Las toxinas que se acumulan en el cuerpo pueden bloquear las funciones de nuestro cuerpo y ser un impedimento para respirar, digerir, relacionarnos o reproducirnos. Si no las apartamos producen malestar físico, mental, emocional y espiritual. 

Cómo eliminamos las toxinas

Poseemos los mecanismos de eliminación de toxinas adecuados para cumplir con nuestras funciones. Gran parte de las moléculas, vitaminas y enzimas que nuestro cuerpo produce cada día se dedican a eliminar los productos de desecho que originamos.

La mayoría del trabajo se realiza en el aparato digestivo, los riñones, los pulmones, el sistema linfático y la piel que se sintonizan e implican conjuntamente en un complejo sistema de detoxificación.

  • Al respirar. La eliminación de toxinas en la respiración se produce en la espiración que elimina el anhídrido carbónico y los materiales desechables que la sangre ha metabolizado.
  • En la digestión. En la digestión se realiza en el tracto digestivo, después de transformar los alimentos con la ayuda del hígado eliminamos el detritus a través del intestino.
  • Al dormir. Mientras dormimos, el cerebro puede limpiarse de toxinas, entre las que se encuentran las proteínas relacionadas con la enfermedad de Alzheimer.
  • En el riñón. El riñón metaboliza las toxinas líquidas que ingerimos.
  • Mediante el sistema linfático. El sistema linfático nos protege reconociendo y eliminando sustancias extrañas y microorganismos patógenos potenciales.
  • A través del sudor. La piel elimina toxinas a través de los poros.
  • Haciendo ejercicio. Toda aceleración de las células de nuestro sistema produce un bienestar inmediato y limpia de toxinas.

Pero lo más interesante es que todos esos sistemas trabajan a una y cuando incidimos en uno incidimos un poco en todos, a la vez que hay acciones que precisan de todos los sistemas, aparatos y elementos que constituyen el ser humano como por ejemplo respirar o dormir.

Por qué el ejercicio ayuda a eliminar toxinas

Cuando corremos, saltamos a la comba, realizamos una clase de spinning o bicicleta, Pilates o Bikram Yoga nuestras células se aceleran produciendo calor.

Moverse activa el esqueleto, los músculos y los tendones y nos facilita la eliminación de toxinas en estas partes del cuerpo y nos produce un efecto relajante.

Pero ¿qué hacer cuando tenemos una lesión? Podemos relajarnos aprendiendo a meditar, a hacer Chikung o Taichi.

O podemos meditar caminando, escuchando y percibiendo todo lo que nos llega a los sentidos incluyendo la respiración y la tierra que pisamos a través de los pies.

Ejercicios para eliminar toxinas

Aquí te proponemos incidir en apoyar las funciones de desintoxicación que el cuerpo ya realiza mediante ejercicios específicos.

 

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00544760 O. Abrir el diafragma para activar la respiración y el abdomen

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Abrir el diafragma para activar la respiración y el abdomen

  1. De pie con los pies separados como la pelvis, y las rodillas destensadas, abriremos los brazos en cruz, para después colocar el brazo derecho en dirección al talón derecho y el brazo izquierdo mirando hacia el cielo. El torso está ligeramente en torsión con la parte izquierda por delante del cuerpo y la derecha por detrás.
  2. Desde esta posición miramos atrás a la mano derecha, la llevamos hacia abajo ayudándonos doblando suavemente las rodillas hasta que las rótulas queden encima de los dedos de los pies y destensando ligeramente el brazo izquierdo. Inspirando durante todo el movimiento.
  3. Después miramos adelante arriba a la mano izquierda estirando las piernas, el brazo, la mano izquierda y sobre todo las costillas y cintura del lado izquierdo, sin dejar que suba el omoplato izquierdo y espiramos en esta posición.
  4. Repetimos estos movimientos ocho veces y descansamos. Observamos su efecto y repetimos el mismo ejercicio cambiando los brazos.

00544762 O. Activar el sistema inmune

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Activar el sistema inmune

El sistema inmune reconoce y elimina sustancias extrañas y microorganismos tóxicos potenciales.

