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Relajación cotidiana
5 ejercicios para descansar tus pies
Te proponemos cinco ejercicios para los pies, fáciles y eficaces, que realizados cada día te liberarán de tensiones
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1. Deja caer el peso sin fuerza
- Coloca una pelota de tenis debajo de la cabeza de los huesos metatarsianos del pie, como se ve en la foto.
- Los dos pies han de estar alineados con las caderas y entre ellos, mirando al frente.
- Los talones se apoyan en el suelo, las rodillas están sueltas (sin hiperextensión) y el peso se reparte por igual.
- En cada espiración, relaja el cuerpo en busca de un mejor enraizamiento en el suelo.
No comprimas o aprietes la pelota. La clave del ejercicio radica en sentir que dejas caer el peso sin realizar fuerza alguna.
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2. Conciencia y relajación
- Lleva la pelota a la zona media de la planta.
- Cuando el pie esté cómodo sobre la pelota lleva el talón al suelo y apóyalo bien. Si te resulta posible, apoya también los dedos.
- Siente ahora, mientras realizas este ejercicio, cómo se van relajando poco a poco otras partes de tu cuerpo.
- Lleva la atención durante la espiración a la mandíbula, las manos, los hombros…
Observa si bloqueas la rodilla durante el ejercicio. Procura no hacer compensaciones
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3. Dónde están tus límites
- Con la pelota en el talón del pie deja los dedos descansando en el suelo.
- Observa si hay limitaciones o acortamientos en los tejidos alrededor de los dedos, si puedes tocar el suelo con todos los dedos o si hay algún dedo en particular que sientes que está más acortado.
- Concéntrate en la parte que sientes limitada, y luego deja caer suavemente el peso de tu cuerpo sobre ella. Recuerda que debes mantener relajada la parte superior del cuerpo.
- Realiza un chequeo de tu cuello, de los hombros y de las manos, buscando en estas partes del cuerpo los puntos más sensibles.
- Siente la respiración y, en el momento de la espiración, vuelve a dejar más peso en la zona afectada.
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4. Integra pie y pelota
- Adelanta una pierna, como si dieras un paso al caminar.
- Coloca la pelota bajo la parte delantera del pie, en el arco trans- verso, tras los dedos. El peso se apoya en el pie de atrás.
- De manera gradual, como al caminar, ve pasando peso del pie atrasado hacia delante, a la pelota. Siente luego la presión bajo la planta del pie.
- Continúa añadiendo peso a la pierna adelantada hasta que notes cierta sensación de alivio.
- Mueve el pie más hacia delante sobre la pelota, poco a poco, hasta que esta quede cerca del talón.
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5. ¡Has ganado seguridad!
- De pie, sin pelota, realiza un examen interno de todas tus sensaciones a un lado y otro del cuerpo.
- Pondrás sentir las tensiones a distancia que se manifiestan en el pie, y a la inversa.
- Observa si los pies están mejor o peor apoyados en el suelo, si la zona de contacto es más ancha que de costumbre o que antes de la sesión... Cada persona percibe cosas diferentes.
- Este ejercicio es un regulador de tonos e invita al sistema nervioso a acabar de soltar las tensiones innecesarias.
Lo que percibes es una mayor seguridad en el apoyo y emocionalmente una mayor autoconfianza.