Cualquier atleta conoce la plenitud de su entreno. Si corre, sus pies van solos y la tierra se desplaza bajo los pies, la mente se calma y siente una conexión espiritual consigo mismo y el entorno.

Entonces el ejercicio no solo vale la pena, sino que se despliega como una forma divertida de ganar salud. Las claves que proporcionan un ejercicio placentero y saludable son:

  • El equilibrio entre ejercicios aeróbicos y de fuerza, ejercicios de estiramiento y conciencia, y ejercicios de respiración y relajación. Los primeros proporcionan vigor y seguridad; los segundos, tonifican y amplían el movimiento, y los últimos calman y procuran bienestar general.
  • Variar los ejercicios y hacerlos tan amenos e interesantes como sea posible.
  • Saber que ejercitar tiene un poder sobre la mente. Desde el principio, ayuda a ganar diligencia en la vida cotidiana.
  • Convertir el ejercicio en meditación. Para ello se requiere estar atentos y alerta, permitiendo a la mente centrarse en lo que hacemos, sin esfuerzo, dejándola libre para tomar conciencia del movimiento, de los pensamientos que nos acompañan y del entorno.

¿Cuáles son los beneficios del ejercicio?

  • Proporciona más energía y capacidad de trabajo.
  • Combate el estrés y relaja.
  • Aumenta la vitalidad.
  • Mejora el tono de huesos, músculos y las funciones corporales.
  • Mejora la imagen que tenemos de nosotros mismos.
  • Incrementa la resistencia a la fatiga.
  • Ayuda a combatir la ansiedad.
  • Quema calorías, ayudando a perder peso o a mantenerse en el peso ideal.
  • Mejora el sueño.

¿Existe una edad ideal para empezar?

Todas las edades son buenas si el ejercicio se adecua a la edad y se comienza a practicar poco a poco. De hecho, se descubrió que el entrenamiento con pesas puede invertir el proceso de envejecimiento.

En un experimento de la Universidad de Tufts, en Estados Unidos, con personas de entre 86 y 96 años, se comprobó que, cuando entrenaban de acuerdo a su edad, mejoraban la fuerza y el equilibrio, y recuperaban densidad en su masa ósea con solo ocho semanas de entrenamiento.

¿Cuál es el sitio idóneo para hacer ejercicio?

Lo idóneo es pasar por un gimnasio para recibir los consejos de profesores o monitores. Luego se puede continuar en casa o al aire libre.

Si lo hace en casa, elija una habitación ventilada y entrene variando la orientación del cuerpo hacia las cuatro direcciones.

Empieceuna vez por semana, a la misma hora. Después de dos meses pase a dos veces por semana, más tarde a tres.

Pero si no tiene tiempo, quédese con una vez por semana. Incluso es mejor una vez cada quince días o cada mes que no ejercitar en absoluto.

La mejor forma de entrenar

Puede hacerlo en compañía, lo cual facilita el entrenamiento y además enseña a competir, a saber perder, pero también a saber ganar.

Hacerlo en solitario es más duro para comenzar, porque exige vencer la inercia solo, pero si lo consigue, y debido a la concentración, la respuesta de cuerpo y mente es más rápida y espectacular.

Comience su entreno siempre poco a poco y vaya añadiendo potencia, velocidad y fuerza paulatinamente. Termine las sesiones ralentizando el ejercicio y relajándose en el suelo.

También es recomendable acudir a un entrenador si quiere obtener resultados más rápidos, ya que le proporcionará un entrenamiento a la medida de sus posibilidades y objetivos.

Un ejercicio para cada objetivo

La variedad de deportes, técnicas corporales y disciplinas físicas es un gran acicate, con tal de que encontremos el ejercicio que mejor nos va:

  • Aeróbicos: apoyan el sistema cardiovascular. Correr, nadar, remar, saltar la comba, marcha, aquagym. El patinaje o el surfboard le darán una relación inmejorable con la pelvis y los pies.
  • De fuerza: trabajan la musculatura, tanto en cuanto a resistencia como a tono. Las pesas, la gimnasia rítmica, el potro, las paralelas, las anillas...
  • Juegos: precisan una buena preparación, sobre todo a partir de los 30 años. Entre ellos destacan el fútbol, el tenis, el balonvolea, el baloncesto, el ping-pong. Sobre tierra batida, hierba o en la playa.
  • De lanzamiento: requieren una preparación muy clara y precisa para en un instante poder alcanzar el máximo de nuestra capacidad. Son el tiro con arco, tiro de jabalina, de peso, de disco. Salto de altura, de longitud, con pértiga...
  • Baile: aumenta la potencia, los reflejos, la movilidad, el equilibrio y la capacidad de adaptación. Entre los más divertidos están el claqué, el hip-hop o la danza contemporánea. Y por parejas el lindy hop, la salsa o el reggaeton.
  • Artes marciales: aparte de fuerza, habilidad, concentración y precisión enseñan un código moral de respeto al contrincante. Entre estos tenemos el kárate, aikido, yudo y capoeira.

Algunas recomendaciones finales

  • Las clases en los gimnasios son de intensidad baja, media o alta. Comience con las de baja intensidad o low impact. Si no le gusta el monitor, no lo dude: cambie.
  • El movimiento va bien para la espalda, si se realiza correctamente. Nadar previene el dolor de espalda si el cuerpo está horizontal. No aguante la cabeza fuera ni nade con las piernas colgando.
  • Si tiene sobrepeso y quiere correr puede dañar sus articulaciones, sobre todo las rodillas. Comience andando a paso ligero.
  • Si un día por alguna razón no puede entrenar, no se preocupe ni se desanime, mire el proceso de su entreno y lo que consiguió con él y continúe.