Un ejercicio para dar soporte a esta función es el siguiente:

  1. Colocarnos sentados en el suelo con la espalda recta, las piernas dobladas, abiertas y las plantas de los pies una contra otra. Apoyamos las manos en los tobillos y realizamos un vaivén de las piernas arriba y abajo para calentar las articulaciones.
  2. Posteriormente ponemos las manos en los muslos ejerciendo una ligera presión con los brazos hacia abajo a la vez que intentamos elevar las rodillas durante tres segundos y soltamos.  Al realizar la presión sacamos el aire y al soltar inspiramos. Procuremos no subir los hombros hacia arriba y ejercer la fuerza con el brazo ligeramente doblado.
  3. Realizaremos 2 series de 5 repeticiones.

00544764 O. Eliminar las toxinas por la piel y el pulmón

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Eliminar las toxinas por la piel y el pulmón

  1. De pie con los pies separados como la pelvis y las rodillas destensadas.
  2. Por detrás del cuerpo cogemos el pulgar de la mano derecha con el de la mano izquierda y comenzamos a levantar los brazos hacia atrás con los pulgares que suben hacia arriba. Este movimiento lo apoyamos dejando que la cabeza y el tronco se doblen hacia adelante a la vez que espiramos. Quedaremos como muestra la figura.
  3. En esta posición soltamos la presión de los pulgares y brazos para inspirar y la volvemos a ejercer al espirar.
  4. Repetimos durante cinco veces y volvemos a la posición de pie. Descansamos y podemos repetir con cada dedo, es decir, la segunda vez con el dedo índice de la mano derecha que coge el de la mano izquierda y así sucesivamente.

00544766 O. Activar la depuración en los riñones

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Activar la depuración en los riñones

Este ejercicio lo podemos hacer sentados o de pie.

  1. Frotamos la palma de la mano derecha contra la de la mano izquierda ejerciendo círculos hasta que se produzca calor en ambas manos.
  2. Después al inspirar frotamos cinco o seis veces los riñones arriba y abajo, y al espirar volvemos a frotar las manos.
  3. Repetimos el procedimiento cinco veces, descansando y escuchando el efecto producido.

Si se tiene la regla, en lugar de frotar los riñones dejaremos el calor de las manos sobre los riñones al inspirar y frotaremos las manos en círculo al espirar.

00544765 O. Agilizar el tracto digestivo

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Agilizar el tracto digestivo

  1. Nos colocamos boca abajo con las palmas de las manos y los dedos de los pies mirando al suelo. Los brazos estarán ligeramente doblados y el pecho abierto, la cabeza sigue la columna y las piernas están en ángulo recto por la rodilla y los muslos en ángulo recto con respecto al cuerpo.
  2. Desde esta posición llevamos la rodilla derecha por dentro del cuerpo hacia arriba en dirección al hombro izquierdo y volvemos a la posición inicial, para seguidamente llevar la rodilla y la pierna izquierda por el interior del cuerpo hacia arriba en dirección al hombro derecho y volver al inicio.
  3. Es un ejercicio dinámico que realizaremos diez veces a cada lado y descansaremos para volver a repetir una vez más.

00544767 O. Para dormir mejor

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Para dormir mejor

  1. Nos estiramos en el suelo para sentir la respiración y el contacto de las distintas superficies del cuerpo.
  2. Nos sentamos con las piernas extendidas, pero no estiradas, de manera que podamos tener la espalda recta y sentir que el tronco y la cabeza descansan sobre los isquiones.
  3. Desde aquí comenzamos a caminar con los isquiones hacia adelante apoyando el derecho en el suelo para levantar el isquion izquierdo y desplazarlo hacia adelante, después dejamos el isquion izquierdo desplazado en el suelo para apoyarnos en él y desplazar el derecho. Y así sucesivamente iremos adelantando el cuerpo caminando con los isquiones hacia adelante unos cinco pasos. Después lo intentamos cinco hacia atrás.
  4. Descansamos con el cuerpo tumbado y observamos cómo cambió la respiración y el contacto con el suelo. Repítelo y ¡a dormir!