Es habitual que frente a un bajón en medio de la jornada salgamos corriendo a buscar un café. Pero, ¿sabías que el movimiento consciente puede devolverte la energía en pocos minutos?

No cabe duda de que el café nos estimula. El problema es que lo hace aumentando el nivel de cortisol, la hormona del estrés. Podríamos decir que es pan para hoy y hambre para mañana. Una opción que nos puede salvar en determinados momentos, no hay duda. Pero hay otras soluciones ¡y con efectos secundarios positivos!

A través del movimiento consciente, que suele ser lento y placentero, aumenta la oxigenación en el cuerpo, estimulamos los órganos internos favoreciendo la producción de serotonina y regulamos la actividad del nervio vago.

Es decir, con el movimiento consciente incrementamos las sensaciones de confort y bienestar y accedemos a la energía disponible en nuestros tejidos. ¡Una excelente herramienta para las carreras de fondo!

¿Qué es el movimiento consciente?

Mientras que el movimiento automático es un movimiento que se desarrolla para optimizar nuestras acciones y lo realizamos de manera eficaz sin necesidad de prestarle atención, el movimiento consciente tiene como objetivo generar autoconocimiento sobre nuestro cuerpo, movimiento y funcionalidad.

Prestar atención a los gestos que componen un movimiento completo es lo que caracteriza el movimiento consciente. La práctica permite que la observación sea cada vez más detallada y el conocimiento que se desprende cada vez más profundo. Esta observación permite que el cuerpo y el gesto cambien de forma espontánea para ajustarse al propósito del movimiento, favoreciendo la participación de todo el cuerpo en él.

Rutina de movimiento consciente para recuperar la energía en 5 minutos

En el Yoga Orgánico encontramos una enorme variedad de series de movimiento consciente que nos ayudan a revitalizarnos. Hoy te cuento una rutina básica que contiene tres elementos clave:

  • Relajación de los tejidos externos
  • Relajación de los tejidos profundos
  • Activación de la fuerza.

Ejercicio para relajar los tejidos externos

  • Para relajar los tejidos externos, pon una de tus manos sobre el vientre, cubriendo el ombligo, y la otra encima de la primera.
  • Con la mano que esta arriba haces una suave presión y la mano que está en contacto con el vientre empieza a dibujar círculos sin moverse de lugar. Observa cómo con este gesto movilizas todo el tejido abdominal.
  • Sigue observando para darte cuenta que poco a poco puedes ir aflojando el tejido lumbar, las nalgas y el resto del cuerpo para que el movimiento que generas con tu mano sobre el ombligo se propague.

Ejercicio para relajar los tejidos profundos

A continuación, para relajar los tejidos profundos, te dispondrás a observar tu gesto respiratorio.

  • ¿Qué hace el cuerpo cuando tomas aire y cuando lo sacas? Imagina una gran esponja dentro tu vientre que se expande desde su centro cuando tomas aire y se recoge cuando lo expulsas. Como si al inspirar se fuera llenando de agua desde el centro y al espirar la escurrieras suavemente.

Ejercicio para activar la fuerza

Y ahora, una vez tus tejidos externos y profundos están libres de tensión y disponibles al movimiento, vas a conectar con tu fuerza y a sentir cómo te recorre.

  • Sentada en una silla, empuja con tus pies contra el suelo, como si fueras a levantarte, pero sin hacerlo, y observarás la fuerza de respuesta que te recorre hacia arriba.
  • Si esa fuerza de rebote se frena en algún punto, reorganiza tu postura para abrirle paso. Quizá debas aflojar los muslos, quizá puedas cambiar la posición de tu zona lumbar o modificar el gesto de tu mandíbula.
  • Después de esta observación aflojarás el empuje de tus pies y observarás cómo la fuerza de respuesta se retira del cuerpo.
  • Repite dos veces más y con la tercera repetición completarás el movimiento para ponerte en pie.

¿Cómo te sientes ahora?

Escribe una nota con el tiempo que has invertido en realizar estos ejercicios y el grado de bienestar y vitalidad que has conseguido. Déjala en un lugar visible para recordar cuánto puede hacer por ti el movimiento consciente.