Las personas que dejan de hacer ejercicio al aire libre cuando la temperatura es baja se están perdiéndose algunos beneficios importantes. Además de que el ejercicio al aire libre en invierno contribuye a liberar endorfinas que alejan el riesgo de sufrir depresión, entrenar a baja temperatura ayuda a quemar más calorías.

Por qué con el frío se queman más calorías

Cuando hace frío se "quema" más grasa, porque se activa un péptido (scarcolipina) en los músculos que ayudan a que las células obtengan energía de los ácidos grasos en lugar de la glucosa, según un estudio del Instituto SBP.

Por tanto, estimular este mecanismo con las sesiones de ejercicio en un ambiente frío reduce los riesgos de desarrollar obesidad. Entrenar con frío puede doblar la combustión de calorías, en comparación a hacerlo con una temperatura cálida.

Además, dejar de entrenar precisamente cuando hace frío puede inhibir este mecanismo que solo produce beneficios.

Muthu Periasamy, autor principal del estudio publicado en Cell, explica que el campeón Michael Phelps entrena en agua fría, lo que le permite consumir 10.000 calorías diarias (necesarias para sostener su nivel de entrenamiento) y permanecer atlético.

Cuatro estrategias para entrenar con frío

A muchas personas puede no resultarles muy atractiva la idea de salir a correr con las temperaturas más bajas del año. Lo cierto es que no hay que pasarlo mal. Para que la sesión de entrenamiento en invierno sea agradable puedes tomar estas cuatro medidas:

  1. Calienta dentro de casa. En lugar de vestirte la ropa deportiva y salir a correr, realiza el calentamiento en casa o en el gimnasio. Esto aumentará el flujo de sangre a los músculos, potenciará su rendimiento y sentirás menos frío. Igualmente puedes hacer en casa los necesarios estiramientos posteriores a la sesión de ejercicio.
  2. Hazlo en compañía. Comprometerte con un amigo te ayudará a no buscar excusas y a no renunciar en el último momento. También mejorará el rendimiento y, sobre todo, la diversión.
  3. Hidrátate. Es igualmente necesario en invierno que en verano. Si no tienes sed, pon una alarma para beber cada 15 o 30 minutos como máximo.
  4. Lleva la ropa adecuada. Es crucial para sentirte cómodo y evitar enfriamientos. Lo que se trata de evitar es que el sudor permanezca pegado a la piel. Para ello, vístete por capas: una prenda en contacto con la piel que absorba y expulse el sudor, y una segunda capa transpirable, que permita la salida del vapor de agua, y, si es necesario, una tercera capa impermeable. Existen tejidos técnicos (sintéticos) que prometen cumplir con estas funciones. Sin embargo, suelen incorporar una serie de agentes tóxicos –como fltalatos, nonilfenoles etoxilados y perfluorocarbonados– que pueden penetrar en el cuerpo. El algodón ecológico es la fibra de elección.