Asistir a centros de yoga, terapias corporales y gimnasios forma parte de los hábitos saludables de muchas personas. En España, el gobierno considera la apertura gradual de estos centros.
¿Qué se puede hacer en cada fase?
En la fase cero de preparación para la desescalada se permitió realizar deporte y otras actividades al aire libre con distancia social y mascarilla.
En la fase uno o inicial se permite abrir a los centros con espacios cerrados donde se realicen actividades sin contacto físico entre los asistentes y con los vestuarios cerrados.
Además para asistir se debe solicitar cita previa, para controlar el aforo. Los centros de yoga, taichí y terapias pueden acogerse a esta posibilidad.
En la fase 2 o intermedia se permite la entrada de más personas en los recintos.
En la fase 3, a partir del próximo 8 de junio en la mayor parte del territorio nacional, se contempla la apertura de los gimnasios y centros deportivos hasta un tercio de su aforo. Los vestuarios continuarán cerrados y habrá que respetar ciertas normas.
Habrá que mantener la distancia de 2 metros entre usuarios y 1,5 metros entre máquinas deportivas. En la entrada de la instalación habrá dispensadores de desinfectantes, que también podrán encontrarse repartidos por otros lugares.
Si puedes, lleva la mascarilla
La normativa no obliga a llevar mascarilla, porque se pide el respeto de la distancia social. Sin embargo, muchos estudios indican que las gotas más pequeñas (aerosoles) emitidas por las personas al respirar son infecciosas y se mantienen en el aire durante horas.
Además estas gotas pueden ser desplazadas por las corrientes del aire acondicionado. Por tanto, llevar la mascarilla (a ser posible, FFP2 sin válvula) es una medida inteligente y no representa ningún problema o riesgo para una persona sana. Algunas personas tienen la sensación de que respiran peor, pero es algo subjetivo.
Eso sí, llevar la mascarilla no debe hacer que te toques más la cara para reajustar su posición ni es un escudo que te permita acercarte más a las personas. Por otra parte, has de llevar una mascarilla de repuesto porque cuando se encuentre húmeda o sudorosa hay que cambiarla porque se vuelve permeable.
Ejercicio aeróbico: mejor al aire libre
La posibilidad del contagio por aerosoles también debiera hacernos pensar en el tipo de actividad que vamos a desarrollar.
El doctor Jürgen Scharhag, jefe del departamento de medicina deportiva, fisiología del rendimiento y prevención en la Universidad de Viena, aconseja, si acudimos al gimnasio, centrarse en el entrenamiento de fuerza muscular (pesas) y realizar las prácticas de resistencia (correr, nadar, bicicleta) al aire libre.
Aumenta la producción de aerosoles
"Hay que tener en cuenta que durante un esfuerzo físico de tipo aeróbico al intercambio de aire (respiración) aumenta de 8 litros por minuto a 100 o más y, en el peor de los casos puedes estar exhalando una gran cantidad de virus", explica.
Es muy importante que los espacios a cubierto estén bien ventilados y si están dotados de aire acondicionado, que este esté preparado para intercambiar el aire con el exterior al 100% en lugar de recircularlo.
Por supuesto, los usuarios no tienen que olvidar el resto de medidas higiénicas: toser y estornudar en la curva del codo, lavarse las manos antes de comenzar el entrenamiento, no tocarse la cara en ningún momento y lavarse las manos nuevamente después de finalizar el entrenamiento.