniciar los ejercicios buscaremos un espacio luminoso, bien ventilado y amplio. Precisamos aire para que nuestros pulmones puedan respirar libremente y espacio para que los movimientos no queden menguados.

Recordemos que para empezar a movernos y desplazarnos, la mejor posición de partida es siempre con las piernas ligeramente flexionadas, con la pelvis un poco más abajo que cuando estamos de pie. Esta posición da flexibilidad y rapidez al movimiento.

Disfrutar más de los ejercicios

Nuestro cuerpo está hecho para el movimiento y así lo indican sus proporciones y sus formas, con una base pequeña para la altura que tenemos. Y con los siguientes consejos lo haremos aún más.

  • Movámonos con ritmo. ¿Por qué no movernos al  compás de la música? No hay mejor activador del bienestar y de la alegría que la que proporciona el bailar.
  • Escojamos el mejor momento. Los ejercicios, que deben durar dos minutos, pueden hacerse en cualquier momento del día, excepto justo después de comer o antes de dormir. En el primer caso impediría la digestión, pues el estómago precisa irrigación para digerir, y en el segundo dificultaría el sueño, porque para dormir es clave la serenidad y la relajación.
  • Hidratémonos bien. Una persona de 1,70 metros de altura y unos 70 kg posee unos 45 kg de líquido, mayormente agua. La sangre es agua en un 75%. Un gran mar interior surca nuestro cuerpo a partir del bombeo del corazón y la nutrición en forma de aire de los pulmones. Al realizar los ejercicios de activación, nuestro cuerpo pierde líquido a través de la sudoración. Por eso se recomienda beber de  470 a 700 mililitros por cada medio kilo perdido de nuestro peso corporal.

6 ejercicios sencillos para activar la circulación y la energía

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ejercicio tierra y cielo

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1. Tierra y cielo

  • De pie, con las piernas abiertas un poco más allá de las caderas.
  • Dobla las piernas, estira la columna y mantén las plantas de los pies en el suelo.
  • Asciende al mismo tiempo que estiras las piernas, te pones de puntillas y estiras los brazos hacia arriba sin subir los omóplatos. 
  • A partir del tercer movimiento, hazlo paulatinamente más rápido, incluso puedes llevarlo al salto.

trote suave

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2. Trote suave

  • Da un paso adelante con las piernas ligeramente dobladas y pasa tu peso al pie más avanzado. Trata de empezar por la punta del pie, siguiendo con el talón y finalmente doblando la rodilla.
  • Haz lo mismo hacia atrás, trasladando el peso a la pierna y al pie de atrás.
  • Bascula el peso hacia delante y hacia atrás de manera que la pierna retrasada te impulse adelante y la de delante, atrás.
  • Los brazos están durante todo el ejercicio doblados por los codos, apoyando el movimiento. Es una posición bastante parecida al trote del boxeo.
  • Inicia el movimiento poco a poco y ve aumentando la velocidad gradualmente.

marchaligera

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3. Marcha ligera

Se trata de caminar, pero muy deprisa, con los brazos doblados por delante del cuerpo.

  • Empieza movilizando las piernas y los pies, y después todo el cuerpo se irá recolocando para coordinarse con el movimiento y seguir el el ritmo que estés marcando.
  • Si te cuesta encontrar que el cuerpo vaya acompasado, haz los pasos más largos y toma más velocidad al caminar, para que el tronco se acople.
  • Recuerda que al, dar un paso adelante con el pie y la pierna izquierdos, también se desplaza la parte derecha del torso y el brazo derecho en esta dirección, y al revés.

balancear y desplazar

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4. Balancear y desplazar

  • Balancea los brazos de un lado al otro del cuerpo dejando que su peso arrastre el del cuerpo.
  • Impúlsate cada vez más hasta que los brazos pasen sobre la cabeza y dibujen un círculo completo (4a).
  • Cuando lo hagan, deja que los pies den dos pasos hacia el lado al que te lleven los brazos. Es decir, si el círculo es hacia la derecha, el peso corporal estará sobre el pie derecho (4b).

ejercicio torsion en activo

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5. Torsión en activo

  • Con las piernas flexionadas ligeramente, los brazos doblados por los codos y las manos relajadas, lleva la rodilla izquierda hacia el codo derecho, al tiempo que haces una torsión de la cadera por la cintura hacia la derecha.
  • Después coloca, simultáneamente, el pie y la pierna izquierdos en el suelo para llevar la rodilla derecha al codo izquierdo. Los costados se van alternando.
  • Asegúrate de tener siempre un pie en el aire y otro en el suelo. Si aceleras, resulta más sencillo.

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6. Caminar de oso

  • Con las rodillas dobladas mirando al frente, deja caer la cabeza y el tronco hacia delante hasta colocarte en la posición de los cuatro apoyos.
  • Adelanta el peso ligeramente y avanza la mano derecha andando hacia delante. Después, camina con el pie izquierdo hacia delante, luego con la mano izquierda y seguidamente con el pie derecho. Repite todo el proceso.
  • Imita el caminar de un oso (u otros animales). Después de hacer 4-5 pasos así, hazlo hacia atrás.